Aunque parezca que se han olvidado de titularla, casi como si se tratara de un medicamento genérico, Girls no engaña: es explícitamente una serie sobre chicas. No le vamos a dar el gusto a Leena Dunham de reconocer que es la voz de una generación de veinteañeras urbanitas, pero sí valoramos el mérito de crear una ficción como anverso a tantísimas series explicita o implícitamente sobre chicos.
La veleta de las tendencias me tiene desorientado. La primera temporada de Girls molaba; la segunda, ya no; la tercera otra vez sí… Este barbecho es un lío. Claro que eso pasa por seguir el siempre azaroso criterio de lo hipster y querer posicionarse a favor o en contra. O porque todos tenemos deficit de atención con las series y nos gusta la novedad hasta que nos aburrimos de ella, que suele ser pronto (y luego, claro, ha de venir algún amigo de confianza a corregir nuestro comportamiento caprichoso). El caso es que Girls ya no está de moda y ya no tiene el atractivo de lo nuevo, pero sigue ahí. Nos caerá mejor o peor Lena Dunham (se esfuerza mucho en ambos sentidos, según le vaya el día), pero su serie para la HBO se ha solidificado. Es ya un referente a mejorar o a empeorar. Buena prueba de ello son las series que están saliendo bajo su influjo (Drifters, Broad City…) o la cantidad de parodias que ha generado (algunas muy graciosas, otras muy penosas).
Fantasear con un spin-off de Girls es campo minado (sobretodo si pisamos terreno spoof: el título de esta entrada, Boys, ya es el mismo que el de alguna de las parodias que decíamos). Son demasiadas las opciones fáciles que tomar: escoger a cualquiera de las otras girls que no son Hanah Horvath (Marnie Michaels, Soshanna Shapiro o la que tendría más posibilidades por su procedencia brit, Jessa Johansson) no tendría demasiado sentido porque la variación respecto a la serie-madre apenas se percibiría. Y el boy principal de Girls, Adam Sackler, tiene una función tan de contrapunto que, si se le promocionara a protagonista principal, seguramente perdería parte de identidad y gracia.
En cuanto a la posibilidad de crear un antónimo a la serie de Dunham con chicos… uff, la especulación no promete demasiadas diferencias respecto a lo que ya había antes, durante y después de Girls. Es decir: series de hombres, más o menos cultivados, más o menos modernetes y más o menos en paro, que viven en una gran ciudad y resbalan una y otra vez en esa zona incierta que hay entre la post-adolescencia y el trentañerismo. ¿No son así ya Bored to Death, How to make it in America, I just want my pants back, The League o Looking?.
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