La sitcom que protagonizan Amy Poehler, Chris Pratt, Aubrey Plaza y Nick Offerman es la mejor comedia que no estás viendo.
No te fustigues, que estás todavía a tiempo de reparar daños. Puede que el haberte perdido los ya seis años de historia de Parks & Recreation te hagan peor persona que yo, pero al menos podemos solucionarlo y ponerte al tema cuanto antes. No hay discusiones, al menos no en mi timeline vital, a la hora de ponerme a sentenciar: esta sitcom es lo mejor que ha parido la comedia televisiva estadounidense en sus últimos diez años de historia, me tiren lo que me tiren.
Es fácil sacar argumentos para defender Parks & Recreation, pero vamos con el más sencillo de todos: el reparto. Sólo hay que ver cómo estaban las cosas en 2009, cuando la sitcom empezó su largo recorrido por la cadena NBC, y compararlo con este 2015 para dar cuenta de a dónde han llegado los actores que la protagonizan – el cómo ya lo deciden ustedes, una vez se pongan con la puñetera serie, que para algo estamos hoy aquí.
Amy Poehler, presentadora del “Weekend Update” de Saturday Night Live durante seis años, donde compartió plató con otros dos titanes de la comedia como Tina Fey y Seth Meyers, es la líder indiscutible de Parks & Recreation. El alma, si me lo permiten. Su Leslie Knope, una dedicada funcionaria del departamento de parques de Pawnee, Indiana, nos hizo creer que estábamos ante otro jefe patético a lo The Office, pero las cotas de adorabilidad en el trato y pasión hacia el oficio público nos demostraron, sobre todo a partir de la 2ª temporada de la serie, que estábamos ante otro personaje; quizá el más épico de los presentes por su absoluta dedicación al trabajo, a su pueblo y a sus amigos. Porque sepan algo: nadie conoce a sus allegados como lo hace Leslie Knope. Y ya ven los resultados de su interpretación: secundaria roba-escenas en decenas de comedias, presentadora de los Globos de Oro tres años seguidos y justificadamente encumbrada como una de las reinas del género en Estados Unidos – con permiso de Kristen Wiig.
Ya en más breve, hablemos del resto. En Parks & Recreation tenemos a varios héroes de la industria indie norteamericana como Rashida Jones (es actriz, pero ahora también la tenemos escribiendo el guión de Toy Story 4), Adam Scott (todos los años aparece por Sundance presentando alguna película e incluso entregando premios), Aubrey Plaza (protagonista de algunas cintas de culto festivaleras como Life After Beth o Seguridad no garantizada) o Nick Offerman (secundario de lujo en cualquier comedia que se precie: Somos los Miller, 21 Jump Street o la reciente ganadora de Sundance Me & Earl & The Dying Girl).
No menos destacables Rob Lowe, que volvió por la puerta grande tras una mala racha con el impecable Chris Traeger; Aziz Ansari, un crack de la stand-up comedy y un habitual en los repartos de voces del cine de animación de Hollywood; o, por supuesto, la ahora estrella de moda Chris Pratt que, con Parks & Recreation en marcha, ha pasado de gordo abrazable a tipo cachas en varias ocasiones: tuvo que ponerse en forma para sus apariciones en Moneyball, La noche más oscura (Zero Dark Thirty) y, claro, Guardianes de la Galaxia.
El resto de razones claman por reconocimiento en cuanto el espectador pasa la línea de la 1ª temporada, de apenas ocho capítulos y muy ensombrecida por la superioridad de todo lo que viene después. Es a partir de su segunda venida cuando Parks & Recreation muestra sus tan aclamadas virtudes. Primero, la (casi) siempre satisfactoria e hilarante búsqueda de complicidad en la audiencia por parte de los actores -recordemos que la serie es un falso documental (o mockumentary)-. Segundo, la química del reparto, tan ayudada por lo pulidos que están los estereotipos sociales, culturales y políticos de los personajes, amén del eje republicano/demócrata que abanderan Ron Swanson y Leslie Knope, respectivamente. Tercero, el amigable, familiar y acogedor microcosmos que la serie ha creado al apoyarse en el retrato costumbrista del mejor pueblo de América, Pawnee. Y cuarto y último, la ingente cantidad de multirreferencias, gags internos y one-liners que la han convertido en la fuente principal de gifs de la red social Tumblr.
De verdad, dejen de leer y vean Parks & Recreation de una maldita vez. Parece mentira que a estas alturas no se fíen de mí.
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