La principal cualidad de David Bowie ha sido el cambio, Bowie ha sido un artista que nunca se ha plantado en un único estilo o área, siempre investigando nuevos sonidos y artistas, la mayoría de sus contemporáneos siguieron aferrados a Muddy Waters, Chuck Berry, Beatles y Dylan, Bowie, en cambio, siguió descubriendo nuevas fuentes de inspiración en cada década. Si en los 60 idolatró a Beatles, Stones, Velvet y Dylan, en los 70 descubrió a Springsteen antes de Born To Run y a Kraftwerk antes de Trans-Europa Express, en los 80 declaró a Prince como dominador absoluto y regresó a las guitarras bajo el influjo de los Pixies, antes de la explosión de Nirvana, en los 90 alucinó con el sonido industrial de Nine Inch Nails y se dejó influir por los sonidos de The Prodigy y Underworld, en la primera década del Siglo XXI se enamoró de Arcade Fire y en la segunda cayó rendido ante Kendrick Lamar.
Y es que Bowie es el buscador incansable e incalificable, a pesar de que su enorme huella se puede vislumbrar a través de todas sus fases, desde la simplicidad de “Liza Jane” hasta las honduras de “Lazarus”, cada una de sus canciones e interpretaciones siempre llevan el ADN de su autor, a pesar de que cada una venga con un disfraz sonoro distinto, de ahí que su huella se pueda apreciar en gente tan diversa como Joy Division, Duran Duran, los Sex Pistols, Gary Numan, los Smiths, Nirvana, Suede, LCD Soundsystem… o que el propio Bowie haya colaborado con Iggy Pop o Bing Crosby, pasando por Mick Jagger, Giorgio Moroder, Trent Reznor, James Murphy, Mick Ronson, Brian Eno, Pat Metheny, John Lennon, Pet Shop Boys, Morrissey, Massive Attack, David Gilmour o TV On The Radio.
David Jones, el Mod (1962-1966)
David Jones, que es el verdadero nombre del artista, comenzó su carrera como saxofonista de los Konrads, una banda de R&B, en 1962, antes de que los Beatles se hicieran famosos, a pesar de que Jones tenía siete años menos que Lennon y solo contaba con 15 años de edad en ese momento. Su pasión por el instrumento le venía de su hermano por parte de madre, Terry Burns, que era diez años mayor que él y era un gran apasionado del jazz moderno. Antes de que su esquizofrenia llevara a sus padres a meterle en un psiquiátrico fue una enorme influencia en Bowie, no solo por meterle el gusanillo del jazz, sino también el del budismo, el ocultismo de Aleister Crowley o la poesía beat. La sombra de Burns sería constante en el resto de su carrera.
Tras una audición para Decca en la que la banda fue rechazada, Jones se unió a otra banda llamada The King Bees, donde ya ejercía de cantante, y a la que intentó vender ante un empresario como los nuevos Beatles pidiéndole que hiciera por ellos lo que Brian Epstein había hecho por los de Liverpool. No lo consiguió, pero por lo menos consiguió un mánager y un contrato de grabación, estrenándose en 1964 con “Liza Jane”, escrita por Leslie Conn, firmada como Davie Jones and The King Bees. Poco después dejó los King Bees y fichó por los Mannish Boys. Los nombres de las bandas, ya nos dicen que su ambición, en ese momento al menos, era convertirse en Mick Jagger. Poco después descubrió a los Kinks y a los Who y se hizo Mod, formando The Lower Third, cuyo “You’ve Got a Habit of Leaving” sonaba muy parecida a los de Pete Townshend. Poco después se cambia el apellido, para evitar confusiones con el Davy Jones de los Monkees y saca “Can’t Help Thinking About Me” ya como David Bowie and the Lower Third. Ninguna de estas primeras encarnaciones le consiguió el ansiado éxito, no hay que olvidar que cuando dejó los estudios Bowie les anunció a sus padres que lo hacía para convertirse en una estrella pop, pero años después colaboraría con miembros de las cuatro principales bandas de la invasión británica que fueron sus primeras influencias, Lennon, Jagger, Townshend y Ray Davies.
Influencias principales: The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks, The Who.
Canciones principales: “Liza Jane” (1964), “I Pity the Fool” (1965), “You’ve Got a Habit of Leaving” (1965), “Can’t Help Thinking About Me” (1966).
