En anteriores posts hemos analizado la importancia que tuvieron las tiendas de discos y los locales de ocio para crear el germen de lo que se vino a llamar la Ruta del Bakalao. En éste último post serán los grupos y los sellos independientes los protagonistas.
Ninguno de los entrevistados considera esencial para el germen de la ruta a los grupos que conformaban la escena valenciana. Para Manolo Rock (manager de bandas como Surfin’ Bichos, Comité Cisne, Transfer, Los Cangrejos o Cómplices), “la movida valenciana acaparó muy diversos estilos musicales y uno de ellos fue el tecnopop, pero dudo mucho que las bandas que lo representaban, ni dicho movimiento hayan sido la génesis de todo lo que vino después”. Fran Lenaers opina lo mismo: “No creo que hubiera bandas decisivas para influir a todo el mundo. Aquí se absorbía toda la música independiente que viniera de cualquier lado del mundo”.
Pero retrocedamos unos años. Tras juntarse algunos miembros de La Banda de Gaal (el cantante Luis Badenes, José Luis Macías a los teclados y Remi Carreres al bajo) y Doble Zero (José Payá a la batería y Adolfo Barberá a la guitarra) nace Glamour. A finales de 1981 lanzan un primer single, “Imágenes”, que llega a ser el primer número de un grupo valenciano. Su estilo se encasilla en la nueva corriente que triunfa en UK, con grupos como Ultravox, Spandau Ballet, Visage, Japan o Duran Duran, los nuevos románticos. Ellos fueron el estandarte de la llamada movida valenciana. Si en Madrid tenían a Kaka de Luxe, en Valencia teníamos a Glamour.
Un grupo que no surgía de la nada. En la capital del Turia, como comentamos en anteriores posts, había unas tiendas de discos donde llegaban mucho material importación, y los pubs que empiezan a nacer como setas en el Barrio del Carmen o Pelayo concentraban las nuevas tribus urbanas influenciadas a nivel estético y musical, por todo lo que venía de fuera. Entre tanta fauna nocturna hay músicos que empiezan a incorporar a sus grupos cajas de ritmos, sintetizadores, o secuenciadores. Llegando incluso a a asociarse, como la División Avanzada Independiente (D.A.I.), que fue un colectivo de músicos que se formó a principios de 1980 en Valencia. Su primer miembro fue José Luis Macias (Glamour, Tomates Eléctricos, Europa y Ultima Emoción), Francisco José Galán (Tomates Eléctricos, Fanzine, Fuegos Fatuos y Notre Dame) y Lino Oviaño (Europa, Ultima Emoción, Fuegos Fatuos y Notre Dame). En definitiva, la DAI fue formada por bandas que buscaban incluir sonidos electrónicos en sus composiciones.
Tras el éxito de Glamour, muchos grupos de la movida valenciana siguen su estela, añadiendo pinceladas electrónicas y vestuario suntuoso. Vídeo, Betty Troupe o Platino llegan a tener una proyección más nacional. Pero junto a ellos también estaban otras bandas como Diagonal, Armas Blancas, Fanzine o Karmas Kolectivos.
El carácter bailable, moderno y electrónico de estas bandas, lo ven con buenos ojos los DJs y programadores de las incipientes discotecas de la ruta como Chocolate o Barraca, para incluir conciertos de estos grupos en estas salas a altas horas de la madrugada. Un hecho único a nivel nacional e internacional. Como dice Manolo Rock, “hasta donde yo conozco, la noche valenciana de los 80 no tenía parangón con ninguna otra. Y no exagero ni es patriotismo barato (no soy valenciano). No había sala que comenzara un concierto antes de las doce y media de la madrugada, cosa impensable en los tiempos actuales. Bueno, y qué decir de los bolos que montaba Tony “El Gitano” Vidal en Chocolate… esos ya arrancaban a las 3 o 4”. Tony “El Gitano” Vidal lo corrobora: “Las actuaciones a altas horas de la madrugada e incluso a horas como las 7 de la mañana eran únicas en el mundo y todavía nadie ha podido hacer nada igual”. Aunque Fran Lenaers matiza: “Que yo sepa esos horarios solamente se daban en Valencia, aunque siempre ha dependido de que el grupo lo aceptara”.
Y junto a esta eclosión de grupos surgió el nacimiento de los primeros sellos independientes. José Luis Macías se decanta por “Intermitente o Grabaciones Milagrosas y las cassettes de DAI y La Norma: de algunas se vendieron mas de mil cintas, hechas una a una, vamos una locura”. Manolo Rock resalta “a Plataforma, Radical, Citra, Ediciones Milagrosas o Intermitente”. Mientras que Fran Lenaers barre para casa: “la nuestra, Invisible Megabeat, que la tuvimos para editar nuestros propios discos”.
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