Coherence

Hace décadas, el paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo finlandés quedaran completamente desorientados. Una mujer llegó incluso a afirmar que el hombre que estaba en su casa no era su marido. En la actualidad, un grupo de amigos rememora el suceso durante una cena que se verá interrumpida cuando extraños sucesos acaezcan a consecuencia del paso de otro cometa. Tras ser aclamada en multitud de festivales de cine fantástico, Coherence llega a nuestras pantallas.

A lo largo de la historia del cine, no pocos creadores han sido los que han venido a confirmar la máxima de que menos es más. Coherence, contundente debut en la dirección de James Ward Byrkit, no sólo constituye un claro ejemplo de ello ―las carencias de producción son rentabilizadas y convertidas en virtudes: la grabación cámara en mano y los momentáneos desenfoques transmiten el nerviosismo de los personajes, de igual modo que los escasos escenarios hacen copartícipe al público de la sensación de claustrofobia que los caracteres experimentan y la tenue iluminación manifiesta su incertidumbre y acrecienta la inquietud―, sino que también certifica que, sin importar cuán grande o pequeño sea el presupuesto de un filme, la ciencia ficción siempre reflexiona en torno a los temores e inquietudes más íntimas del ser humano.

Coherence (2013)

Suerte de obra de cámara dotada de un guión que funciona como un preciso mecanismo de relojería (cuesta creer que fue fruto de un trabajo de improvisación con el elenco actoral) en el que los inspirados giros reavivan exponencialmente el interés de un espectador que se entregan con deleite a los designios de los demiurgos de una ficción angustiosamente paranoica que tiene la inteligencia suficiente como para aprovechar moldes previos sin caer en las lacras del pastiche: un concepto propio de los mejores episodios de Twilight Zone, unas gotas de La invasión de los ladrones de cuerpos, las cerebrales disquisiciones metafísicas de la sci fi indie Primer (paradoja de la mecánica cuántica de Schrödinger incluida) y un regusto (salvando las distancias) a El ángel exterminador. Todo ello satinado con el inmortal tema del doble o doppelgänger, tan vinculado al fantástico.

Coherence (2013)

Relato alegórico construido en torno a la incertidumbre existencial, Coherence es un perspicaz y vigoroso puzzle construido a partir de piezas radicalmente heterogéneas cuya milagrosa articulación genera la más estimulante y lúcida muestra de ciencia ficción en años.

Coherence (2013)