Las películas que tratan la diversidad funcional e intelectual tienen todas un toque paternalista y, lejos de plasmar la realidad, nos ofrecen un retrato de los personajes excesivamente edulcorado, simpático —que no empático— y poca cosa más. Hay que lavar las conciencias, si es que se consigue, porque sus historias no pasan de meros entretenimientos lacrimógenos o esbozadores de amable sonrisa. Más de uno y más de dos, después de haber visto alguno de estos filmes, con las emociones a flor de piel, han salido de la sala con la firme intención de poner un discapacitado en su vida, condición sine qua non para alcanzar la felicidad o el nirvana. Son las cosas del capitalismo desbocado que todo lo convierte en producto, incluyendo la vida. Una estupidez siempre farisea del mercado cultural y social que en cuestiones sentimentales tiende a confundir a las personas con las mascotas.
Hemos pasado de ocultar a estas personas, de hacerlas invisibles a objetualizarlas, fruto de la estetización vacua de la posmodernidad. Os recuerdo que, en la Antigüedad, las matronas estaban autorizadas a matarlas en el parto para evitarles el repudio de la familia y una vida errabunda y marginal. Ejemplos cinematográficos estetizados no nos faltan, desde la oscarizada Rain Man (Barry Levinson, 1988) a la oscarizada Forrest Gump (Robert Zemeckis,1994) pasando por Campeones (Javier Fesser, 2018) y todas sus secuelas. Afortunadamente hay otros que hunden el dedo en la llaga, y lo hacen desde los géneros más diversos: Freaks (Tod Browning, 1932), El milagro de Ana Sullivan (Arthur Penn, 1962), El hombre elefante (David Lynch, 1980), Mater amantísima (Josep Antoni Salgot, 1980), Yo también (Álvaro Pastor y Antonio Naharro, 2009) o La historia de Jan (Bernardo Moll Otto, 2016). <3 U Carme, de Mariola Morera Català (València, 1994), se encuentra en este último grupo y diría que lo sobrepasa al ofrecer una mirada inédita, algo que se agradece.
Graduada en Bellas Artes y máster en Pensamiento Filosófico Contemporáneo, Morera Català lleva años desarrollando su proyecto artístico multidisciplinar Disruptive Pattern, premiado por la Generalitat Valenciana a través del Centre del Carme de Cultura Contemporánea y mostrado en diferentes festivales. Autodidacta en las artes audiovisuales, lleva años trabajando como productora de cine y televisión, colaborando en diferentes producciones internacionales. Esta praxis le ha permitido tener un gran conocimiento del medio, como bien queda plasmado en su ópera prima.
Con la participación del Institut Valencià de Cultura de la Generalitat Valenciana y À Punt Media, producida por PTMedia con el apoyo de la Diputació de València, Fundació Balèaria, Fundación Gesmed y Carmencita, <3 U Carme es un contundente ensayo fílmico, inscrito en las premisas del cine experimental de Jonas Mekas y Michael Snow, así como las del cinema verité de Michel Brault que realizó la canónica Chronique d’un été (1960) con el filósofo Edgar Morin. No es baladí que el film de Morera Catalá arrastre el pensamiento complejo del autor de la teoría de la transdisciplinariedad.
<3 U Carme es un profundo retrato de la hermana de la realizadora, una persona con diversidad intelectual. Con minuciosidad entomológica y a través de primeros planos —¡Cómo aguanta la cámara la protagonista en los primeros planos extremos!— nos presenta el día a día de Carme, su rutina doméstica, la relación con la familia y sus compañeros de clase. Da visibilidad a unos hechos repetitivos, nimios y normalmente invisibles, como Chantal Akerman hizo en Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles, otra cineasta de la que encontramos referencias en el film de Morera Català, porque la invisibilidad es lo que está fuera de nuestra mente, de nuestra cognoscibilidad, lo que se encierra en la cabeza infranqueable del otro, en este caso de la imprevisible Carme Morera Català para la que el aislamiento y la furia son la manera de exteriorizar sus emociones y sentimientos.
Un retrato del otro desde la dignidad humana, porque el otro solo existe en nuestra mente y, en este caso, nosotros somos los otros en la mente nebulosa de la protagonista. <3 U Carme es la paradoja de la alteridad recíproca. No es un espejo, sino un devenir cotidiano de la intrascendente trascendentalidad en el que el otro se muestra y convierte su exhibición en interpelación. Instar y comunicar. Ver, sentir, rezumar como epistemología. Un retrato donde no hay espacio para la moralidad.
Morera Catalá desarrolla una narrativa automática —rueda sin guión— para abordar introspectivamente la realidad de su hermana a la que somete a largas jornadas de rodaje, para luego escribir en la sala de edición este ensayo cinematográfico donde hay más preguntas que respuestas. <3 U Carme huye de lo categórico, de la vehemencia. Rompe la cuarta pared, algo que queda patente en varias ocasiones del metraje, para recordarnos que la realizadora e intérprete se manifiestan en una simbiosis perfecta e inseparable.
Como en Romería (Carla Simón, 2025), el film de Morera Català contiene una secuencia onírica al final de la cinta. Una secuencia metafórica de gran plasticidad fílmica. Carmen rompe una vez más la cuarta pared y se niega a continuar en el rodaje —todo es ficción en la creación cinematográfica. Sale y se rebela contra su hermana, como Augusto Pérez se amotina en Niebla (Miguel de Unamuno, 1914) contra el autor y Mina, la niña de El espejo (Jafar Panahi, 1997), esa joya del cine iraní en la que también se subleva la protagonista contra el director y sale de la ficción para componer otra ficción-realidad. Carmen se insurrecciona y entra en su niebla, cae en su barro onírico por lo que desconocido tiene para nosotros.
<3 U Carme es un duro discurso contra la incomunicación y la soledad, una prédica sin ambages narrada a través de una persona con diversidad intelectual.
Una manera de explicar el caos, el mundo primigenio, atávico y salvaje. Niebla, agua turbia y fango ideados por su hermana y por el director artístico Abel Iglesias. Una manera de aproximarse a lo desconocido, a la infranqueable, a la profundidad del ser, de lo desconocido en el pensamiento del otro. Viaje alucinado que nos lleva a esa secuencia final, a esa soledad encerrada en la mente, en el cuerpo, en la habitación. Esa soledad invisible ajena al otro. Ese otro que sonríe y se emociona, pero que acentúa la invisibilidad. Nunca un cubículo colocado en una plaza, como si se tratara del cruce de Shibuya en Tokio, se había convertido en una metáfora tan radical.
<3 U Carme es un duro discurso contra la incomunicación y la soledad. Una prédica sin ambages narrada a través de una persona con diversidad intelectual, porque todos somos Carme o esta nos recuerda que lo somos. Un discurso sin pleonasmos en el que por encima de todo está la dignidad humana. Me niego a hablar de normalidad, porque la normalidad no existe. Existen las personas, todas diversas, con su grandeza de ser y existir. Con su derecho a ser. Este es el subrayado de Morera Català para hacernos ver al otro de tú a tú, en igualdad de condiciones.
<3 U Carme es una ópera prima de gran complejidad. Un ensayo fílmico, reitero, alejado de los convencionalismos, en el que junto al gran trabajo de las hermanas Morera Català, delante y detrás de la cámara, cabe destacar la dirección artística antes citada, la fotografía de Elena M. Silvestre y Javier S. Linde, y la música de Amadeo Moscardó.
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