Pianista conoce big band. Y al revés, también, big band conoce pianista. Este viernes se presenta en el Palau de la Música de Valencia la primera composición del pianista valenciano Albert Sanz para una gran orquesta. Se titula “Suite de l’emigrant” y será la primera vez que la Sedajazz Big Band se vea liderada por un piano. La cosa tiene miga, más aún si se considera que la obra incluye títulos como “Fuga de cerebros” o “Movilidad exterior”. ¿Le suenan?
La ministra de Trabajo llamaba en 2013 “movilidad exterior” a la fuga masiva de jóvenes del país, para escándalo de muchos. Albert Sanz forma parte del rango de edades, entre 20 y 39 años, más afectado por el exilio laboral y profesional que ha provocado el cóctel de crisis financiera, burbuja inmobiliaria y políticas de austeridad. De ahí viene la “Suite de l’emigrant” que este viernes, día 10, se estrena en el Palau, en el marco del Seagram’s Jazz Festival.
Está claro que hoy día has de presentar un proyecto con una marca, un titular que enganche, reconoce Albert Sanz al comentar títulos como “Fuga de cerebros”. Pero también es cierto que la suite se inspira y refleja el hecho de que muchos artistas de Valencia han de irse fuera para buscarse la vida. Ya lo decía Llorenç Barber hace tres años: La imagen de la música valenciana es un señor con maleta que se va.
Albert Sanz cogió la maleta hace un año y se fue a Zurich. Por eso, la música de esta nueva obra está escrita en el exilio, en los últimos meses, porque el acuerdo para actuar en el Palau tardó en cerrarse. Más allá de la accidentada vida de los músicos españoles, que se ven a menudo abocados a actuar a taquilla, como en este caso, la obra se inspira en la vida contemporánea de cualquier persona, en general, que decide emprender un viaje fuera de su Valencia natal en busca de otra vida. El viaje, como el de Itaca, está lleno de ilusión por conocer nuevos mundos, lenguajes, un acto de autosuperación y a la vez de honda tristeza por el desarraigo y añoranza de su tierra, tan querida y (no pocas veces) detestada.
Albert Sanz está de vuelta y se va a quedar en Valencia, al parecer en El Cabanyal, porque presiente que las cosas van a cambiar y este concierto es el símbolo de un cambio.
Todo tiene un cierto carácter mediterráneo, explica el pianista sobre la composición, aunque mi héroe es Duke Ellington, advierte. Hablando -por separado- con Francisco Blanco Latino, el director de la Sedajazz Big Band coincide en la explicación. Es diferente a otras composiciones de big band, las sonoridades son distintas, apunta. Alterna las formas más clásicas tipo Ellington con otras supermodernas y hace guiños ocasionales a las raíces musicales de la tierra, añade para concluir: El piano en una big band te lleva a otras dimensiones de las habituales.
Tocar con la Sedajazz supone para Albert Sanz verse acompañado de los mejores músicos nacionales, aparte de que artistas como Vicente Macián, Vicent Vercher, Voro García o Toni Belenguer sean muy buenos amigos. Con ya casi 25 años de historia, la Sedajazz Big Band es una de las orquestas de jazz españolas de referencia.
Con Sanz y la Sedajazz saldrán a escena como artistas invitados el baterista Borja Barrueta y el contrabajista Marko Lohikari, además de la cantante hindú Ganavya Doraiswamy, el cantaor de Gandía Carles Dènia y la intérprete valenciana Mamen García, madre del pianista.
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