Un regalo para Pablo Iglesias

Hola, Pablo. ¿Cómo estás? Sé que no te pillo en tu mejor momento. En solo dos años cristalizaste los sueños del 15-M, te convertiste en el faro de la nueva izquierda y reuniste a tu alrededor a 5 millones de votantes ávidos de cambio. Sin embargo, ¿de qué ha servido todo eso?

Tras el frustrado sorpasso en las últimas elecciones, has perdido esa chispa que encandilaba a las masas, la división interna amenaza a tu partido, has quedado relegado a un segundo plano en las negociaciones para formar gobierno y temes convertirte en la eterna promesa, en el Guti de la clase política. Mientras tanto, el Partido Popular sigue siendo la fuerza más votada, el PSOE se comporta como el gallo en el corral de la izquierda y Ciudadanos se deja querer por unos y por otros mientras tú observas ese juego de tronos como si estuvieras en pleno maratón de la sexta temporada.

Eso me hace recordar aquel regalo que le hiciste a Felipe VI, el pack de Game of Thrones. Muy fino, sí, señor. Quizá algunos no sepan que, hace años, coordinaste un recopilatorio de ensayos titulado Ganar o morir. Lecciones políticas en Juego de tronos, cuyo nombre lo dice todo -sobre el libro y sobre ti. Según la sinopsis, “el escenario de destrucción del orden civil y político que nos presenta la serie, así como la lucha a muerte por la conquista del Trono de Hierro por parte de un puñado de reinos, con un colapso civilizatorio a las puertas, conecta directamente con cierto pesimismo generalizado y cierta conciencia oscura del fin de nuestra civilización occidental tal y como la conocemos”.

Me gusta ese lado nerd tuyo, Pablo. Ese lado “gilí”, que diría Homer Simpson. Me pregunto si al Rey le gustó. Él también tiene una nerd en casa. ¿Sabías que su esposa compra cómics de Alan Moore en la Feria del Libro? Y no pienses que va a lo fácil: Providence y Ángeles Fósiles, como dando a entender que Watchmen lo tiene más que superado. ¡Qué rabia da la muy… reina!

Pero me estoy desviando. Lo que quería decir es que ahora, en tu primera crisis existencial desde que lideras la nueva izquierda, tú también te mereces un obsequio, algo que te reconforte y te ayude a entender tu lugar en el mundo. Ya que hablamos de cómics, quizá podría regalarte uno para de algún modo equilibrar el nerdismo monárquico de doña Letizia. Podría regalarte V de Vendetta -también de Alan Moore-, que incluye un poco de Ley Mordaza, de élites intocables, de medios manipuladores, de desigualdades sociales… No, mejor ese se lo compramos a Rajoy. A ti mejor te regalo… ¿Tintín en el país de los soviets? ¡Es broma, es broma! Creo que mejor te regalaré un buen tebeo español, en el que nunca falta el fino análisis político y social, algo actual como El mundo a tus pies de Nadar o Todos los hijos de puta del mundo de Alberto González Vázquez.

Aunque para análisis político, lo mejor es una suscripción a Orgullo y Satisfacción, donde además podrás verte retratado a menudo. O tal vez me ponga irónico y te regale El Supergrupo de Jan y Efepé, en el que Superlópez y sus compañeros de equipo están más preocupados por decidir -a tortas- quién es el jefe que por salvar España. ¿No te recuerda mucho a la izquierda española?

Ya está, lo tengo. Tengo el tebeo perfecto para ti. Se llama ¡García! y viene firmado por dos de los mejores autores del país: Santiago García, hiperactivo guionista ganador del Premio Nacional del Cómic, y Luis Bustos, impactante dibujante que conjuga la versatilidad europea con el dinamismo norteamericano.

¡García! combina el thriller de acción con la sátira política de rabiosa actualidad. Su protagonista tiene algo de James Bond, un poco del Capitán América y mucho de Roberto Alcázar. Se trata de un superagente de la España franquista que desaparece en 1961, para regresar en la actualidad sin que el tiempo haya pasado por él, pero sí por su país.

¿Y por qué quiero regalarte ¡García! si obviamente no te pareces a su protagonista? Pues por el escenario político en el que se desarrolla. Te cuento un poco: el agente García despierta en una España en la que los dos grandes partidos se han aliado en una frágil coalición de Gobierno (guiño, guiño) para impedir que el partido renovador de izquierda llegue al poder (codazo, codazo). Sin embargo, conforme avanza la trama vamos viendo que ese nuevo partido tiene poco o ningún poder real.

Aunque ese trasunto de Podemos parezca una amenaza contra el bipartidismo, en realidad está a merced de los grandes. Su fuerza está en la calle, pero el rival gana en los despachos. Tu estrella, querido Pablo, comenzó a apagarse cuando quisiste jugar en los despachos, pero recuerda: lo que movilizó a esos cinco millones de votantes fue la indignación frente a la injusticia, la desigualdad y la corrupción. Cuando en las últimas elecciones te vimos enfrentándote al Partido Socialista por ocupar la socialdemocracia, aquello recordaba más a una agresiva estrategia de marketing -Pepsi y Coca-Cola enfrentándose por la cuota de mercado- que al espíritu del 15-M.

El resultado es que has perdido tu esencia y te vas pareciendo más y más al pelele de ¡García! en manos de la vieja política. Sal del despacho y vuelve a la calle. Siéntate en un banquito, léete este cómic y reflexiona.