PJ Harvey en la Zitadelle Spandau de Berlín

Tras la pausa más larga entre álbumes de su carrera, desde el lanzamiento en 2016 de The Hope Six Demolition Project, en abril de 2023 PJ Harvey anunció el lanzamiento de su décimo álbum, I Inside the Old Year Dying para julio de 2023. En un comunicado de prensa, también dijo que el álbum tardó muchos años en terminarse y que fue  difícil de hacer porque tardó mucho tiempo en darle la mejor forma. En junio de 2023, PJ Harvey también anunció una gira de 26 conciertos por el Reino Unido y Europa en apoyo del álbum para finales de año. Se celebrarían dos conciertos en cada una de las trece ciudades, empezando el 22 de septiembre en Dublín y terminando el 31 de octubre en Oslo.

El éxito comercial y de crítica de I Inside the Old Year Dying ha provocado que durante el verano de 2024, PJ Harvey volviera para realizar una segunda parte de la promoción del álbum en un total de veinte festivales de música de toda Europa, empezando el 1 de junio en el Primavera Sound de Barcelona y terminando este fin de semana el 25 de agosto en el Rock en Seine de París. El 13 de agosto llegó a Berlín para tocar en el Spandau Zitadelle, un castillo medieval restaurado y un lugar excelente para un concierto de estas características.

Con un tiempo veraniego perfecto en Berlín, a medida que la luz del día se desvanecía, el primero en subir al escenario en el amplio, pero abarrotado patio de la Zitadelle fue el telonero Bendik Giske, un músico noruego de jazz e improvisación que es considerado por la prensa musical como un artista que consigue explorar el abanico de posibilidades del saxofón, a la vez que integra la respiración en sus actuaciones. La singular excentricidad del artista era sin duda digna de un telonero de PJ Harvey, por lo que se podría considerar a ambos creativamente independientes, pero también almas gemelas, al menos a cierto nivel.

PJ Harvey y su banda salieron al escenario con serenidad, mientras el día se rendía a la noche. Aunque no lo pareciera en ese momento, la lista de canciones del concierto se dividió en dos partes, pero de forma muy fluida e inicialmente subliminal. Las ocho primeras canciones se extrajeron del reciente álbum I Inside the Old Year Dying y se interpretaron cronológicamente, insinuando quizá algún hilo narrativo dentro del mismo. Después de dedicar tanto tiempo a su elaboración y perfeccionamiento antes del lanzamiento, así como por estar ahora indudablemente satisfechos con el resultado final, el perfeccionismo sin concesiones de este nuevo trabajo también nos trae a la mente a una cierta Kate Bush. Esto quedó patente en el escenario en los interludios de las canciones en los que Polly Jean (PJ Harvey) bailaba libremente con un aire de misticismo que alude a la expresividad de una actuación de Kate Bush, ya que ambas artistas entienden perfectamente la importancia de la expresión teatral y la coreografía para mejorar la experiencia del público en directo.

La segunda mitad del espectáculo extrapoló diez canciones del resto de sus 33 años de carrera y diez álbumes. A los acólitos de la obra de PJ Harvey se les perdonaría que pensaran que la lista de canciones parecía ir en sentido inverso a su carrera, ya que a continuación interpretó tres temas de Let England Shake, el álbum de 2011 que le valió un segundo Mercury Music Prize, tras el que ganó en 2001 por Stories from the City, Stories from the Sea (hasta ahora la única artista que ha ganado el premio dos veces, junto con sus otras dos nominaciones al Mercury, ocho nominaciones a los premios BRIT y ocho nominaciones a los Grammy). Sin embargo, no se interpretó ninguna canción del mencionado y celebrado álbum anterior. Una canción de llamativa intriga en el set fue la inclusión de una versión de «Black Hearted Love» del más reciente de los dos álbumes en los que ha colaborado con John Parish, A Woman a Man Walked By de 2009, una rara salida para esta canción en uno de sus conciertos en solitario. Sin embargo, después de un hipnótico y ensoñador conjunto de estas últimas canciones, hacia el final del espectáculo, fue casi como si quisiera recordar al público de dónde venía, ya que interpretó los conocidos temas más rockeros y movidos de los primeros años de su carrera en la década de 1990, que incluían el álbum de debut Dry con la canción «Dress», su primer single, y «Man-Size» de Rid Of Me, su segundo álbum. Terminó su actuación con dos canciones del también popular álbum To Bring You My Love: «Down by the Water» y la canción que da título al disco.

Conocida por ser una persona realmente tímida, discreta y reservada, que utiliza su arte musical para expresarse, antes de las últimas canciones PJ Harvey se tomó tiempo para presentar a su banda y dar las gracias al público por lo que había sido una noche maravillosa. Ella y su banda volvieron para un bis de una última canción, la que da título a su álbum de 2007 White Chalk, un disco más acorde con el estado de ánimo de sus últimos trabajos, incluido su álbum más reciente, terminando así el concierto con la misma belleza solipsista y la melancolía omnipresente que evoca el estado de ánimo de la mayor parte de su música de los últimos veinte años.

Un concierto de PJ Harvey no es uno en el que su público esté esperando ese éxito singular, porque ella no ha tenido ninguno de esa magnitud. Se trata más bien de temas esotéricos de álbumes clásicos, de la esperanza de que toque una canción favorita del álbum favorito de alguien. El público más veterano puede sentir nostalgia de los inicios de su carrera, y los que se incorporaron más tarde, de un tema favorito de su propio periodo de aprendizaje de PJ Harvey. Sus canciones son obras atemporales y polifacéticas, que se mueven progresivamente entre los cimientos de las placas tectónicas de los géneros musicales clásicos, razón por la cual sus álbumes a lo largo de los años se han considerado híbridos musicales, y a través de su trabajo en solitario y sus colaboraciones han abarcado estilos como: rock alternativo, indie rock, punk blues, punk rock, grunge, blues rock, trip-hop, rock electrónico, electrónica, folk rock, lo-fi, folk de cámara, rock experimental, post-punk y neofolk, término musical este último asociado a su álbum más reciente.

Además, un concierto de PJ Harvey es inusual en el sentido de que el público que lo abarrota puede estar a la vez expectante y silenciosamente atento. Se trata de una artista que, paradójicamente, ha cautivado a un público que siente un respeto silencioso y una devoción tenaz. A medida que su público ha ido creciendo y se ha hecho con el control de recintos más grandes, no parece haber perdido ni un ápice de su compenetración e intimidad. Toque lo que toque, el público seguirá contento y atento con entusiasmo. Si esto resuena con tanta autenticidad como parece evidente, entonces las ocho nuevas canciones de I Inside the Old Year Dying, de 2023, ya se han incrustado a la perfección con las canciones anteriores, convirtiéndose en parte de la maestría de su sonido e interpretación clásicos.

Tras más conciertos al aire libre en el Reino Unido y el concierto final de la actual gira europea de festivales al aire libre en París este domingo, PJ Harvey finalmente dará a sus fans norteamericanos la oportunidad de verla de nuevo cuando realice una gira por Estados Unidos y Canadá en septiembre y octubre de 2024, en apoyo del álbum más reciente y otros indudables momentos estelares. Todo ello a lo largo de una carrera de 33 años sobre la que todos coinciden en que nunca ha publicado un álbum malo, ni siquiera mediocre, lo que le ha granjeado el merecido respeto de sus colegas, contemporáneos, críticos, fans y público en noches como la de Berlín, una noche para el baúl de los recuerdos.