Saber cómo soy me permite descubrir mis creencias. Saber lo que quiero ser me permite instalar unas nuevas. Con ellas crearé aquello en lo que creo.
Lo importante es identificar las creencias que me limitan y me inhabilitan para afrontar determinadas situaciones, instalar aquellas que quiero que actúen en mi vida y que potencien la autoconfianza en mis capacidades para hacer aquello que yo decida.
Si creo que no puedo, que no valgo, que no merezco o que no soy importante, por poner algunos ejemplos, es que he entrenado mi mente en la limitación y no en la abundancia de poder todo aquello que deseo, de valer para cualquier cosa que me guste, de merecerme todo lo que existe en esta tierra y de ser lo suficientemente importante para tener derecho a todo lo que quiero. Si creo que soy incapaz de aprender a tocar el violín, bloquearé cualquier oportunidad para desarrollar dicha competencia… y seguramente jamás tocaré el violín.
Estar atento a aquello que pienso, a las sensaciones que tengo, a las palabras que digo cada vez que deseo hacer algo nuevo abre las puertas para identificar esas creencias. También las abre recordar las vivencias de momentos en los que algo me limitó o me generó miedo.
Entonces, si dedico tiempo a mí mismo, a observarme, a ser consciente de las cosas que normalmente hago, digo, pienso, siento, etc., estaré planteándome qué hago con esa cadena en la pata. Si dedico tiempo a saber lo que quiero, cuáles son mis deseos, qué cosas son las que me gustan y cuales no… tendré motivos para soltarme de esa cadena para siempre.
Dar la patada y soltarme de la cadena requiere que instale nuevas creencias que potencien mi capacidad para hacerlo. Ese proceso requiere tiempo y dedicación, paciencia, perseverancia y determinación. Lo primero es creer que es posible hacerlo. Después visualizar mi vida sin esa creencia que me limita y poner una creencia expansiva en su lugar. Repetir este proceso las veces que sea necesario hasta que haya creado este proceso nuevo en mi vida.
Una vez dada la patada y arrancado la cadena, las nuevas creencias me harán la vida más fácil, me permitirán sentirme mejor ante cada nueva situación, me permitirán disfrutar de la vida al máximo y me ayudarán a conseguir las metas que me proponga. Estaré creando una nueva vida para mí en cada instante.
Este proceso no terminará nunca. Siempre existirán creencias que me limitarán, que me sirvieron en un determinado momento y en alguna circunstancia, pero que ahora no las necesito y precisan un cambio por otra que me ayude a conseguir nuevas y mejores metas en mi vida.
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