¿Que qué es el Moog? Un sintetizador que redefinió el rumbo de llamado rock sinfónico, un género tan sobrevalorado por momentos como olvidado en otros. Keith Emerson no soportó las críticas a sus últimos trabajos en los temidos foros de internet, ni la dolencia de colon que le impidió seguir brillando, y decidió matarse. Se disparó la tapa de los sesos, como se suele decir en las películas, porque quizás no encontrase el aprecio que buscaba de los haters en la red. Con 71 años y una serie de álbumes inolvidables, Keith Emerson nos abandonaba repentinamente por propia elección, lo cual tiene un punto truculento que quizás sus allegados viesen venir.
El rock sinfónico nunca fue reconocido en su justa medida ni por los rockeros ni por los academicistas de la música clásica. Era un género poco menos que maldito. Y eso que este inglés lo intentó, primero con un grupo llamado The Nice y, más tarde, con los sí reconocidos y reconocibles Emerson, Lake and Palmer. Era lo que se viene en llamar un supergrupo surgido de miembros de otras formaciones… No obstante, llegaron los setenta y el impacto de este trío se diluyó.
Keith siempre quiso que su propuesta se hiciese popular y populista. Y no dudó en clavar puñales entre las teclas de su Hammond para llamar la atención de los congregados en sus conciertos o quemar una bandera de los Estados Unidos en el Royal Albert Hall de Londres alegando motivos ideológicos. Después llegaría su flechazo con el citado sintetizador y uniría su destino artístico con Greg Lake, bajista y cantante de King Crimson y con el baterista de Atomic Rooster, Carl Palmer. El Moog en cuestión medía hasta tres metros y Emerson aderezaba su interpretación con trucos casi circenses para dar brillo a reinterpretaciones de los grandes clásicos.
Además, el trío no racaneó en ningún momento en el despliegue de sus propuestas: muy al contrario, encargaban a cotizados artistas sus portadas, editaron en su sello discográfico un sencillo de Little Richard y apadrinaron el lanzamiento de bandas de corte similar como Premiata Forneria Marconi. Pero se acabaron los libres 70 y llegaron los estridentes 80, con lo que el grupo acabó desmantelándonse, hasta reunirse años después por el vil metal, sin éxito alguno.
Emerson aprovechó para reinterpretar su repertorio en formato sinfónico, y se ganó la vida haciendo bandas sonoras para pelis de terror y de acción. Una de las más celebradas fue Nighthawks (1981), interpretada por el inefable Sylvester Stallone. En Japón (¿¡cómo no!?) le adoraban, pero debido a sus ya avanzadas dolencias, el tecladista nunca pudo resarcirse y acudir a revivir viejos logros en una gira, ni en 2010 ni en abril del presente año. La primera vez por ese colón que crecía más de lo normal y en abril por razones obvias.
Su compañero Carl Palmer, tras enterarse de la fatídica noticia, afirmaría: Keith era un alma gentil cuyo amor por la música y pasión por su trabajo como tecladista permanecerá sin rival durante muchos años. El que os escribe se queda con esas canciones horteras de los ochenta que levantaban a cualquiera de la cama o con esta maravilla que adjuntamos.
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