‘Music Hall’ y Scott Walker (1966-1968)
A finales de 1966 David Bowie comienza a tener dudas sobre su futuro como “estrella pop” y comienza a estudiar mimo y está a punto de abandonar la música, pero en ese momento ficha por Deram y comienza una nueva fase en la que se mezclarán distintas influencias, una de las más claras es la del music hall británico y en particular de Anthony Newley, al que recordará vocalmente bastante en esta época. Su primer sencillo para la compañía, la barroca “Rubber Band”, marcará el inicio de esta etapa a la que se sumará otra influencia fundamental en su carrera, las infantiles y surrealistas letras y rimas de Syd Barrett, el líder de los Pink Floyd de esa época, su huella se puede notar en sus siguientes sencillos “The Laughing Gnome” y “Love You Til Tuesday”. Todas esas influencias se mezclarán en su primer disco, David Bowie, que se publicará el 1 de junio de 1967.
Pero habrá una tercera influencia que tendrá la huella más profunda en la carrera de Bowie, Scott Walker. En 1966 comenzó a salir con una chica que había sido novia del cantante de los Walker Brothers y que no paraba de escuchar su música, al principio la manía le parecía molesta a Bowie, pero poco a poco pasó a gustarle más la música de Walker que la propia chica, siendo uno de los primeros en escuchar el primer disco en solitario del cantante, Scott, en el que se encontraban dos versiones de Jacques Brel que el propio Bowie incluiría posteriormente en su repertorio, “My Death” y “Amsterdam”. La chica quedaría olvidada pero la huella de Walker se quedaría para siempre en su música, por ejemplo en las mejores canciones de su carrera hasta ese momento, las notables “When I Live My Dream”, “Silly Boy Blue”, “Karma Man”, “Let Me Sleep Beside You” o “In The Heat Of The Morning”, a pesar de que las tres últimas fueran rechazadas por Deram y no vieran la luz en su momento.
Treinta años después Bowie no podría evitar las lágrimas cuando una periodista le enseñe un mensaje en una cinta de cassette de Walker felicitándole por su 50 cumpleaños, esto fue lo que dijo tras escucharlo: Es increíble… veo a Dios en la ventana. Eso sí que me ha emocionado, me temo. Creo que probablemente ha sido mi ídolo desde que era un niño. Eso es muy conmovedor. ¡Quiero una copia de esa cinta!. Estoy absolutamente… Eso realmente me ha sobrepasado. Muchas gracias.
Discos: David Bowie (1967), The Deram Anthology 1966–1968 (1997).
Canciones principales: “Rubber Band”, “Love You Til Tuesday”, “When I Live My Dream”, “Silly Boy Blue”, “Karma Man”, “Let Me Sleep Beside You”, “In The Heat Of The Morning”.
Influencias principales: Scott Walker, Anthony Newley, Pink Floyd (los liderados por Syd Barrett), The Velvet Underground.
Mimo y hippie acústico (1969)
Ni el disco, ni los sencillos de Deram fueron los éxitos deseados, así que Bowie volvió a cambiar, en 1968 se había enamorado de la actriz y bailarina Hermione Farthingale y había comenzado una relación con ella, al poco formaron un trío de folk rock acústico llamado Feathers. Con la guitarra acústica en manos Bowie escribiría su primera obra maestra absoluta. Se trataba de “Space Oddity”, influida por el 2001 de Kubrick y por la próxima llegada del hombre a la luna. Grabó dos versiones, la primera, grabada en febrero de 1969 para su película promocional Love You till Tuesday, que no se llegaría a estrenar, la segunda, la más conocida, se grabó en junio de ese mismo año y se estrenaría el 11 de julio, nueve días antes de Neil Armstrong pusiera el primer pie humano en la luna. La BBC utilizaría la canción de David Bowie en su cobertura del evento, disparando las ventas de la canción que se convertiría en su primer número uno en las listas británicas.
Fue un éxito agridulce ya que Farthingale le había abandonado y ese dolor se notaría en el disco que grabaría para acompañar a “Space Oddity”, también llamado David Bowie. Es evidente que todavía no se ha encontrado como artista, pero aquí ya hay canciones gigantescas como “Cygnet Committee” o “Wild Eyed Boy from Freecloud”. Fue como trovador folkie como su amistad con Marc Bolan se consolidó, yéndose ambos de gira en febrero y marzo del 69. Eso no impediría que, en breve, lucharían por la corona del Glam.
