Es lo que pueden pensar muchos usuarios de mastodontes de 600 euros en adelante. La democratización de la telefonía y de los dispositivos móviles nos ha llenado las tiendas de productos chinos de los que poco sabemos. Entre ellos algunos españoles, como Energy Phone Pro y Pro Qi. Los goliat de la relación calidad-precio.
Venimos de una época en que la gente se enrolaba en las huestes de compradores sin alma, a la caza de smartphones y tablets con precios superiores a un salario medio español. Tanto daba (y da) tener a nuestros hijos en un comedor social si enarbolamos la bandera del “yo tengo el 6, el 6 Plus y el Note 4”. Antes muertos que sencillos. Y así nos va.
Pero, aunque pueda parecer un texto que expele mala baba contra las grandes marcas, nos encontramos ante un análisis de las cualidades de un móvil que ha venido a demostrar que, primero, la marca España no es motivo de mofa y, segundo, se puede tener móviles de grandísima calidad a precios de clase media. Con ustedes, Phone Pro.
Energy Phone Pro y Energy Phone Pro Qi vienen a demostrar que por precios ajustados podemos disponer de tecnología punta. Energy Sistem, empresa afincada en Finestrat que se dio a conocer con numerosos reproductores MP3, apuesta por el mercado de los smartphones por todo lo alto. A saber, ocho núcleos Mediatek a 1,7Ghz y una pantalla FullHD de 1920×1080 píxeles de cinco pulgadas con una densidad de píxeles de 440. Un galimatías que se soluciona asegurando que se trata de una de las mejores pantallas del mercado. Sin ir más lejos mejora las pantallas de Samsung Galaxy S5 (432 píxeles por pulgada) y iPhone 6 (326 píxeles por pulgada). No os echéis las manos a la cabeza. Es así. Puede pasar.
Energy Phone Pro Qi analisis
Cuenta con 2 GB de memoria RAM y un alamcenamiento (con posibilidad de insertar tarjetas) de 16 o 32 GB, dependiendo de la versión del móvil. Su estética es brillante, gracias a los marcos biselados de aluminio o su peso, adecuado para las cinco pulgadas. También llama poderosamente la atención el toque destinado a captar usuarios jóvenes ya que los 5 megapíxeles de su pantalla frontal (la trasera tiene unos ya casi estandarizados 13 MP). Supera ampliamente a otras frontales de terminales similares. Es un guiño a los selfies. Do it yourself, baby.
Las penitas, pocas pero las hay. No podemos extraer la batería que, pese a soportar perfectamente un día de trabajo fácilmente, podría tener más capacidad. Por lo demás, nos encontramos ante un smartphone que llama a la puerta de las gamas altas con un precio más que justo, 249 euros la versión de 16 GB con carga normal y de 279 euros la versión con doble almacenamiento y carga inalámbrica. Y es que todo el texto demuestra que a más precio más tendrás, pero, ¿de verdad son realistas diferencias de 500 euros para compensar unas pocas mejoras?
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