Rubber Soul supuso un antes y un después en la historia de los Beatles (y, por lo tanto, en la historia del rock). Este fue el disco que dibujó una línea en la arena, separando su primer periodo como ídolos pop y convirtiéndolos en la avanzadilla del género, haciendo del estudio de grabación un nuevo instrumento con el que experimentar.
Los de Liverpool ya habían dejado bastante claro que eran mucho más que un fenómeno pop para adolescentes, con cosas como feedback y el riff de «I Feel Fine» o las cuerdas de «Yesterday», pero este ‘alma de plástico’ dejaba claro que habían madurado tanto lírica como musicalmente, empapándose en la influencia de otros contemporáneos como Bob Dylan, los Byrds, la música india o el naciente soul, de ahí el guiño a ese ‘alma plástica’ del título. Fue también el disco con el que deslumbraron a Brian Wilson (aunque fuera en su distinta versión estadounidense) y le empujaron hacia Pet Sounds, comenzando la era del LP como formato principal por encima del sencillo, pero también fue la obra con la que abrieron su etapa de esplendor artístico.
El impacto de Rubber Soul fue inmediato, el disco hizo que todos sus contemporáneos se tuvieran que poner las pilas. No es solo que no hubiera canciones de relleno, algo que ya habían conseguido en discos como A Hard Day’s Night, es que los de Liverpool aprovecharon este disco para abrirse a nuevas influencias y seguir añadiendo nuevas formas a la música pop, el disco pasaba a ser una obra cohesionada, más que una colección de canciones, y ofrecía una cara más madura del grupo. Esto ya no iba de quiero coger tu mano y ella te quiere, iba de hombre perdidos («Nowhere Man»), recuerdos de infancia («In My Life»), infidelidades poéticas («Norwegian Wood), sexo y dominación («Drive My Car») o relaciones condenadas («I’m Looking Through You»).
Lennon, McCartney, Harrison y Starr
Puede que sea el disco, dentro de su repóquer de obras maestras absolutas (el propio Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper’s, Doble Blanco y Abbey Road), en el que John Lennon tenga más importancia de todos siendo todavía el que más canciones componía y cantaba, además de entregar varias de las mejores canciones de su carrera como «In My Life», «Nowhere Man», «Norwegian Wood» o «Girl».
Por su parte, Paul McCartney se consolida como el arquitecto del sonido del disco, siendo el principal arreglista y el que modela principalmente no solo sus canciones sino las de sus compañeros. También se queda con el ansiado puesto de canción que abre el disco, «Drive My Car», y con la joya escondida, la excelente «I’m Looking Through You», además de otras interesantes aportaciones como «Michelle» o «You Won’t See Me».
También fue el disco que vio incrementar la importancia de George Harrison, no solo como compositor, volviendo a colar dos canciones con su firma como en Help, sino como un guitarrista cada vez más único. Por último, Ringo Starr es el tipo más afortunado del planeta, pero nadie puede dudar de que su estilo a la batería es fundamental para la banda, como se puede comprobar en temas como «The Word», «Drive My Car» o «Nowhere Man».
Múltiples influencias
Rubber Soul se abría de la mejor manera posible con la imparable «Drive My Car» de McCartney, en la que Lennon y Harrison también colaboraron, el primero en la letra, siendo su ejemplo más conocido ese cínico and maybe I love you, y el segundo en la música siendo el autor del riff que el bajo y la guitarra tocan, con una influencia directa en Otis Redding y su «Respect» en particular. Paul además se encarga de tocar el solo de guitarra, como haría en la canción que abriría su siguiente disco, «Taxman».
A continuación aparecía la primera de las muchas maravillas de Lennon, «Norwegian Wood (This Bird Has Flown)». Se nota la influencia de Dylan, con Lennon en la acústica, relatando de manera críptica una aventura con una periodista y contando con una preciosa melodía en la que le acompañan en armonía la voz de McCartney (nunca dos voces han sonado mejor juntas que las de estos dos). Eso sí, lo más influyente fue la utilización del sitar por parte de George Harrison, un instrumento que iba a entrar en la ecuación de la mitad de las bandas del planeta, abriendo la puerta a la experimentación con la música india.
Después llegaba una de las muchas gemas escondidas de este disco, la irresistible «You Won’t See Me» de McCartney, un tema infeccioso con unos maravillosos coros a cargo de Lennon y Harrison, con Paul nuevamente recogiendo la influencia de James Jamerson, el bajista de la Motown. Luego regresaba Lennon con otra de las mejores canciones de su carrera, «Nowhere Man», con unas maravillosas armonías a tres voces y Harrison y Lennon demostrando que la influencia de los Byrds y Roger McGuinn había sido recíproca.
«Think For Yourself» era la primera de las dos canciones de Harrison, con McCartney conectando su bajo a un pedal fuzzbox por primera vez en la historia del rock, aquí se puede ver la gran influencia que tuvo Paul en Lemmy y en numerosos otros bajistas, que iba mucho más allá de sus habilidades técnicas. La letra era otra prueba de que los Beatles habían dejado atrás las canciones de amor adolescente y eran capaces de meditaciones adultas a la altura de un Dylan.
