La directora austríaca Jessica Hausner ha presentado en Sección Oficial la película Little Joe, de la que lo mejor que puede decirse es que está bien interpretada por sus dos protagonistas —mientras que el resto de actores parecen aficionados con una oportunidad. El argumento, que no tiene nada de original, tampoco es tratado con ninguna gracia, en un guion simple, que busca un efectismo minimal a lo Lanthimos: Un laboratorio de fitogenética patenta una planta que a través de su olor mejora el humor de las personas, pero por supuesto con unos efectos secundarios indeseados, que la empresa se esfuerza por esconder. Tanto la música, vestuario, dirección artística y fotografía aportan lo necesario para dotar de inquietud gélida un horror que no llega a helar, por la falta de complejidad de la propuesta intelectual. Protagonizada por Emily Beecham y Ben Whishaw (Langosta, 2015), la película de la antigua script de Haneke es el cuarto largo que presenta en el Festival de Cannes. ¿Pasa el test de Bechdel? Sí.
Little Joe (Jessica Hausner, 2019).
La película argelina Papicha, dirigida por Mounia Meddour, levantó grandes aplausos a su final, probablemente más por el contenido temático y emotiva interpretación de Lyna Khoudri que por los logros de su directora. Situada en 1997, cuando Argelia comienza a sentir los zarpazos del terrorismo integrista, las mujeres son las primeras en conocer las consecuencias del nuevo orden. Oprimidas y anuladas, un grupo de jóvenes universitarias se enfrenta inesperadamente al dilema de aceptar la represión o seguir con sus sueños, representados por la pasión de Nedjma por el diseño de moda. ¿Pasa el test de Bechdel? Sí.
En la misma jornada, Pedro Almodóvar fue ovacionado en el estreno de Dolor y gloria que ha entusiasmado a la crítica, tal como sucedió tras su pase en España. Penélope Cruz, Antonio Banderas, Leonardo Sbaraglia, Nora Navas y Asier Etxeandia acompañaron al director en la montée des marches. ¿Pasa el test de Bechdel? Sí.
Entre dramas sociales y personales, hemos recibido un soplo de alivio con la excelente comedia The Climb, primer largo de Michael Angelo Covino, versión extendida del largometraje del mismo título estrenado en el festival de Sundance. Nos encontramos una buddy movie de puro bromance tóxico extendido a lo largo de los años, con saltos temporales que obligan a jugar a las adivinanzas, entre dos tipos cuyos retratos están cuidadosamente trazados, enriquecidos con matices y tan verosímiles como la amistad real entre Corvino y Kyle Marvin, que interpretan a la pareja protagonista. Los hallazgos son sobresalientes, con un sentido del humor inteligente y sorprendente en ocasiones, al deparar situaciones inesperadas de gran originalidad. La eficaz y divertida dinámica del diálogo es parte de un guion equilibrado y ocurrente, en el que la codependencia de los dos amigos se describe a la perfección. Covino y Marvin comparten escenas con las actrices Talia Balsam (Suzi, madre de Kyle) y Gayle Rankin (Marissa, compañera de instituto de los chicos), que tienen más de un momento glorioso en el filme. ¿Pasa el test de Bechdel? No.
The Climb (Michael Angelo Covino, 2018)
La directora estadounidense Danielle Lessovitz dirige Port Authority, contando con Martin Scorsese como productor ejecutivo de su primer largometraje. La historia de grandes esperanzas y lucha por la supervivencia de un grupo de jóvenes neoyorquinos está protagonizada por el talentoso actor británico Fionn Whitehead (Dunkirk), quien interpreta a Paul, un veinteañero que llega a la gran ciudad esperando ser acogido por su hermana, pero entra en contacto con una comunidad que ha encontrado en el baile una vía de reafirmar su identidad sexual y una expresión de su creatividad. Las relaciones entre las distintas personalidades y valores de los personajes enriquecen una trama que ve crecer a su protagonista en un filme bien dirigido, elegante y eficaz, que augura un camino de éxitos a Lessovitz. El encanto de los jóvenes y un guion más original de lo que acostumbran este tipo de historias convierte a Port Authority en una propuesta muy seductora. ¿Pasa el test de Bechdel? No.
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