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Cine y Series

Los renglones torcidos de Drew Barrymore

En Vidas salvajes, Cine y Series miércoles, 11 de noviembre de 2015

Miguel Caamaño

Miguel Caamaño

PERFIL

Drew ha querido reescribir aquella autobiografía que lanzó al mundo, cuando sólo contaba 14 años y estaba a punto de independizarse de su madre. Ahora, con cuarenta años, dedica un nuevo libro a su tercer marido, que pronto va a dejar de serlo, y a sus niñas que todavía no tienen edad de saber leer.

Coincidiendo con la muerte de Melissa Mathison, guionista de E.T., una de sus protagonistas, Drew Barrymore, cumple cuarenta años reescribiendo su biografía y borrando esos renglones torcidos de una infancia llena de excesos. Siendo una niña prodigio, se metió al mundo en el bolsillo interpretando a una niña pizpireta, a la que ni siquiera le habían crecido los dientes. Nunca importó que no fuera la niña elegida de Poltergeist, porque su vida en este caso no fue abducida por la televisión, sino por las drogas, las juergas y los excesos.

Con siete años ya paseaba sus pedos por la mítica discoteca Studio 54, con 11 la liaba parda en los hoteles y con 14 ingresa en un centro de desintoxicación y salud mental, a instancias de su madre. Una madre de la que se separó la díscola Drew acusándola de haber querido esquilmar su fortuna. De poco le sirvió, porque tuvo que empezar de nuevo. Lo hizo con un irregular regreso a las pantallas hasta volver a convertirse en una adicta… pero en esta ocasión del trabajo.

Quería recuperar el tiempo perdido, se despelotó para un par de revistas, fue modelo de varias marcas de altos vuelos, estudió fotografía y creó su productora, de nombre parecido a su nueva biografía… Flower Films. Tampoco perdió ocasión de ayudar a los más necesitados y destaca por sus labores humanitarias. Sin embargo, su vida emocional ha sido un desastre. Los maridos le han durado lo que una cuchilla de afeitar a Pitbull. El primero, con sólo 19 años, un suspiro, el segundo… suspiro y medio y a este tercero no le ha dado tiempo ni a brindar por este nuevo libro, en el que edulcora su vida para no echar mano de un morbo, a su juicio, innecesario. Pero mucho nos tememos que tendrá que brindarnos la tercera parte de una trilogía que sigue pintando apasionante.

No obstante, y dado que las vidas van más deprisa que las imprentas, Drew vuelve a estar en ese momento de volver a empezar. Cuando se las prometía felices… ¡Zas! en toda la boca. El amor es tan inexacto como el cine, que premió con taquillazos su pueril remake de Los Angeles de Charlie y destinó a film de culto la espléndida Donnie Darko. Querida Drew, la vida nunca sabes por dónde te va a salir. Prometo ir a visitarte y llevarte a tomar emparedados a algún valle de California, será la manera de cuidar de ti como si fueras la descarriada hermana mayor que nunca tuve.

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