El 78º Edinburgh International Film Festival, el festival de cine más antiguo del mundo que se celebra de forma ininterrumpida, tuvo lugar del 14 al 20 de agosto. Entre los objetivos del festival se encuentra el de acelerar el descubrimiento de nuevos talentos a través de sus dos concursos principales: el Premio Sean Connery a la Excelencia en la Dirección de Largometrajes, dotado con 50.000 libras esterlinas, y el Premio Thelma Schoonmaker a la Excelencia en la Edición de Cortometrajes, dotado con 15.000 libras esterlinas, ambos decididos por votación popular. El festival se inauguró con la película de la directora Eva Victor, Sorry Baby, una coproducción entre Estados Unidos, España y Francia, en la que demuestra su notable versatilidad al asumir los papeles de guionista, directora y actriz principal en esta película bellamente elaborada, una historia ingeniosa, elegante y profundamente conmovedora sobre una joven que se enfrenta a las sombras de su pasado mientras se esfuerza por construir su propio futuro.
Las diferentes secciones del festival: estrenos mundiales, nuevos largometrajes, programas de cortometrajes, proyecciones retrospectivas y eventos «In Conversation», ofrecidos al público, que abarrotó todas las sesiones, celebraron y premiaron obras procedentes directamente de Sundance, Berlinale y Cannes, junto con emocionantes estrenos y contribuciones excepcionales de figuras de renombre de la industria cinematográfica como Andrea Arnold, Ken Loach, Paul Laverty, Renée Zellweger y Jeremy Thomas.
Conversando con leyendas
Jeremy Thomas es un productor cinematográfico británico y fundador y presidente de Recorded Picture Company. Entre sus logros más destacados se encuentra la producción de El último emperador, de Bernardo Bertolucci, que ganó el Óscar a la mejor película en 1988. En 2006, fue galardonado con el Premio del Cine Europeo por su destacada trayectoria en el cine mundial. El Festival de Edimburgo fue el escenario de una fascinante conversación entre el productor y el director y crítico de cine Mark Cousins, quien le había dedicado su documental de 2021 The Storms of Jeremy Thomas. A lo largo de la maravillosa conversación, compartieron fotografías de compañeros cineastas y artistas, y una banda sonora con música seleccionada personalmente por Jeremy. Mencionó que muchos de sus amigos íntimos son actores y músicos, uno de los cuales, Tilda Swinton, lo describió una vez simplemente como «rock “n” roll».
Antes de conocer a Jeremy en Edimburgo, ya sentía cierta familiaridad con él, tras haber visto el fascinante documental road movie de Mark Cousins. Grabar su conversación me pareció una continuación natural de esa historia, una experiencia que tuve el honor de capturar. Ahora, con 76 años, Thomas sigue tan apasionado y decidido como siempre. A pesar de reconocer los retos a los que se enfrentan los cineastas contemporáneos, él sigue creando películas políticas. Su compromiso inquebrantable con el cine creativo es inspirador y necesario en el cambiante panorama actual.
Kevin Macdonald y Andrew Macdonald
Otro momento destacado del festival fue la conversación entre el director Kevin Macdonald y su hermano, el productor Andrew Macdonald, dos familiares de gran éxito que han labrado su propio camino en el mundo del cine. Lo que hizo que su charla fuera tan interesante no fue solo las historias, sino la calidez y la complicidad que se respiraba entre ellos. Era como si estuviéramos escuchando a escondidas una charla familiar, una con Óscars (One Day in September, 1999), éxitos de culto y décadas de experiencia en la industria.
La sesión comenzó con un brillante vídeo de principios de la década de 1990, en el que se veía a un Kevin y un Andrew muy jóvenes presentando la idea de lo que se convertiría en Shallow Grave (Danny Boyle, 1994). Era divertido y atrevido: incluso llamaron a Sean Connery a Los Ángeles como parte de la presentación. Las reacciones de los expertos del sector en aquel momento fueron dispares (en su mayoría hombres), y muchos se mostraron escépticos. Pero una persona destacó en las imágenes: Sam Fuller, que se mostró tranquilo y alentador, y que claramente vio algo en su entusiasmo. Lo que añadió otra capa a esta conversación fue un hilo conductor inesperado: la moralidad en la producción cinematográfica. Tanto Jeremy Thomas (en su charla) como Andrew Macdonald mencionaron cómo, en años anteriores, la brújula moral en la producción no siempre estaba firmemente establecida en la búsqueda del éxito. ¿Se trata de la sensación de que es hora de admitirlo, de compartirlo honestamente? Que puede ser (fue, sigue siendo) una parte/elemento importante del éxito. Hay algo refrescante en escuchar esa honestidad ahora, de personas que han visto las dos caras de la industria.
