Valdés. Una visión personal

Aunque Manolo Valdés (València, 1942) asegure en algunas declaraciones no ser consciente del paso del tiempo ni de la edad que tiene, la suya ha sido una obra que sigue vibrando con el paso de los años. Y para todos aquellos que la hemos admirado, sus ecos siguen resonando en muchos de los artistas satíricos actuales. Estamos de suerte, porque la Fundación Bancaja aprovecha, ahora que cumple una década de la remodelación de su Centro Cultural valenciano, para presentar en este espacio su obra: Valdés. Una visión personal.

Esta muestra valenciana, abierta hasta marzo de 2018, está comisariada por el catedrático de Historia del arte Kosme de Barañano. En la exposición de Valdés se plantea una antología de la producción del artista, acotada en las últimas cuatro décadas, 150 trabajos procedentes tanto de los fondos de Bancaja como de colecciones particulares de su obra menos conocida, a menudo íntima y muchas veces inédita, desde una panorámica amplia y extensa de su obra.

Tras la disolución de Equipo Crónica, en 1981, una de las manifestaciones de arte pop más importantes de España en la época franquista, el artista Valdés se convirtió en cronista visual actualizado de la realidad española en lo político y lo social, a través de un realismo desmitificador e irónico. Ahí fue donde empezó en solitario sus revisiones artísticas, con un acento en el soporte, en el uso del collage y del papel, manteniendo un diálogo entre el arte clásico y las vanguardias, mientras revisa su escultura, partiendo de piezas en madera icónicas de los años 80 como las Meninas de Velázquez o las Bañistas de Picasso, hasta la escultura más reciente o bocetos de sus creaciones para espacios públicos urbanos de distintas ciudades del mundo.

Esta exhibición de obras de diversas técnicas viene dada por la voluntad de la Fundación Bancaja de subrayar la variedad de medios con los que Valdés ha trabajado durante diferentes épocas, concibiendo unos y otros como parte de un todo, de una misma praxis artística en la que buscaba dar salida, fuese pintando, grabando o esculpiendo, y que no es otra cosa que un punto de partida para reflexionar sobre la figura humana, manipulando una y mil veces los modelos de referentes fundamentales.

Contar con la obra de Valdés en la Fundación Bancaja es pertinente, en un tiempo donde cada vez se impone más determinado realismo, y maniqueísmo político y social, se vuelve imprescindible para enseñarnos, una vez más, a desmitificar y cuestionar cuanto que nos rodea. Quizá por eso a Valdés no le preocupe tanto el paso del tiempo como el presente, donde todo está por llegar.

La exposición se puede visitar hasta el 25 de marzo de 2018 de forma gratuita en el Centro Cultural Bancaja.