En la portada de La Catastrofía, nuevo disco de los madrileños Tigres Leones, un tigre y un león antropomórficos están a punto de iniciar un combate de lucha libre en un gimnasio. Su autor es el dibujante David Sánchez. Ambos comparten un invisible hilo de delirio.
Tigres Leones se han tomado su tiempo para continuar aquel Mucho Spirito (Sonido Muchacho, 2013) que adelantaba el interés de este trío por el rock de gótico de pistola de rayos, que hibrida el surf y los clásicos de los cincuenta con las melodías desaliñadas de Guided by Voices.
El año pasado fueron abriendo boca con el bombástico EP Muerte a los muertos y este han abierto fuego con el single Marte, como anticipo a su nuevo larga duración, titulado La Catastrofía. La canción, además de ser un hit como la copa de un pino, cuenta con un videoclip no menos tremendo que toma como punto de partida un conocido anuncio de cerveza y que, como probablemente sepas, ha dado mucho que hablar.
Aunque esté feo y no sea necesario clasificar, es legítimo ubicar a Tigres Leones en un cierto underground madrileño, en el que pululan formaciones como Biznaga, Juventud Juché o Juanita y los Feos, alegremente dispar pero unido en cierto modo por abundar en un rock de guitarras orgánico de desprejuiciada influencia (garaje, punk, post-punk, nueva ola…) y el uso de vivarachas letras en castellano.
Tigres Leones cantan sobre Marte y Paul Verhoeven, sobre zombies barbudos, sobre Madrid y Cthulhu o sobre chicas que ves en un tren y creen escuchar a Astrud Gilberto cuando les dices lo que te pasa por dentro. Un cosmos entre el surrealismo y lo psicotrónico que parece hecho para ser dibujado por David Sánchez.
Sánchez es un ilustrador y dibujante madrileño que supura fascinación por los EE.UU. de los años 50, David Lynch y dibujantes como Daniel Clowes y Charles Burns. Es uno de los creadores de la marca de camisetas Mong y sus ilustraciones aparecen con regularidad en revistas o sirven de portada para libros de la editorial Errata Naturae. Pero es en sus cómics donde el autor ha podido dar rienda suelta a las pulsiones que se ocultan detrás de ese dibujo de colores planos y trazo limpio de apariencia engañosamente inofensiva. En Tú me has matado, el autor embarcaba a dos peculiares policías en una suerte de road comic alucinante lleno de momentos tan turbadores como fascinantes. En No cambies nunca aborda temas como el futuro, ciencia, y los encuentros fuera de lo normal. En ambos hace uso de una estructura narrativa circular e hipnótica. Y de una fascinante sensación de inquietud y extravagancia que se contagia también en obras más breves como Videojuegos o La muerte en los ojos.
Tigres Leones y David Sánchez recorren, cada uno a su manera, la misma carretera perdida. Sus obras mezclan brillo cegador y morbo, como una animadora que despierta después de una noche salvaje. Ojalá su alianza bizarra dure mucho tiempo.
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