Desde 2013, las Morning Gloryville convocan a entusiastas de la pista… y de la mañana. Atención, ha comenzado a expandirse por nuestras ciudades.
Llevar un tocado a lo pink flamingo o unas mallas de rayas con peluca y gafas de sol es más propio de carnaval que de un miércoles de abril por la mañana. Estar de rave a las 6 de la mañana no es raro, lo especial es levantarte a esa hora para tirarte a la pista con las legañas todavía puestas, pero el entusiasta equipo del Morning Gloryville lo está consiguiendo.
La productora Samantha Moyo y el fisioterapeuta Nico Tohemmes iniciaron en 2013, en Londres, esta nueva propuesta para arrancar el día al ritmo de la música y con propuestas energéticas que ayuden a afrontar lo que venga por delante. Ese es el enfoque, empezar la jornada de trabajo con euforia máxima después de bailar, recibir un masaje o tomar unos zumos de frutas.
Barcelona ha sido, después de Londres y Nueva York, la tercera ciudad en apuntarse a esta iniciativa de vocación global que ya ha encontrado sede en 20 ciudades tan dispares como Amsterdam, Bangalore, Dubai, Zurich, Tokio, Melbourne o Dublín.
Cuando Charela Diaz y Frankie Virga, ambas artistas y activistas culturales, estaban dándole vueltas a la idea de montar algo que aunara danza y música, alguna propuesta que sucediera, además, entre semana para no tener que competir con la numerosa oferta de sábados y domingos, se encontraron con que ese modelo ya existía. Así, desde su visión colaborativa del ocio y la cultura contactaron con la matriz londinense de las MGV, con cuya organización tuvieron una conexión inmediata.
Eso fue a mediados de 2014 y en los últimos meses ya se han celebrado cinco sesiones de Morning Gloryville en Barcelona, única ciudad española que se ha apuntado a la iniciativa hasta el momento. Charela nos comenta que el crecimiento del proyecto está siendo muy rápido y que “quien prueba una vez, repite”, así que puede que pronto se instale en otras ciudades.
Si bien las cuatro primeras sesiones barcelonesas, en los meses de junio, julio, octubre y diciembre pasados se celebraron en La Farinera de El Clot, la más reciente ha sido la del 15 de abril en el hall del Mercat de les Flors. La cúpula pintada por Miquel Barceló fue testigo de una inusual visita de gente diversa vestida de la manera más variopinta y con ganas de bailar desde las 6:30 de la mañana… Dos DJ se encargaron de hacer botar a las que ocupaban la pista mientras otros tomaban un té o recibían un masaje. A las 10:30 la sesión terminó y cada cual se fue a sus quehaceres, unos al tajo, otros a estudiar y otros a subir las fotos al facebook.
Los organizadores aclaran que las Morning no son clases de zumba ni de aerobic, es clubbing de calidad pero adaptado a unos objetivos concretos, sin el alcohol como motor o compañero de pista. Ellos encuentran en el baile el ejercicio físico por excelencia, en concreto el baile improvisado, porque despierta el cuerpo, la mente y la creatividad.
De hecho, resaltan que la cita no es un after, así que los marchosos de última hora no son bien recibidos porque el ambiente dista mucho de encajar con el ánimo de los chispados o, directamente, pasados.
Según Samantha Moho, las Morning Gloryville sacan el clubbing de la oscuridad para llevarlo a la luz del día. Por estas latitudes habrá que seguir convenciendo a los espíritus dionisíacos para que salten de la cama a la pista cuando el sol aun no ha salido.
Próxima cita: jueves, 16 de julio a partir de las 6:30 en el Mercat de les Flors de Barcelona.
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