El amor como concepto filosófico
«The Word» es relativamente poco conocida, dentro de su canon, pero ve a Lennon empezar a hablar del amor como concepto filosófico, algo que alcanzaría su culmen dos años despuñes con «All You Need Is Love», musicalmente sobresalía de nuevo el bajo funky de Paul y el solo de George Martin al armonio. La primera cara terminaba con la conocida «Michelle», una balada en el estilo de la chanson francesa que McCartney había compuesto antes de que se hicieran famosos para intentar ligarse a chicas en fiestas de la escuela de arte. Fue John el que se la recordó a su amigo y le dijo, te acuerdas de aquella canción francesa que cantabas, estaba bien, podríamos recuperarla. En unos Beatles que iban a rtimo de dos discos al año, más varios sencillos y EP’s siempre se podía tirar del increíble fondo de armario de la dupla maravillosa, Lennon/McCartney.
Otro ejemplo de esto era la canción que abría la segunda cara de Rubber Soul, «What Goes On», un viejo tema de la época de los Quarrymen que Lennon decidió reciclar para que fuera la que cantara Ringo en Rubber Soul. McCartney también echó una mano en su composición y fue el encargado de preparar una maqueta para que se la aprendiera el batería, Ringo aportó unas cinco palabras a la letra, lo que le valió el primer crédito compositivo de su carrera. En un disco de muchos quilates puede que sea la canción menos buena, pero su tono rockabilly country le da valor añadido y demuestra la amplitud de miras de la banda.
Entonces aparecía otra gema de Lennon, «Girl», una de las canciones más complejas e interesantes que grabaron los Beatles. Es también una de las mejores interpretaciones vocales de una de las voces más bonitas de la historia, la de John Lennon. Esta canción era una especie de respuesta de Lennon a las de su amigo/rival McCartney como «Yesterday» o la propia «Michelle», una reafirmación de que él también podía escribir algo melódico y melancólico. Por su parte, «I’m Looking Through You» es la mejor de las canciones menos conocidas del disco, un gran tema en el que McCartney, mezcla la acústica con la eléctrica y deja ver los nubarrones dentro de su relación con Jane Asher.
Hay lugares que recuerdo…
Eso sí, el mejor momento de todo Rubber Soul aparece con ese 8000 de la música pop que es «In My Life», uno de los grandes momentos de la banda, una canción en la que John Lennon rememora su vida desde un punto de vista adulto y melancólico, cercano al estilo que había usado en su libro In His Own Write. La melodía es tan buena que es la única canción en la historia de los Beatles en la que John y Paul no se ponen de acuerdo sobre quien es el responsable, ambos atribuyéndosela a sí mismos, normal, es digna de un Mozart o un Bach, tanto que a George Martin interpretó un solo tan barroco (y maravilloso) que tuvo que acelerarlo electrónicamente para que saliera bien, y sonara como un clavicordio.
«Wait» es la menos buena de las composiciones de McCartney, que la canta junto a Lennon, dicho esto esta canción que no está entre las 10 mejores de Rubber Soul podría pasar por el sencillo del 80 o 90% de bandas de los 60. La canción se había grabado en las sesiones de Help pero decidieron repescarla para este disco. Como penúltima canción llegaba «If I Needed Someone», la segunda canción de un Harrison claramente fascinado por el folk rock y los Byrds. En concreto esta canción parte de un riff muy parecido al de «The Bells Of Rhymney», tocado, como no podía ser de otra forma, con una Rickenbacker de 12 cuerdas.
Como última canción llega «Run For Your Life», la menos acertada de las aportaciones de Lennon al disco, aunque su sabor rockabilly y sus referencias al «Baby Let’s Play House de Elvis hicieron de ella una de las favoritas de Harrison, que no dudó en hacer su particular homenaje a Scotty Moore en la guitarra principal.
Y no hay que olvidar que, como era costumbre en la época, los sencillos no se publicaban con los discos y, por lo tanto, «We Can Work It Out» y «Day Tripper», dos canciones rayando la perfección, que fueron grabadas durante estas mismas sesiones, no entraron a formar parte de Rubber Soul…
El disco apareció en diciembre de 1965 y su impacto fue tan grande que todos los artistas y bandas que formaban parte de la aristocracia del rock iban a hacer discos influidos por Rubber Soul, desde los Kinks, comenzando su fase imperial con Face To Face, a los Rolling Stones, con un Aftermath que se convertiría en el primer disco de su carrera con solo canciones de Jagger y Richards, además de tener canciones tocadas con sitar y otros exóticos instrumentos.
Sin olvidarnos del Fifth Dimension de los Byrds, en el que se dejaba notar la influencia india, el Blonde On Blonde de Bob Dylan, con «4th Time Around» siendo una especie de respuesta a «Norwegian Wood», sin olvidarnos del más importante de todos, el Pet Sounds de los Beach Boys, la obra maestra que tuvo como punto de partida la decisión de Brian Wilson de superar un disco que consideraba que no tenía ni una sola canción mala y que terminaría con los Beatles (principalmente McCartney) respondiendo con Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, pero esa ya es otra historia…






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