Películas
Sorda (Eva Libertad, 2025)
Sorda, un drama íntimo, cuenta la historia de Ángela, una ceramista sorda que se enfrenta a los retos profundamente personales del embarazo y la maternidad en un mundo que aún ofrece poco apoyo a las personas con discapacidad auditiva. Se trata del debut cinematográfico de la directora Eva Libertad. Con ternura y claridad, nos adentra en el mundo de Ángela, captando los matices físicos y emocionales de su experiencia. Estrenada en la Berlinale, forma parte de una nueva y emocionante ola de cineastas españolas que cuentan historias realistas y centradas en los personajes, especialmente sobre mujeres que se enfrentan a transiciones vitales cotidianas pero profundamente resonantes. Deaf trata sobre la capacidad de actuar, la comunicación y la búsqueda de la fuerza incluso en los momentos más difíciles.
After This Death (Lynda Myles, 2025)
Fue una proyección especial, cuidadosamente seleccionada por la brillante productora cinematográfica y antigua directora del festival Lynda Myles, que tiene un gusto y un estilo impecables tanto en el cine como en la vida. Asistir a una película elegida por ella para el festival prometía algo realmente especial: una experiencia cinematográfica mágica.
After This Death está filmada con estilo y tiene múltiples capas emocionales, explorando temas como el amor, la obsesión y la pérdida, y las mujeres que toman sus propias decisiones. Su potente diseño de sonido y su llamativo estilo visual crean una atmósfera cautivadora e inolvidable.
Sanatorium (Gar O’Rourke, 2025)
Fue fascinante ver este documental, dirigido por un cineasta irlandés con el apoyo de un equipo ucraniano, a muchos de cuyos miembros conozco desde hace años, en una sala llena de gente local y asistentes al festival. Fue especialmente interesante observar sus reacciones ante los detalles, los hábitos culturales y los chistes. Este tipo de experiencias me suelen ocurrir a menudo en las proyecciones de festivales, pero esta vez tuvo un peso añadido, dada la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania.
La directora del sanatorio es retratada como una auténtica berehynia: hermosa, sabia, cálida y siempre dispuesta a ayudar a las personas a curarse. Cada personaje es representado con cuidado y profundidad, y el propio sanatorio, junto con sus alrededores, se convierte en un personaje vivo de la película. Gar O’Rourke equilibra magistralmente la observación documental con el humor y la ternura hacia sus protagonistas. El día del estreno aquí, se anunció que la película representaría a Irlanda en los Oscar, lo cual fue una noticia maravillosa y un merecido reconocimiento a esta obra tan sentida.
En cuanto a la lista de galardonados, Mortician, de Abdolreza Kahani, ganó el Premio Sean Connery a la Excelencia en la Realización de Largometrajes del EIFF de este año, elegido por votación del público y respaldado por la Fundación Connery, con un premio de 50.000 libras esterlinas. La película cuenta la historia de un solitario funerario cuyo encuentro con una cantante fugitiva constituye el núcleo emocional de este elegante drama de bajo presupuesto. Kahani, que regresa al EIFF tras A Shrine el año pasado, presenta Mortician dentro de Spotlight Canada 2025, con el apoyo de la Alta Comisión de Canadá y la Fundación Canadiense Beaverbrook.
Mother Goose, de Joanna Vymeris, ganó el premio Thelma Schoonmaker a la excelencia en la realización de cortometrajes en el EIFF, seleccionada por votación del público y dotada con 15.000 libras esterlinas. Presentada por la propia Schoonmaker, la película es un cuento de hadas moderno sobre el dolor y el aislamiento, que sigue a una viuda cuya obsesión por criar un ganso se convierte en una tragedia.
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