Influencias: Bob Dylan, The Bee Gees.
Discos: David Bowie (1969)
Canciones: “Space Oddity”, “Unwashed and Somewhat Slightly Dazed”, “Letter to Hermione”, “Cygnet Committee”, “Wild Eyed Boy from Freecloud”.
Rock & Roll Star (1970)
Bowie siempre se ha sabido beneficiar de sus colaboradores, sacando lo mejor de ellos, su carrera está llena de gente fundamental como Tony Visconti, Brian Eno o Carlos Alomar, pero si tuviera que elegir la más importante no dudaría ni un instante, sería Mick Ronson. El guitarrista y Bowie formarían una sociedad simbiótica que sacaría lo mejor de ambos y comenzaría con una espectacular relectura, con la fiera guitarra de Ronson, del “Memories Of A Free Festival” de su anterior disco. Bowie se pone el traje de ‘rock & roll star’, ahora que cuenta con un guitarrista a la altura y saca el disco más ‘hard rock’ de su carrera, The Man Who Sold The World, eso sí, lo hace vestido de mujer y hablando del superhombre de Nietszche, el éxito conseguido con “Space Oddity” se desvanece, aunque la gloria aguarda a la vuelta de la esquina
Influencias T. Rex, Cream, Led Zeppelin.
Discos: The Man Who Sold The World.
Canciones: “The Man Who Sold The World”, “The Width Of A Circle”, “Memories Of A Free Festival Pt 1 & 2”, “The Supermen”, “Black Country Rock”, “All The Madmen”.
El Rey del Glam (1971-1974)
La etapa fundamental de su carrera, y de la que más se ha hablado (incluyendo yo mismo en El Hype), así que seré breve. David Bowie se descubre finalmente a sí mismo, Hunky Dory, y encuentra el personaje perfecto para lanzarle a la fama, Ziggy Stardust, dando como resultado los dos mejores discos de su carrera y un tercero casi a su altura, Aladdin Sane. Tras varias encarnaciones Bowie se convierte en la estrella que les dijo a sus padres que sería a los 15 años. Todo lo que hay aquí es puro oro musicalmente, incluida la que puede que sea la mejor canción de su carrera, “Life On Mars?”.
Influencias: T. Rex, Iggy & The Stooges, The Velvet Underground & Lou Reed.
Discos: Hunky Dory (1971), The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (1972), Aladdin Sane (1973).
Canciones: “Life On Mars?”, “Ziggy Stardust”, “Changes”, “Starman”, “Oh You Pretty Things”, “Rock And Roll Suicide”, “Rebel Rebel”, “Lady Stardust”, “Watch That Man”, “Suffragette City”, “Queen Bitch”, “Moonage Daydream”, “Quicksand”, “The Jean Genie”, “Five Years”, “Time”, “Diamond Dogs”, “Hang On To Yourself”, “Kooks”, “Drive In Saturday”, “Velvet Goldmine”, “Star”, “Panic in Detroit”, “Sweet Head”, “Lady Grinning Soul”, “The Bewley Brothers”, “John I’m Only Dancing”, “Holy Holy”.
El soul plástico del delgado Duque Blanco (1974-1976)
Pero, no por conseguir el éxito, David Bowie iba a olvidarse de los cambios, en plena fiebre Ziggy Stardust, Bowie mata al personaje en directo y disuelve las Arañas de Marte, lo que incluye la traumática separación con Ronson. Tras un espléndido, aunque poco entendido, disco de transición entre el glam y el soul plástico, Diamond Dogs, Bowie se enfunda el elegante y estirado traje del Duque blanco entre montañas de cocaína y unos treinta kilos de peso. Gamble y Huff sustituyen a Reed y Bolan como influencias y el sonido Philadelphia se impone al rock. Eso sí, hasta en sus delirios cocainómanos se encuentran obras maestras como el imprescindible Station To Station, donde ya se vislumbra la siguiente fase.
Influencias: Kenny Gamble y Leon Huff, Stevie Wonder, Bruce Springsteen, Aretha Franklin, Luther Vandross.
Discos: Diamond Dogs (1974), Young Americans (1975), Station To Station (1976)
Canciones: “Station To Station”, “Young Americans”, “Golden Years”, “Fame”, “TVC15”, “Stay”, “We Are The Dead”, “Wild Is The Wind”, “Sweet Thing/Candidate/Sweet Thing”, “Win”, “1984”, “Who Can I Be Now?”, “Can You Hear Me”, “Word On A Wing”, “Big Brother”.
