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7 películas que no te dejarán dormir

En Cine y Series viernes, 30 de octubre de 2015

Javi Cózar

Javi Cózar

PERFIL

Quizás se te escaparon en su momento. Quizás has oído hablar de ellas. No fueron grandes éxitos, no son tremendamente populares, no son lugares comunes del cine de terror. Pero son 7 pelis que dan mal rollo, así que no solo son perfectas para descubrirlas (o revisarlas) en la noche del 31 de octubre en la que, según la tradición, se abre la puerta entre el mundo de los muertos y el mundo de los vivos. Eso sí: vigila detrás de ti…

MAL ROLLO NIVEL BÁSICO

#1 Muertos y enterrados (Dead & Buried, Gary A. Sherman, 1981)

Esta película tuvo la mala suerte de ir a estrenarse cuando todo el mundo deliraba con los asesinatos de Crystal Lake, los de Haddonfield, o los de la Nostromo. El resultado fue que casi nadie le hizo ni puñetero caso y que quedó como una de esas peliculitas menores que acaban siendo reivindicadas en listas como esta.

Pero de menor nada. Toda la película está impregnada de una truculencia malsana, es como una pesadilla continua, de espacios y tonos grises, lúgubres, muy en la línea de lo que Lucio Fulci rodaba en aquella misma época. No se pasa con el gore, aunque lo hay… al menos si consideramos gore una aguja clavándose en un ojo o ver quemarse vivo a un tío atado a unas redes de pescador. Pero no van los tiros por ahí: lo de esta película es un in crescendoejemplar de mal rollito, pasito a pasito, escena a escena, hasta llegar a una conclusión final que, los que la conozcan seguro que estarán de acuerdo, provoca un espanto indescriptible en el espectador.

Muertos y enterrados (Gary Sherman, 1981)

#2 Mothman. La última profecía (The Mothman Prophecies, Mark Pellington, 2002)

El asunto comienza con un periodista investigando unas extrañas apariciones en un pueblecito de Estados Unidos. A partir de aquí, todo se vuelve muy agobiante: La nocturnidad de la película; Las cosas raras que le ocurren a Richard Gere; El ambiente, cada vez más irreal, presagia que algo muy gordo y muy chungo está a punto de ocurrir. Y así te pasas toda la película: sufriendo y esperando a ver qué pasa. Una película extraña, desconcertante, de atmósfera muy lynchiana, en concreto muy Carretera perdida (Lost Highway, 1997). Atmósfera en la que, desde luego, tiene mucho que ver la hipnótica música compuesta por Tomandandy: cuando suena, te zambulles en un universo onírico… y amenazador.

Mothman. La última profecía (Mark Pellington, 2002)

Mothman. La última profecía (Mark Pellington, 2002)

MAL ROLLO NIVEL AVANZADO

#3 Citadel (Ciaran Foy, 2012)

Ahora que Ciaran Foy está a punto de estrenar Sinister 2 es el mejor momento para recuperar esta película que comienza como un drama social con un joven que padeceagorafobia y que ha de cuidar de su bebé. Ya incluso en esos primeros compases, hay detalles inquietantes como el retrato de unos suburbios urbanos desoladores, llenos deóxido, cemento y abandono. Poco a poco, casi sin darnos cuenta, el mal rollo se va apoderando del argumento. Es una posesión sutil, casi imperceptible, con unos niños que viven en un edificio abandonado medio en ruinas y que cada vez que aparecen te das cuenta de que no son trigo limpio.

Citadel (Ciaran Foy, 2012)

Y cuando te quieres dar cuenta, ¡zas!, el drama social se ha ido a paseo: los niños secuestran al bebé, ya ves que sus intenciones son tirando a malignas, y entonces la película se zambulle de lleno en el terror sin más contemplaciones. Si se le da un poco de paciencia y se le deja construir poco a poco, Citadel es una película que acaba resultando irrespirable tanto por los desoladores escenarios que retrata como por la desesperación del protagonista. Y ojo a todo el segmento final que narra el rescate del bebé en el edificio: es necesario aguantarse las ganas de salir corriendo de lo mal que lo llegas a pasar.

