El año que viene, de rosa y azul

Como si fuéramos Infantas de España, muñecos de Pin y Pon, o Picasso y sus épocas, en 2016 serán dos tonos pastel los que nos vestirán.

Como cada año, antes de que diciembre toque a su fin, los señores de Pantone anuncian cuál será el color de tendencia para los próximos 365 días. En esta ocasión, después de tenernos 12 meses obsesionados con un granate soso –del que ya hablamos en su momento-, nos han sorprendido con una elección cuanto menos desconcertante: un binomio tonal conformado por el rosa cuarzo y un azul empolvado llamado Serenidad (toma ya poética).

Desde 2006, cuando un beige como de faja de vieja fue el seleccionado, los colores del año habían sido tonalidades tirando a saturadas, potentes, suntuosas. Diez años después, de nuevo, el futuro vendrá marcado por un cromatismo conservador, bastante aburrido y demasiado connotado, aunque Pantone diga que es unisex. La de tiempo que nos ha costado superar lo de las nenas de rosa; los nenes, de azul, para que ahora venga Pantone con que esta pareja de mellizos es lo más.

Desde 2006, cuando un beige como de faja de vieja fue el seleccionado, los colores del año habían sido tonalidades tirando a saturadas, potentes, suntuosas. Diez años después, de nuevo, el futuro vendrá marcado por un cromatismo conservador, bastante aburrido y demasiado connotado, aunque Pantone diga que es unisex. La de tiempo que nos ha costado superar lo de las nenas de rosa; los nenes, de azul, para que ahora venga Pantone con que esta pareja de mellizos es lo más.

Por lo que respecta al Serenidad, tiene una ventaja: es el color de la mayoría de denims ligeros, así que con hacernos con una camisa tejana primaveral ya lo tenemos resuelto. Lo que no me entra en la cabeza, a menos que los expertos esperen que nos vistamos como protagonistas de un anuncio de compresas para pérdidas de orina o de yogures con extra de calcio para nuestros huesos, es que nos ataviemos combinando ambos colores a la vez. El resultado solo podría tildarse de repipi.

Estas predicciones de colores no son en absoluto un tema baladí. Las paletas que cada año se proponen acaban influyendo sutilmente en nuestro día a día: la moda, el diseño gráfico, el interiorismo y hasta la peluquería -¿de qué dos colores se han teñido las modernas últimamente? ¡Rosa y azul!- acaban abrazando estos mandatos y aplicándolos en sus propuestas, que calan en nuestro subconsciente.

Los expertos de la casa defienden que Los consumidores perseguimos el equilibrio interior y el bienestar para hacer frente al estrés de cada día y que estos dos colores calmados nos van a ayudar a sentirnos Seguros y confiados en nosotros mismos. Yo, de momento, lo que tengo claro es que si me visto en esos tonos como me voy a ver es gordo.