Si crees que alguien va a avisarte de que estás metiendo la pata en Facebook, vas listo, amiguito.
Imagina la escena*:
En una boda, la madrina (OJOCUIDAO, ¡la madrina!) y su hermana salen del baño charlando, muy contentas porque todo está saliendo muy bien, quizás un poco achispadas. Se han retocado el pelo y los labios porque saben que ahora va lo de los brindis, y quieren seguir saliendo guapas en las fotos.
En la cola del baño hay una señora que se ha dado cuenta de que a la madrina se le ha quedado un trozo de papel higiénico pegado en algún sitio y asoma, desafiante, por debajo de la falda.
La señora lo ve, claramente, pero no dice nada porque piensa que se lo dirá su hermana, que quién es ella para poner en evidencia y alertar del ridículo a la orgullosa madrina. Puede que incluso las siga con la mirada, esperando que alguien diga a la madrina que lleva un trozo de papel del váter pegado a la falda, autoconvenciéndose de que siendo nadie para decirle nada. Pero no. Nadie habla. ¿Es que nadie quiere lo suficiente a esa señora como para decirle que va a hacer el ridículo delante de familia y amigos? Pues parece que no.
Mientras ve como atraviesan la pista de baile, ufanas ellas, empieza a sonar una música fuerte, llaman a la madrina al escenario y allí está ella, con el trozo de papel higiénico revoloteando en el bajo de su falda.
Es en ese momento cuando toooooodo el mundo decide gritarle lo del papel, que incluso saldrá en las fotos. HORROR.
La madrina podría haberse evitado el ridículo dedicando un par de minutos a repasar si todo estaba bien y en su sitio. Ahora, todo el mundo recordará esta tontería.
En Facebook, quizás tú seas ella. Quizas estás haciendo el ridículo, porque se te quedan pegadas cosas que no deseas, que todo el mundo ve pero de las que nadie te avisa. Quizás haces el ridículo de vez en cuando, simplemente porque permites que cualquiera te etiquete en cualquier foto, porque no has pasado unos minutos revisando tu configuración de privacidad y, sobre todo, porque has aceptado a contactos que deberían ser páginas de negocio y que, como nadie les hace caso por el edgerank de Facebook, etiquetan a tó quisque para asegurarse de que sus imágenes se ven por ahí.
Y sí. Tú las ves, claro, te han etiquetado, y tus amigos también. Todos las vemos:
No es tan terrible, claro que no. No pasa nada si tus amigos te ven etiquetado en fotos de herboristerías, gabinetes de estética y esas cosas. Nada. Pero piensa una cosa: igual que te etiquetan en algo tan inocente como una promoción de depilación de axilas, pueden etiquetarte en cualquier otra cosa con la que tú no querrías verte relacionado ni en un millón de años. Y también podremos verlo los demás.
Puede que te preguntes: Si todos mis amigos ven que hago un poquito el ridículo, ¿por qué nadie me ha dicho nada hasta ahora?
Ay, alma cándida. Facebook está lleno de señoras que te ven pasar con el papel higiénico asomando por debajo de la falda y no te dicen nada porque ¿quiénes son ellos para poner en evidencia a los demás?
Anda, echa un vistazo a tu configuración de privacidad, a ver qué sorpresas te llevas.
* Basado en una historia real.
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