El Studio Manasse fue fundado en Viena por Olga Solarics (1896-1969) y su esposo Adorja’n von Wlassics (1893-1946), en 1922. Un pequeño estudio fotográfico de Viena en los años 20 se convirtió en el epicentro del cambio en la imagen femenina y su posición en el mundo moderno. Especializado en retrato comercial y promocional para la industria del cine y el teatro, alcanzó su gran popularidad gracias a sus trabajos eróticos y glamourosos femeninos.
Las primeras imágenes producidas en el estudio aparecieron en 1924. En pleno auge de la industria cinematográfica de la época, las publicaciones dirigidas a satisfacer a un público obsesionado con el mundo del glamour vendían miles de ejemplares. Su estilo tan característico, atrajo a algunas de las actrices principales de la época del cine, el teatro, la ópera y el vodevil. El cuidadoso empleo de la técnica fotográfica, la iluminación y el maquillaje les capacitaba para crear grandes imágenes que satisfacían plenamente a sus clientes sin renunciar a su visión artística.
Durante sus 16 años de existencia se produjeron cientos de imágenes de mujeres sonrientes y ligeras de ropa, que toparon con los conceptos fotográficos y morales establecidos hasta ese momento, en relación a la mujer y al desnudo femenino.
En estos retratos, nos encontramos con un conflicto de concepto. Las modelos adoptan poses provocativas que representan los típicos roles tradicionales de la época. Sin embargo, un aura de cinismo latente los transporta hasta caer en el humor absurdo.
Solarics era una mujer decidida y valiente y supo capturar la carga erótica del retrato femenino sin renunciar a su verdadero interés, el de inmortalizar la belleza de la mujer moderna. Una mujer con una gran confianza en su propia sexualidad que demanda redefinir su posición en el mundo moderno.
Las vanguardias del arte tampoco fueron ajenas a las inquietudes del estudio y gran parte de su trabajo fue fuertemente influido por las corrientes surrealistas, creando magníficas imágenes donde predominan el uso de espejos, objetos, máscaras e incluso material de buceo. El dominio del fotomontaje y el humor absurdo convirtieron a esta faceta del estudio en uno de sus puntos fuertes.
La belleza y particularidad de los trabajos nacidos del Studio Manasse se fueron disolviendo en el tiempo. El acelerado ritmo de producción y venta del estudio, unido al poco interés de sus dueños por la clasificación y catalogación de sus negativos y copias originales, relegaron a un segundo plano los logros artísticos del estudio.
No existe un archivo catalogado de todo este material, por lo que ha llegado a nuestros días fraccionado e incluso, en la actualidad, continúan apareciendo nuevas imágenes gracias a los descubrimientos de coleccionistas privados. Libres de derechos existen en internet portales que recopilan sus trabajos.
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