El festival de cine documental musical In-Edit enfila su recta final desembarcando en Valencia, del 13 al 15 de noviembre.
Al igual que ocurriera ya el año pasado, el In-Edit sigue ampliando su radio de acción a otras ciudades. Si Bilbao fue la última capital en gozar de un menú de degustación de la amplia oferta que, desde hace 13 años, puede seguirse en los cines Aribau de Barcelona, en esta ocasión será Valencia la cuarta ciudad (hay que sumar también Madrid, claro) que proyecte 9 de los 51 títulos que la matriz catalana ya ha exhibido entre el 29 de octubre y el 8 de noviembre.
La selección final, a proyectar del 13 al 15 de noviembre en el Centro Cultural Las Naves, en la que han jugado un peso importante las votaciones populares, deja fuera a dos de los tres filmes que finalmente se han llevado los premios del jurado: ni The Ecstasy of Wilko Johnson, del afamado Julien Temple, ni Orion: The Man Who Would Be King, de Jeanie Finlay (sobre uno de los innumerables impersonators de Elvis Presley), ambos encumbrados ex aequo en el apartado internacional, podrán verse allí, cuando las ediciones de Barcelona, Bilbao y Madrid ya hayan sido clausuradas. Sí se proyectará, por contra, el premio al mejor documental nacional, que fue a recaer en Rumba 3. De Ida y Vuelta, de Joan Capdevila y David Casademunt, sobre el histórico combo de rumba catalana.
En todo caso, la programación se guarda para su apertura oficial un señuelo algo más vistoso con la proyección, el jueves 12 por la noche, de Daft Punk Unchained, de Hervé Martin Delpierre, el documental sobre la banda francesa más internacional de los últimos años, expertos tahúres en revestir de modernidad, durante cuatro álbumes despachados a lo largo de casi 20 años, los preceptos más clásicos del house y de la disco music. Al margen de sus méritos cinematográficos, su metraje cuenta con un reclamo de peso: la insinuación al final de su trailer de que los rostros reales de ese par de ases de la mercadotecnia, que son Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo, tradicionalmente cubiertos por sus emblemáticos cascos, puedan ser desvelados.
Ya que hablamos de músicos encapuchados y de apariencia anónima, es obligado enlazar a las dos mitades robóticas de Daft Punk con los cuatro globos oculares que desde 1966 encarnan los angelinos The Residents: una de las bandas más inclasificables y genuinas de la historia, siempre haciendo de la electrónica, el avant jazz, el pop, la clásica o el rock los elementos principales con los que modelar un discurso tan iconoclasta como el que en su momento pulieron Captain Beefheart o Frank Zappa. El viernes 13, el público valenciano tendrá la oportunidad de ver Theory Of Obscurity: a film about The Residents, de Don Hardy Jr.
Por su parte, Salad Days: A Decade of Punk in Wahsgington D.C., a proyectar el mismo viernes y 13, es el rockumental en el que Scott Crawford explora la escena autogestionaria que alumbró, en la década de los 80, a bandas como Minor Threat, Bad Brains, Fugazi, Rites Of Spring y otros proyectos que sentaron desde el estado de Washington los cimientos del hardcore norteamericano, tan seminal para la eclosión en la década de los 90 del rock alternativo, ya fuera bajo ropajes noise rock, lo fi, emocore o balo coartada de revival punk rock.
Durante la jornada del sábado 14, el protagonismo recae en la ya mencionada Rumba 3. De Ida y Vuelta, en El Ruiseñor y La Noche. Chavela Vargas canta a Lorca, de Rubén Rojo Aura, All You Need Is Love. The Beatles, de Tony Palmer y Lambert & Stamp, de James D. Cooper, que narra la relación entre Christopher Stamp (hermano del actor Terence Stamp) y Kit Lambert y cómo ambos tutelaron el crecimiento creativo de unas de las grandes bandas británicas de todos los tiempos: The Who.
La última tarde del In-Edit en Valencia, la del domingo 15, se reserva un sabor inequívoco a leyendas de la música popular del siglo XX. Tres figuras capitales del jazz, el soul y la canción de autor con eco literario, respectivamente. The Amazing Nina Simone, de Jeff L. Lieberman, Mr. Dynamite: The Rise Of James Brown, de Alex Gibney y Leonard Cohen: Bird On a Wire, de Tony Palmer.
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