El experimentador berlinés (1976-1979)
Bowie se desintoxica en Berlín con Iggy Pop (realmente los discos de Iggy de esta época son parte de la trilogía berlinesa de Bowie) y vislumbra nuevas sonoridades junto a Brian Eno. Cuando el punk explota en Londres de la mano de los Pistols, con Johnny Rotten con el pelo rojo como Ziggy y Steve Jones con la Les Paul de Ronson, David Bowie ya está creando el post punk en Berlín con “Warszawa”. La segunda etapa fundamental de su carrera, con el disco más rompedor de la misma, Low, y la única canción que puede mirar cara a cara a “Life On Mars?”, la gigantesca “Heroes”.
Influencias: Kraftwerk, Neu, Can, Eno.
Discos: Low (1977), Heroes (1977), Lodger (1979).
Canciones: “Heroes”, “Sound And Vision”, “Be My Wife”, “Boys Keep Swingin”, “Beauty and the beast”, “Speed Of Life”, “Sons of the Silent Age”, “Breaking Glass”, “Always Crashing in the Same Car”, “Look Back In Anger”, “Warszawa”, “The Secret Life of Arabia”, “What In The World”, “A New Career In A New Town”, “Fantastic Voyage”, “Joe the Lion”, “DJ”, “Blackout”, “Red Sails”.
Creando a los nuevos románticos (1980-83)
En 1980 Bowie se dio cuenta que tras tres discos experimentales una nueva generación, totalmente influida por él, con gente como The Human League o Gary Numan a la cabeza, estaba tomando por asalto las listas mientras que él se alejaba peligrosamente de las listas. Así que decidió hacer discos más comerciales, el primero, Scary Monsters (And Super Creeps) todavía tenía mucho filo en las guitarras de Robert Fripp y en canciones como la titular o las dos versiones de “It’s No Game”, eso sí otras como “Fashion” no disimulaban su objetivo, pero está claro que este disco contiene algunas de las mejores canciones de su carrera, como la inolvidable “Ashes To Ashes”, donde retomaba al Mayor Tom de “Space Oddity”.
Su giro a la comercialidad sería todavía más acusado en el siguiente disco Let’s Dance, con la producción de Nile Rodgers de Chic, Bowie se encontraba con el disco más exitoso de su carrera y comenzaba a disputar las listas a los reyes de la década, Michael Jackson, Prince y Madonna.
Influencias: Prince, Chic, Michael Jackson.
Discos: Scary Monsters (1980), Let’s Dance (1983).
Canciones: “Ashes To Ashes”, “Under Pressure”, “Modern Love”, “Let’s Dance”, “It’s No Game (Part 1)”, “Scary Monsters”, “Fashion”, “Up the Hill Backwards”, “Because You’re Young”, “Kingdom Come”, “China Girl, Cat People”, “Teenage Wildlife”.
Estrella del pop (1983-1988)
El paso dado en Let’s Dance se aumentaría en sus siguientes discos y por primera vez en su carrera, David Bowie se acomodaba a una fórmula y buscaba el éxito sin descaro en unos discos a los que él mismo ha criticado llamándolos mi etapa Phil Collins. Es cierto que la producción suena comercial y anclada en su tiempo pero, aun así, Bowie sigue sacando buenas canciones, como “Blue Jean”, e incluso alguna extraordinaria como “Absolute Beginners”
Influencias: Phil Collins, Tina Turner.
Discos: Tonight (1984), Never Let Me Down (1987).
Canciones: “Absolute Beginners”, “This Is Not America”, “Blue Jean”, “Loving the Alien”, “Day-In Day-Out”.
Retorno a las guitarras (1988-1992)
Tras los palos recibidos por Never Let Me Down Bowie decide apartarse de la música comercial y buscar algo que le satisfaga a sí mismo, así que se vuelve a juntar con un guitarrista experimental, en este caso Reeves Gabrels, y con un oído puesto en los Pixies, decide volver a las guitarras con Tin Machine. Si en la portada de su primer disco, en vez de con trajes yuppies, hubieran aparecido con camisetas de cuadros por fuera del pantalón, podría haber pasado por obra primeriza del grunge, además había un par de temas muy interesantes, sobre todo “I Can’t Read”, aunque también destaca el blues rock salvaje de “Heaven’s In Here” y “Under The God”. También hubo una continuación con resultados más mediocres en 1991.
