Dos de las alfombras rojas más importantes de la primavera se celebran con escasos siete días de diferencia. ¿Lo que es adecuado para una gala es admisible para la otra? A tenor de lo que las celebrities eligieron para la gala del MET y los premios MTV, cada uno de estos eventos, la respuesta es da la nota, que algo queda.
Al cotarro del MET, puedes ir hecha un cuadro… literalmente. Caroline Kennedy decidió envolverse en lienzos. Protocolariamente hablando, el diseño de Comme des Garçons era perfecto, no olvidemos que la homenajeada era Rei Kawakubo, fundadora de la firma. Otra cosa es que la hija de Jackie O. pudiera ir sola al baño, tomar algún canapé o hacer algo que no fuera quedarse en una esquina quieta sin dañar el mobiliario del Museo.
También de la firma nipona, Rihanna, con un conjunto muy arty, como creado por un niño de cinco años en clase de pretecnología. Hay madres que han recibido regalos hace una semana elaborados también con papel de colores, cintas, pegamento y mucha ilusión.
Aunque es de Moschino, el vestido de Madonna se asemeja mucho a lo que hallarías dentro del envoltorio de un disfraz de “Guerrillera Sexy” en un bazar de todo a 100.
Marchesa –¿Marchesa? ¿En serio?– firma el vestido / lazo que luce Rita Ora y que era, en verdad, un regalo para los sentidos. O, tal vez, más que un regalo, su envoltorio, porque hasta lo de la cabeza es cinta adhesiva.
Con un peinado similar al de Ora, Cara Delevigne hizo doblete en la alfombra roja. Primero se plantó así en el MET…
Y luego, como la ocasión la pintan calva, tal que asá -y de Saint Laurent– en los Premios MTV. ¡Es toda una Cara-dura!
Barb de Stranger Things -sí, porque a la pobre nadie la recordará por su verdadero nombre, Shannon Purser– demostró que lo verdaderamente extraño era pensar que acertaría con semejante vestido.
Noah, la hermana de Miley Cyrus, consigue lo imposible: que Hannah Montana sea la elegante de la familia. ¿Es cosa mía o se parece, además, a una jovencísima Carmen Machi?
Josh Gad, Le Fou en La Bella y la Bestia, hizo honor a su personaje: solo un loco considera aceptable este atuendo monocolor (y esos zapatos como remate).
Tommy Dorfman, uno de los chicos de “Trece Razones“, nos da unas cuantas ídem para criticar su modelito. Atrevido, sí. Favorecedor, bueno, el chico tiene percha. Otra cosa es que se haya pasado de la raya (y de los cuadros y hasta de las lentejuelas).
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