Johnny Cash habría cumplido 84 años el 26 de febrero, y hay multitud de razones por las que celebrar su aniversario.
Me gustaría vestir un arcoíris cada día y decirle al mundo que todo está bien, pero trato de cargar con un poco de oscuridad a mis espaldas. Hasta que las cosas brillen más seré el Hombre de Negro. Y así han ido sucediéndose los años; 84 el pasado 26 de febrero. El legado de Johnny Cash es como el de una vida cualquiera, unas veces brillante y otras realmente lejos de la excelencia. Sin embargo, más allá de la creación de un género de géneros al principio, o de su extraordinaria capacidad para llevar a niveles desconocidos la esencia del trabajo de otros al final, a Cash se le recordará por ser una figura única en la que la verdad estaba al servicio del talento.
En momentos en los que el talento parece cotizar a la baja siempre resulta beneficioso celebrar su figura. Estas son sólo 8 de las innumerables razones por las venerar a Johnny Cash en su 84 aniversario.
#1 Vestía de negro por los pobres y los derrotados.
Es el símbolo de mi rebelión contra un status quo estancado, contra nuestras hipócritas casas de Dios, contra esa gente cuyas mentes están cerradas para las ideas de los demás. Así explicaba Johnny Cash el porqué de su oscuro vestuario: ya lo había hecho antes, y con muchas más razones, a través de la letra de la fantástica “Man in black”: I wear the black for the poor and the beaten down.
#2 Resucitó. Varias veces.
Posiblemente la razón musical de mayor peso para rendir pleitesía al legado de Johnny Cash. Su innata capacidad para resucitar, tanto musical como vitalmente, le convierte en un superviviente incluso en 2016. Cash sobrevivió a los nefastos efectos de la década de los 80 para su generación y a una discográfica que le arrinconaba; primero con Chicken In Black, un disco autoparódico y deliberadamente deleznable, y posteriormente, Rick Rubin mediante, se reinventó para seguir siendo una referencia con sus American Recordings.
#3 The taste of love is sweet vs I shot a man in Reno.
A veces soy dos personas: Johnny es el bueno, Cash es el que causa todos los problemas. Tal y como recogen su propia autobiografía y el más o menos riguroso biopic Walk The Line, Cash tenía una doble vertiente entrañablemente dicotómica. Su adicción a las pastillas y su vida de rockstar por un lado, y la irrupción de June Carter y su sentido de pertenencia familiar por otro, explican ambas condiciones. De ahí que su cancionero recoja con igual acierto éxitos como “Ring of fire” o “Folsom Prison blues”.
#4 John, hagamos una foto para el alcaide.
A Cash hay que adorarlo en toda su dimensión. Su vestuario espartano, la cicatriz de su cara y su famosa peineta son elementos extramusicales que, en realidad, forman parte de un todo indivisible. La última, convertida en icono gracias a la cámara de Jim Marshall, estampa camisetas sin cesar desde que en 1969 fue inmortalizada durante su visita a la cárcel de San Quentin. John, let’s do a shot for the warden.
#5 Santificó los discos en directo.
La industria discográfica suele ponderar la explotación indiscriminada muy por encima del barbecho comercial. Singles, caras b, rarezas, recopilatorios, reediciones innecesarias… y directos que aportan menos que un actor secundario en una película de sobremesa de Antena 3. Sin embargo, los dos directos que Johnny Cash grabó a finales de los 60 en sendos centros penitenciarios justifican toda la saga posterior y anterior. Primero Folsom y luego San Quentin, con elHello, I’m Johnny Cash, un repertorio imbatible y los diálogos del cantante con los reclusos, son dos de los mejores discos de Cash.
#6 Ali le escribió un poema.
La vertiente lírica de Muhammad Ali no es para nada desconocida. Entre sus creaciones destacará siempre un poema dedicado a Johnny Cash tras un encuentro fortuito. En un vuelo en el que se vio obligado a viajar en clase turista, el púgil decidió avanzar por el pasillo del avión para averiguar quién le había dejado sin plaza en primera clase; era Cash y todo su séquito. Después de eso, Ali escribió “Truth”, un poema que el cantante guardó en una caja fuerte tras convertirlo en canción (“What is truth?”).
#7 Fue la voz del coyote espacial de Los Simpson.
Después de 27 temporadas, lo difícil sería encontrar a alguien que no haya aparecido en Los Simpson. Sin embargo, Johnny Cash lo hizo de la mejor manera posible, convertido en uno de los personajes más emblemáticos de la serie: e lcoyote espacial del alucinógeno capítulo de los chiles guatemaltecos. El cantante, que ya tuvo sus escarceos televisivos mucho antes (un programa propio y apariciones en series como la de la Doctora Quinn), realiza el doblaje de un personaje que no ha vuelto a aparecer en la serie de Groening.
#8 Una araña lleva su nombre.
Que levante la mano el músico que tiene un arácnido a su nombre. No hace demasiado, un grupo de investigadores descubrió una nueva especie de araña en las inmediaciones de la prisión de Folsom, donde Cash grabó su apasionante primer directo carcelario. Una cosa llevó a la otra, y la nueva tarántula se bautizó con el nombre de Aphonopelma johnnycashi. Todo un honor. Para la tarántula.
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