#4 The descent (Neil Marshall, 2005)

¿Un grupo de chicas de excursión en una cueva? ¡Venga ya! ¡Van a palmar todas! Y aunque eso está más que claro, Neil Marshall demostró aquí que incluso de argumentos trillados puede surgir una película convincente. No solo eso: estamos ante el survival de-fi-ni-ti-vo: es letal, es contundente, es atroz en sus golpes de violencia (inolvidable el error que comete una de las chicas al clavarle un cuchillo a quien no debe), y al loro porque desemboca en unos últimos 20 minutos de una tensión extrema, 20 minutos de esos que hacen sudar los dorsos de las manos. Para vivirlos.

The descent (Neil Marshall, 2005)

MAL ROLLO NIVEL EXPERTO

#5 Shutter: El fotógrafo (Shutter, Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom, 2004)

Todos hemos visto alguna vez en Internet esos fakes (o no) de fotos en las que se aprecianpresencias fantasmales. Esta película recoge esas leyendas urbanas y lanza una pregunta que acojona bastante: ¿qué pasa si esas fotos son la puerta a un mundo paralelo al nuestro y lo que nos muestran son seres de ultratumba que ahora mismo, mientras yo escribo esto y tú lo lees, están a nuestro alrededor, observando, esperando una oportunidad para pasar de su mundo al nuestro?

Shutter: El fotógrafo (Shutter, Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom, 2004)

Pone los pelos de punta, sí. Y la película no se corta un pelo en ese sentido: hay sustos a mansalva, mal rollo diseminado por todo el metraje en forma de ghouls de apariencia más que siniestra, y un final que de verdad hiela la sangre y del que te acordarás cada vez que te duela el cuello. Garantizado 100%.

#6 Horizonte final (Event Horizon, Paul W.S. Anderson, 1997)

Atreverse a hacer una película de terror en el espacio existiendo Alien, el 8º pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979) es tenerlos bien puestos. Que la jugada no solo te salga bien, sino que encima la película te haga sudar a chorro, es ya para aplaudir hasta con las orejas. Más si tenemos en cuenta que esto lo dirige un tipo como Paul W.S. Anderson, que ni antes ni después ha firmado una película que uno pueda mirar sin troncharse de la risa.

Pues ahí está este monumento al mal rollo, con una nave espacial que ha regresado de un agujero negro y que a saber dónde ha estado. Y en qué se ha convertido. Nunca un cacharro de acero ha estado tan encharcado de muerte, ni Sam Neill ha tenido una mirada tan desquiciada (y desquiciante).

Horizonte final (Event Horizon, Paul W.S. Anderson, 1997)

MAL ROLLO NIVEL MASTER DEL UNIVERSO

#7 El príncipe de las tinieblas (Prince of Darkness, John Carpenter, 1987)

Hay películas de terror que asustan. Las hay que no. Y luego está El príncipe de las tinieblas. La madre de todas las películas que dan mal rollo, el alfa y el omega del canguelo.

El príncipe de las tinieblas (John Carpenter, 1987)

Carpenter ya nos había enseñado el Mal en estado puro a través del rostro sin humanidad de Michael Myers en La noche de Halloween (Halloween, 1978). Aquí repite idea, solo que multiplicada por 10, ya que los pobres protagonistas, encerrados en una iglesia sin posibilidad de escape, son convertidos uno a uno en contenedores humanos del Mal por el mismísimo Anticristo.

El príncipe de las tinieblas es como un curso acelerado de carpenterología: todo lo que el director sabe, todas sus habilidades con el formato panorámico, toda su facilidad para generar músicas que parecen surgidas del mismísimo Averno, todo está comprimido y concentrado en esta película que hacia la mitad se vuelve una pesadilla insoportable que ya no se detiene hasta el final. Ver para creer: ya no se hacen películas que traten al espectador de esta manera tan malvada.

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