Después de sugeriros chupetes, mordedores y toda suerte de objetos que acabarán recubiertos de babas, hoy completamos la lista de obsequios para bebés con, entre otras cosas, libros, el regalo soñado de cualquier niño.
Retomamos aquella lista con la que parimos esta sección. Hoy, que seguís igual de pelados que hace unas semanas, completamos la lista de presentes con los que podéis quedar bien sin tener que rehipotecar el piso. Además, como el niño se irá haciendo mayor y la madre estará saturada ahora mismo de patucos y baberitos, sed originales y optad por comprar algo que no se vaya a utilizar inmediatamente.
5. PANTONE: COLORS – A CHILDREN’S BOOK
A los que nos regalaron de pequeños un Cinexin, nos hicieron creer que el audiovisual era un sector de futuro… Si os queréis vengar del destino fatuo y abocar a otro ser humano a la cola del paro eterno, regalad este libro y sembraréis en el niño la semilla del diseño gráfico. Bromas aparte, estamos ante una pequeña joyita editorial, a cargo de esa organización supranacional y posiblemente maléfica que es Pantone. En cada una de las hojas de este ejemplar, la empresa se encarga de enseñar a los niños las mil y una tonalidades del verde de una rana, del naranja de un pez, del rosa de un cerdito. Las ilustraciones son lindísimas y los mosaicos de colores producen un efecto hipnótico (y ojalá adormecedor). Y si el niño ha salido daltónico pues… que los padres calcen una mesa con el libro y arreando.
6. THE INDIE ROCK COLOURING BOOK
Lo malo de este libro es que compraréis uno para regalar y otro para quedároslo vosotros y hojearlo durante las tardes de lluvia. Es una delicia: diferentes artistas como Devendra Banhart, Bon Iver o los The National han elaborado unas bonitas ilustraciones a partir de sus canciones más conocidas. Los dibujos son una pasada y nos trasladan al universo creativo de estos artistas: unicornios, barbas en las que anidan pájaros y un sinfín de escenarios fantásticos y de criaturas de ensueño. El libro sale mucho más barato que llevarte al niño al Primavera Sound y, oye, afición le creas igual. Compradlo, aquí.
7. CDs de MINIMUSICA
Soy muy fan de los discos de este sello barcelonés, en el que trabaja una buenísima amiga mía. Por una parte, cuentan en su cartera con grupos como Candela y los Supremos o Oh Cake and the Cookie, liderados por niñas pequeñas y que hacen unos temas pop bien dignos y pegadizos. Por otra, editan cada año un recopilatorio en el que grupos “de adultos” cantan canciones “para niños” con un mismo leitmotiv (los alimentos, los transportes, los animales…). En su web, podéis conseguir cualquiera de ellos por apenas 12 euros. Si crecisteis con Enrique y Ana o aún cantáis el Cumpleaños Feliz de Parchís, podéis actualizar vuestros referentes con cualquiera de los lanzamientos de minimúsica.
8. BODY CON FRASE CAFRE
La ropita es un de los regalos más recurrentes pero mi propuesta es darle un giro de tuerca al concepto… ¡y añadirle mala leche! Un body negro con el escudo de los Ramones está ya demasiado visto, mejor date un garbeo virtual por la multitud de tiendas que se dedican a vender este tipo de prendas y ficha uno que te mole, de esos con una frase graciosilla. ¿Comprarlo? ¡Calla! Si Mango puede fusilar la colección entera de Diane Von Furstenberg, ¿vas a reprimirte tú por copiar la idea de un diseñadorzuelo de Wisconsin? Vete al centro de impresión digital más cercano que encuentres y sobre un body liso del mercadillo pide que te estampen este lema: “En realidad, me parezco al butanero”. Eso sí, ten buen gusto a la hora de seleccionar la fuente y el color de la leyenda, porque si no el niño parecerá que se vaya de despedida de soltero o que sea quinto de unas fiestas patronales…
9. UN VALE PARA HACER DE CANGURO
He aquí la opción más barata y, tal vez, la que más os agradezcan los padres novatos. Coges unas cartulinas tamaño octavilla y con unos rotuladores les escribes “VALE POR UNA NOCHE COMO CANGURO”, añades tu nombre, tu número de teléfono y se las arreas con un sobrecito mono. Y no me vengáis con que “ay, es que seguro que me lo piden un fin de semana en el que ya he hecho planes…”, si habéis llegado hasta esta opción es porque estáis pelados-pelados y tampoco tenéis ni un euro para salir de casa y beberos unas “servesa-bier-amigo” en un portal.
Nota del autor: mientras escribo esta parte del artículo, mi hermana me acaba de comunicar que espera un bebé para octubre así que me voy a comprarle un carrito holandés de mil euros… ¿Hablábamos de austeridad? ¡Ja!
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