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La magia de Mick Taylor con los Rolling Stones

En Música domingo, 12 de enero de 2025

Sergio Ariza

Sergio Ariza

PERFIL

De los tres guitarristas que han compartido el puesto a las seis cuerdas en los Rolling Stones con Keith Richards, Mick Taylor es el que menos tiempo estuvo, pero su breve periodo en la banda coincidió con el pico creativo de la misma. Ese fue el momento en el que sacaron sus mejores discos, se convirtieron en la primera gran banda de estadios del mundo y, puede que más importante, definieron para siempre el sonido por el que serían recordados, esas guitarras distorsionadas, ásperas y sucias, con los riffs de Keith sobre los que volaba la guitarra de Taylor, el mejor solista que haya tenido jamás la autobautizada banda más grande del planeta.

A pesar del éxito de su asociación, Taylor acabó abandonando la banda en 1974, apenas cinco años después de su entrada por diferentes razones. La que comentó el propio guitarrista en el momento es que el estilo de vida de los Stones no iba con un tipo mucho más calmado y tímido, el guitarrista se había vuelto adicto a la heroína, pero hubo mucho más, sus desencuentros con un Keith al que nunca le cayó bien, todo lo contrario que Ron Wood, su desilusión por no recibir algún crédito más en la composición de varias de las canciones en las que ayudó a Mick Jagger

Pero su paso por la banda dejó grandes momentos, principalmente gracias a su habilidad como guitarrista (no era tan versátil como el hombre al que sustituyó, Brian Jones, pero sí mucho mejor guitarrista) aunque también dejó otras cosas. Estos son algunos de los mejores momentos de Mick Taylor en los Rolling Stones:

“Live With Me”

Cuando los Stones decidieron despedir a Brian Jones, se pusieron manos a la obra para conseguir un sustituto y si había alguien en Inglaterra que supiera algo de guitarristas era John Mayall, por sus Bluesbreakers habían pasado, nada más y menos, que Eric Clapton y Peter Green, así que cuando Mayall les recomendó al joven Mick Taylor, de apenas 20 años, los Stones no lo dudaron y le invitaron a las sesiones del disco que estaban haciendo, Let It Bleed. El 24 de mayo de 1969 Taylor apareció por los estudios Olympic de Londres, enchufó su guitarra y empezó a intercambiar licks con Keith Richards en la última canción que se grabó para aquel disco: “Live With Me”. El resultado fue pura magia, los dos guitarristas mezclaban a la perfección y los Stones comenzaban una nueva era de la mejor manera posible, para la gran mayoría es la mejor de su carrera. Por si fuera poco, en esta canción también aparece por primera vez otro de los elementos fundamentales del periodo clásico de los Rolling Stones, el saxofón de Bobby Keys.

“Midnight Rambler” (Live)

Tras pasar con matrícula de honor la prueba Mick Taylor debutó como miembro oficial de los Stones en el legendario concierto de Hyde Park del 5 de julio de 1969, dos días después de la muerte del hombre al que había sustituido, Brian Jones. Durante esa primera gira los Stones definieron para siempre su sonido y se convirtieron en la banda más grande del planeta, aprovechando la desintegración de los Beatles. El resultado se puede escuchar en el mejor disco en directo de su carrera, Get Yer Ya Ya’s Out, donde aparece la versión definitiva del “Midnight Rambler” que habían grabado para Let It Bleed, tanto es así que esta sería la versión elegida para aparecer en su recopilatorio Hot Rocks.

Mick Taylor lleva un paso más allá a este temazo donde el blues de sus orígenes se convierte en hard rock y donde, a partir de los seis minutos y medio, Taylor demuestra su virtuosismo con algunos de los fraseos más increíbles que se hayan tocado nunca.

“Sway”  

Sticky Fingers fue el primer disco de estudio que grabó siendo ya miembro de pleno derecho. Era la tercera obra maestra seguida de la banda, tras Beggar’s Banquet y Let It Bleed, y además de ser uno de los mejores discos de la banda aquí se encuentran varios de los mejores momentos de Taylor como Rolling Stone. El más destacado, y mi favorito particular, llega con “Sway”, una balada en la que no aparece Keith Richards, siendo Mick Jagger el encargado de tocar la rítmica, que se convierte en la primera gran prueba de la gran química que se desarrolló entre los dos Micks de la banda, con Taylor tocando dos de los mejores solos de la historia con su Les Paul, el primero con el ‘slide’ y el segundo sin él, siendo uno de mis favoritos de todos los tiempos.

Escuchando este temazo es normal que Jagger reflexionase mucho tiempo después: Creo que contribuyó mucho. Lo hizo muy musical. Era un músico muy fluido y melódico, algo que nunca tuvimos y que no tenemos ahora. Ni Keith ni Ronnie (Wood) tocan ese tipo de estilo. Fue muy bueno para mí trabajar con él. Charlie Watts y yo hablábamos de esto el otro día, porque podíamos sentarnos -yo podía sentarme- con Mick Taylor, y él tocaba líneas muy fluidas sobre mis voces. Era excitante, y muy guapo, y me daba algo que seguir, que tocar. Algunas personas piensan que esa es la mejor versión de la banda que existió.

“Can’t You Hear Me Knocking”

Esta es la canción que mejor define el sonido Stone y nos da la razón a los que pensamos, como decía Jagger, que la banda vivió sus mejores momentos con Taylor. Empieza con mi riff favorito de Keith de toda su carrera (y eso significa que tiene que estar entre mis diez favoritos de todos los tiempos), mientras Taylor le sirve de perfecto contrapunto. Es rock’n’roll destilado a la perfección, sucio, chulesco y peligroso, con un estribillo glorioso, pero cuando parece que la canción ha terminado, la banda comienza una ‘jam’ con mucho sabor latino y Bobby Keys al saxofón y Taylor a la guitarra deciden que es el perfecto manto para demostrar sus habilidades como solistas. Taylor, que fue el principal incitador de esa ‘jam’, brilla con varios guiños a Santana y demuestra que, técnicamente, es el mejor guitarrista que ha pasado por la banda.

