Quizá unas sencillas prácticas de pensamiento divergente puedan servirte mucho más de lo que imaginas si algún día necesitas cambiar algún aspecto de tu vida y no sabes por dónde empezar.
Cuando el objetivo te parezca imposible, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él… Así nos alentaba Confucio hace ya unos 2.500 años a considerar alternativas a lo obvio, a la normalidad y a lo socialmente establecido.
Confucio, reconocido pensador chino, pretendía decirnos que no es cuestión de aplicar un pensamiento deductivo o inductivo, ni siquiera un pensamiento sistemático o analítico y seguro que, en ningún caso, crítico, en momentos donde alguna de las áreas de nuestra vida merece la atención suficiente como para cambiarla.
Un pensamiento divergente o lateral nos ayudará a la búsqueda de alternativas o posibilidades creativas y diferentes para la más adecuada resolución de problemas o cambios de circunstancias. Relacionar la divergencia al pensamiento creativo es adecuado cuando la relación la establecemos con el mundo de la imaginación y no con el mundo de lo lógico y racional.
Uno de los más grandes investigadores y contribuyentes al desarrollo de la creatividad y de los procesos de raciocinio del ser humano, Edward De Bono, psicólogo maltés por la Universidad de Oxford nos explica en sus libros Lateral Thinking (pensamiento lateral) y posteriormente en Seis sombreros para pensar una manera específica de pensar, que no se preocupa tanto por describir lo ya ocurrido, sino que intenta vislumbrar lo que está por venir. El usar los sombreros nos permite expresar libremente aquello que la racionalidad lógica en nuestra sociedad tiende a censurar y limita el proceso creativo a unas reglas y un lenguaje común para conseguir que el ejercicio de pensar tenga resultados maravillosos e imprevistos.
El pensamiento lateral puede desarrollarse con el entrenamiento de técnicas que ayuden a mirar a un mismo objeto desde diferentes puntos de vista. El pensamiento divergente supone un motor de cambio personal y social, ya que aporta nuevas respuestas a problemas conocidos.
De Bono, también nos invita a superar obstrucciones que se pueden producir en este tipo de pensamiento como son la falta de información, el bloqueo mental y también el peso de lo obvio, que nos impide advertir opciones mejores superadas por el pensamiento divergente.
A la hora de resolver problemas en el día a día, es muy normal que apliquemos recursos razonables, que tenemos a nuestra disposición. Desde siempre, hemos perseguido la normalidad, ajustándonos a una serie de reglas y expectativas, las cuales nos brindaran estabilidad y seguridad en nuestra vida.
Quizá ha llegado el momento de ver el mundo de otra manera, quizá lo que nos ha funcionado hasta ahora pueda mejorarse desde otros puntos de vista, quizá la evolución nos este ayudando a que pensemos sin dar nada por sentado, mirar mucho más allá de lo evidente, perseguir objetivos que no nos enseñen en los libros y ayudar a que esta humanidad mejore a través de entrenamientos de pensamiento divergente.
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