A pesar de las grandes sorpresas que nos ha deparado la comedia, el género “mayor” también nos ha dejado algunas joyas en esta concurrida temporada televisiva.
La comedia ha sido, gratamente, el género más beneficiado del 2015 en términos de estrenos. Ya lo repasamos hace unas semanas con el listado de las mejores nuevas series de comedia y queda constatado cuando repasamos el género del drama, uno no tan concurrido y con no demasiadas sorpresas este año.
Ahora, eso sí, hay un pequeño problema que repararé en semanas venideras: no he terminado Daredevil y tengo en la recámara tres títulos importantes: Jessica Jones, Sense8 y la británica River. A falta de ellas, así es como ha quedado la cosa en cuanto a las ocho mejores series dramáticas de estreno del 2015:
#8 The Man in the High Castle
Aun sin la valía o la rotundidad que esperábamos de una serie sobre un Tercer Reich victorioso, The Man in the High Castle ha probado también ser un entretenimiento magnífico con sobrados motivos para el aplauso. Lo comentamos aquí hace unas semanas y el tiempo sólo ha confirmado que The Man in the High Castle sólo debe asumir errores y tomar mayores riesgos en próximas aventuras. Será cuestión de tener una pretensión firmada, saber qué concepto sci-fi desarrollar y cuadrar a los personajes en esa nueva coyuntura. El resto, a vista de algunos de los logros de la primera temporada, sale solo.
#7 Humans
Pese a que Humans tuvo algunos problemas para finiquitar su temporada, cuando el suspense quedó relegado a un segundo plano —y la serie abrazaba el género del thriller—, parte de la grandeza de su primer tramo le vale para estar aquí. Precisamente, las virtudes de ese tramo iniciático las comentamos en este blog hace unos meses y siguen valiendo. La duda recae en el futuro de la serie. ¿Sabrá Humans hacia dónde ir?
#6 Empire (FOX)
Empire es un culebrón histérico incluso para el statu quo de Shonda Rhimes, pero la serie de FOX cuenta con otros encantos que le permiten ser el fenómeno televisivo que es en estos momentos. Para empezar, el atractivo de su reparto, empezando por una Taraji P. Henson para la que se nos acaban los adjetivos. Para seguir, el cachondeo del que es autoconsciente la serie cuando descarta la coherencia de sus personajes en pro del WTFismo. Y para terminar, un escenario y una puesta en escena que, con la música por delante, hacen de Empire un paquete de lo más adictivo (escribí más al respecto aquí).
#5 Better Call Saul (AMC)
Encontrar una voz propia cuando naces a partir de otra serie histórica es harto complicado. Sin embargo, Better Call Saul ha sabido encontrar la suya propia y ofrecer uno de los dramas más introspectivos de la temporada. Parte del acercamiento contemplativo que vimos en Breaking Bad está aquí, y el escenario de Nuevo México sigue ayudando a que las formas encajen, pero es que además el líder de ceremonias es un Bob Odenkirk pletórico —y el resto del reparto está incluso a su altura. Si piensa seguir escribiéndola tan bien, Vince Gilligan tiene entre manos otra brillante victoria en la televisión de cable estadounidense.
#4 UnReal
Si los realities necesitaban una revancha, no puedo pensar en una mayor que UnReal. La serie protagonizada por las geniales Shiri Appleby y Constance Zimmer es un muy negro retrato de la crueldad de programas de televisión como, ya que estamos, Quién quiere casarse con mi hijo. La comedia, el drama o el marco evidentemente culebronesco con el que cuenta hacen que a veces sea difícil concretar qué es exactamente UnReal, pero es esa incertidumbre la que hace del camino hasta el finiquito uno tan sorprendente y disfrutable. Oh, y ya escribí al respecto aquí.
#3 Bloodline
El australiano Ben Mendelsohn justifica por sí mismo el valor de Bloodline, una de las series con el mejor reparto en antena. Y pese a que lo nuevo de Netflix tardara en arrancar, su carácter reservado tiene varios alegatos a su favor. Porque a Bloodline no le hacía falta rascar espectadores en sus primeros cuatro episodios —es bingewatcheable, para empezar—, y la mejor muestra de ello es que ese ritmo pausado es el que permitió que nos acercáramos a los Rayburn y que el personaje de Danny tuviera un viaje tan fascinante de principio a fin.
#2 Doctor Foster
¡Estos británicos, eh! Año a año, la BBC sigue dejando muestras de su liderazgo en las islas con series como Doctor Foster. Este drama protagonizado por la espectacular Suranne Jones se acerca a las infidelidades del matrimonio con un estudio de personaje que nunca se apiada de su protagonista o la trata con mayor o menos justicia que al resto. El resultado es uno de los personajes femeninos mejor escritos y seis de los episodios con el nervio más impresionante de la temporada. Y no, no es un thriller; es un dramón.
#1 Wolf Hall
La BBC siempre permite que cada año se cuelen un par de series históricas en su plantel, pero lo de Wolf Hall es un logro apoteósico. La serie es genial en su delicadeza en el trato de personajes, portentosa en el carácter de sus interpretaciones (¡Mark Rylance!) y abrumadora en la pulcritud y sencillez de sus escenarios. Le dediqué estas palabras en su momento y me mantengo firme en cada adjetivo. A falta de una segunda y última temporada, Wolf Hall es obra maestra.
En las pocas semanas que nos faltan dejaré cerrados los tops del año con tres listas: las mejores series dramáticas de estreno, los mejores episodios dramáticos y el top general de series de 2015, con el que despediré otro año espectacular para la televisión.
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