Leer es, definitivamente, la forma más económica de viajar, por ejemplo a Estambul. Tal vez no sea la ideal, pero si hacemos uso de la imaginación y elegimos sabiamente, podemos recorrer el planeta de un extremo a otro con el pasar de las páginas. Hay quienes escogen recorrer países de esta manera y hay quienes deciden llevarse el país de viaje, con la intención de ahondar más en lo que se observa y contrarrestar ambas realidades.
De una forma u otra, en los volúmenes 1 y 2 de este artículo os proponemos un destino narrado por cuatro autores independientes. Ficción y no ficción de la mano de dos escritores nacionales (vol.1) y dos relatos dentro del género de la literatura de viajes, escritos por dos viajeros occidentales: una noble inglesa de principios del siglo XVIII y un español de finales del XIX y principios del XX (vol.2). Se trata de cuatro perspectivas que proporcionarán una visión prismática literaria, con sus realidades y fantasías, de la antigua, cambiante y exótica ciudad de Estambul.
Ahmet Hamdi Tanpinar será el primer autor de esta lista, nacido en Constantinopla en 1901 y fallecido en Estambul en 1962. Proveniente de una familia de origen georgiano, Tanpinar es reconocido a día de hoy como uno de los mejores escritores modernistas turcos. Ejerció como profesor de literatura y diputado de la Asamblea Nacional de Turquía entre 1942 y 1946 y su primera y más característica novela, Paz (Huzur), le consagró como uno de los escritores nacionales que mejor supieron describir la atmósfera de la ciudad de principios del siglo XX, así como la caracterización y diseminación del carácter de sus habitantes.
La novela Paz, publicada en 1949, centra su trama en medio del cambio histórico latente en la ciudad de Estambul, en relación a la decadencia del Imperio otomano y la instauración de la República de Turquía en 1922. A las puertas de la Segunda Guerra Mundial, Paz relatará la historia de Mümtaz, un joven estambuliota que se enamora de Nuran y con la que recorrerá la ciudad en busca de un equilibrio, una paz que los mantenga a ambos en el espacio-tiempo y les proporcione una vida estable y feliz.
La amargura que, según Tanpinar, desprende la ciudad —un concepto muy recurrente en las novelas del autor— estará presente en casi toda la obra, siendo un sentimiento que a menudo acosa a nuestro protagonista, tanto en los momentos felices como en los instantes de tristeza y desolación. Tanpinar hablará a través de su personaje principal de una amargura incurable, que nace en el mismísimo Bósforo y acecha toda la ciudad y a sus gentes, y de la que uno es incapaz de liberarse.
Unido a esto, como he mencionado anteriormente, el viaje que hará Mümtaz por la ciudad será un recorrido de autoexploración, de conocimiento de la propia Nuran y de la ciudad. Mümtaz encontrará obstáculos distintos que, a fin de cuentas, le dificultarán llegar al fondo del alma de su amada. Tanpinar comparará en más de una ocasión el explorar Estambul y el atravesar el Bósforo con conocer a Nuran, como si a medida que recorre o recorren juntos la ciudad, fueran conociéndose un poco más.
Por ello, Estambul será un personaje más de la novela, siendo el escenario donde se da pie al amor y al desamor, a la tristeza, la amargura, la felicidad, la enfermedad o la muerte, impregnando las vidas de los protagonistas de esta obra. Esta lectura es una elección adecuada si tenéis pensado viajar a la gran ciudad turca, para observar y asimilar esa decadencia de la que habla su autor y confirmar su visión de la urbe una vez allí.
Por otro lado y haciendo honor al genero de la no ficción, proponemos al autor turco, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2006, Orhan Pamuk, nacido en Estambul en el año 1952. A través de su novela Estambul: ciudad y recuerdos, el autor nos transporta a las casas, calles y barrios de la gran ciudad turca, donde narra su infancia, adolescencia e inicios de su juventud. Nacido en el seno de una familia burguesa con aspiraciones de occidentalizarse, Pamuk escribe sobre los que considera los lugares más importantes de sus primeros años de vida, como el edificio Pamuk, el colegio o el Bósforo, este último absolutamente presente en la obra y a fin de cuentas en el día a día de todos los estambuliotas.
A medida que nuestro protagonista crece, el lector será capaz de ver desde su punto de vista la toma de conciencia que adquiere al observar el lugar en el que reside, los sentimientos que este suscitan en él, así como los sucesos y recuerdos más relevantes de su camino hacia la edad adulta. Pamuk trata de explicar por qué hoy es el hombre que es y cuánto ha tenido su ciudad que ver en esa conversión a la que finalmente acaba llegando por la propia naturaleza del paso del tiempo, pero sobre todo por la gran influencia que su ciudad ha ejercido en sí mismo.
De esta manera, el lector podrá observar las similitudes que existen entre su persona y su ciudad natal, dejando constancia asimismo —y tal y como hace Tanpinar— sobre la latente amargura que tantos escritores turcos y viajeros europeos del romanticismo han llegado a percibir en cada poro de la ciudad.
A su vez, el texto va acompañado de una serie de fotografías, en su gran mayoría del fotógrafo armenio-turco Ara Güler(1928-2018) —apodado por sus contemporáneos como El ojo de Estambul—, que ilustran y añaden a la narración de Pamuk la opción de visualizar lo que se está leyendo. El elemento de la imagen servirá para afianzar la inmersión completa del relato del autor con la realidad óptica de la ciudad. No podremos oler o tocar Estambul, pero podremos ser capaces de ver la ciudad a través de la selección que hace el autor, de la cual afirmó que estas eran parecidas a un recuerdo muy antiguo que reviviera a menudo ante nuestra mirada.
En definitiva, un viaje que no solo recorrerá las entrañas del autor, sino que irá de la mano de las calles, las gentes, los edificios, grandes barcos y rincones de una ciudad rebosante de vida, de la decadencia palpable de cada rincón de una ciudad histórica, multicultural e inmensamente atractiva, un relato que resulta un gran apoyo antes, e incluso después del viaje a Estambul que habréis de realizar.
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