Moonlight Mile

Otra maravilla de Sticky Fingers y otra de las geniales aportaciones de Mick Taylor a la banda, aunque esta vez más como arreglista que como guitarrista, y es que fue idea compartida de Taylor y Jagger meter el maravilloso arreglo de cuerdas al final de esta canción en la que también afirma haber tenido algo que ver en su composición. La canción suena a Jagger por los cuatro costados, pero es evidente que aquí el que le ayudó a terminarla fue Taylor y no Richards.

“Shine A Light”  

Para 1971, cuando grabaron Exile On Main Street, los Stones estaban en racha, o mejor dicho en vena, y ese disco sería la culminación de esta increíble etapa, el as que faltaba para completar el póker de 4 obras maestras seguidas. Grabado durante su exilio en la Costa Azul francesa, fue aquí cuando Taylor terminó enganchado a la heroína que fluía de la mansión de Richards y Anita Pallenberg donde se grabó el disco como el agua de una fuente.

A veces Mick Taylor tiraba del cable de su guitarra y veía como uno de los amigos de Keith caía con el mismo enrollado en su antebrazo. El resultado fue, a la vez, el mejor disco de su carrera (y uno de los cinco mejores discos de rock de todos los tiempos) y el excesivo final de ese periodo dorado. La gran fiesta que precedió a la gran resaca. Aun así las contribuciones de Taylor continuaron siendo excelentes como su extraordinario solo en “Shine A Light”, una de las grandes canciones de Jagger, precisamente sobre el hombre al que había sustituido, Brian Jones, en la que el guitarrista volvía a enseñar lo bien que se desenvolvía en los medios tiempos y baladas.

“All Down The Line”  

Pero puede que los mejores momentos de Taylor en Exile On Main Street llegaran con la confirmación de que había alcanzado la categoría de maestro absoluto del slide, como se puede comprobar en canciones como “All Down The Line”, “Stop Breaking Down” o “Soul Survivor”. Todas ellas tienen grandes momentos de Taylor pero creo que la primera es mi favorita, con Richards volviendo a tejer el mejor manto sonoro con su rítmica para que Taylor brille a fondo.

“Winter”  

Goat’s Head Soap fue un ligero bajón después de la orgía de creatividad que había supuesto Exile, pero ser un notable después de cuatro matrículas de honor no significa que sea un disco exento de grandes canciones. Una de las destacadas era este medio tiempo que, como en “Sway”, tenía a Mick Jagger tocando la guitarra rítmica y que, como en aquella, Mick Taylor llegó a asegurar que tuvo algo que ver en su composición. Parece claro que después de Exile Taylor se convirtió en el principal colaborador de Jagger, sobre todo porque Keith estaba demasiado metido en la heroína y la comunicación entre ellos se había roto tras el matrimonio del cantante con Bianca. Pero Jagger siempre tuvo alma de empresario y no iba a permitir de ninguna manera romper el mítico «Jagger/Richards» en las composiciones propias para cambiarlo por «Jagger/Taylor». Lo que hace evidente que a Taylor no se le trató bien en este asunto. Eso sí, viendo su carrera una vez separados sus caminos no parece claro que Taylor estuviera a la altura ni de Jagger, ni de Richards a la hora de componer.

Pero volviendo a esta canción en particular, estamos ante uno de los mejores momentos de Taylor en la banda, uno de esos en los que piensas al recordar las palabras de Richards, a veces me quedaba asombrado escuchando a Mick Taylor. También se puede oír en este solo la gran  influencia que Taylor ha tenido en Slash.

“Time Waits For No One”  

El momento favorito del propio Taylor en los Stones llegó casi al final, en el último disco que grabó con la banda, It’s Only Rock ‘n’ Roll. Se trata de “Time Waits For No One”, cuyo extenso solo puede considerarse como su bella despedida musical de los Stones. Se trata de un solo absolutamente lírico y melódico del que su autor afirma orgulloso que es lo mejor que hizo con la banda. Con un tono que es una belleza en sí mismo y la perfecta encapsulación de su estilo, Taylor se luce en una canción que suena muy distinta al canon Stoniano y podría ser en la que más se ganó la aparición de su nombre en los créditos compositivos.

“Till The Next Goodbye”

Si habíamos comenzado este repaso con la primera canción que grabó Mick Taylor con los Stones, cerramos el círculo con la última canción que grabó, “Till The Next Goodbye”, de It’s Only Rock’n’Roll. Aquí su contribución musical es solo una de las acústicas que se escuchan pues es Keith Richards el encargado de tocar el maravilloso slide de la misma, pero si aparece aquí es porque es una de las seis canciones que Taylor dijo haber compuesto junto a Mick Jagger. Si bien es cierto que después de Exile On Main Street, el disco más Richards de la banda, Taylor se convirtió en el principal colaborador de Mick Jagger para varias canciones, lo cierto es que todas esas canciones llevan mucho más la firma del cantante de los Stones que del otro Mick. Eso no quita, para que a Mick Taylor no le doliera ver como sus aportaciones, posiblemente alguna progresión de acordes, como en esta bonita balada con un ligero toque country, sobre la que Jagger sacaba una melodía y una letra, fuera relegada para respetar ese irrompible binomio Jagger/Richards a la hora de firmar las canciones de los Stones…

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