Influencias: Pixies, Jeff Beck Group, Jimi Hendrix, Stevie Ray Vaughan.
Discos: Tin Machine (1989), Tin Machine II (1991).
Canciones: “I Can’t Read”, “Under The God”, “Heaven’s In Here”, “You Belong in Rock n’ Roll”.
Bienvenida a la electrónica (1992-1998)
Bowie retomó su carrera en solitario con Black Tie White Noise uno de los discos más inclasificables de su carrera, vuelve Ronson y hay versión de Cream, pero no es un disco de guitarras, Nile Rodgers está a la producción, como en Let’s Dance, pero no es un disco comercial, y David Bowie comienza a coquetear con la electrónica, pero no es un disco electrónico. Eso sí, su fascinación por los sonidos más industriales y electrónicos se confirmaran con el siguiente disco, Outside, de 1997 y su continuación Earthling, en 1997. No es el periodo más fascinante pero sí uno de los más curiosos y olvidados de su carrera.
Influencias: Nine Inch Nails, Goldie, The Prodigy, Pet Shop Boys.
Discos: Black Tie White Noise (1993), Outside (1995), Earthling (1997).
Canciones: “I’m Afraid Of Americans”, “Jump They Say”, “The Buddha Of Subburbia”, “Hallo Spaceboy”, “The Hearts Filthy David Lessons”, “I’m Deranged”, “Strangers When We Meet”, “Little Wonder”, “Dead Man Walking”.
Mirando atrás sin ira (1998-2013)
Tras la celebración de su concierto por su 50 cumpleaños, con la participación de Frank Black de los Pixies, Robert Smith de los Cure, Lou Reed, Dave Grohl de Nirvana y Foo Fighters, Billy Corgan de los Smashing Pumpkins o Sonic Youth, Bowie pareció aceptar su pasado y dejar de buscar tan ansiosamente el futuro, por primera vez en su carrera mira hacia atrás sin ira, sin olvidarse del presente pero sabiendo que es suficientemente mayor como para que parecer joven se le vuelva en contra.
Entra en un periodo que podríamos definir como neoclásico, con referencias a sí mismo y canciones que pueden recordar a su época dorada con Mick Ronson, como “New Killer Star”, y otras que podrían haber aparecido en Station To Station, como “You Never Get Old”. Esta etapa va desde Hours hasta su disco de regreso, tras un parón de casi diez años, con The Next Day, aunque la canción con la que adelantaba aquel disco, “Where are we now?”, ya adelantaba que Bowie estaba buscando nuevas miras.
Influencias: Morrissey, Placebo, él mismo.
Discos: Hours (1999), Heathen (2002), Reality (2003), The Next Day.
Canciones: “Thursday’s Child”, “New Killer Star”, “Seven”, “The Pretty Things Are Going To Hell”, “Slow Burn”, “Everyone Says Hi”, “You Never Get Old”, “I Would Be Your Slave”, “Bring Me The Disco King”, “Where are we now?”, “The Stars (Are Out Tonight)”, “Valentine’s Day”, “I’d Rather Be High”, “You Feel So Lonely You Could Die”.
Blackstar, hasta el infinito y más allá (2014-2016).
David Bowie grabó su último disco sabiendo que bien podía ser el último y decidió que, si ese iba a ser el caso, lo iba a hacer mirando hacia adelante, concretamente a una nueva carrera en un nuevo lugar, posiblemente en una galaxia lejana junto al Mayor Tom.
Con el To Pimp A Butterfly de Kendrick Lamar como fuente de inspiración, sobre todo por su acercamiento al jazz, pero desde otro género, en el caso de Lamar el hip hop, Bowie contrata a una banda jazz y entrega su disco más maravilloso en décadas. Una despedida por todo lo alto con dos de las mejores canciones de su carrera, la titular y “Lazarus”, dejando claro que hasta el último momento estuvo buscando nuevas formas de sorprender, mira hacia arriba, estoy en el cielo, tengo cicatrices que no se pueden ver…
Influencias: Kendrick Lamar, Kamasi Washington.
Discos: Blackstar (2016).
Canciones: “Lazarus”, “Blackstar”, “I Can’t Give You Everything”, “Dollar Days”, “‘Tis A Pity She Was A Whore”, “Girl Loves Me”.
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