26º Festival de Documental de Tesalónica: cineastas, fotógrafos y modelos

El 26º Festival de Documental de Tesalónica, que tiene lugar entre el 7 y el 17 de marzo, ha presentado en su programación diversos largometrajes que, desde diferentes puntos de vista, nos acercan a figuras de artistas consagrados o marginados por la historia, con trayectorias impecables o improvisadas. El maestro de la fotografía George Platt Lynes, ha sido glosado en el documental en blanco y negro Hidden Master: The Legacy of George Platt Lynes (2023), dirigido por Sam Shahid, que se estrena en Grecia (programado en la sección Open Horizons) tras haber ganado el premio al mejor Breakthrough Documentary en el pasado festival de San Diego. Para quienes no estén familiarizados con la figura de este artista, les bastará recordar los retratos icónicos de estrellas de cine que realizó en su etapa hollywoodiense, como los de Burt Lancaster, Katharine Hepburn, o el famoso desnudo de Yul Brynner (1942). Sus editoriales de moda, interés por el ballet y por encima de todo su gran pasión: el desnudo masculino, muestran una personalidad reconocible, con un legado inspirador del que se beneficiaron artistas como Robert Mapplethorpe.

Las imágenes de Platt Lynes, en las que a veces él mismo participa, son revolucionarias, con una elegancia pareja a su audacia. El director nos muestra el recorrido de un precoz artista que viaja al París de los años 20 para entrar directamente en el círculo de Gertrude Stein. Entre los años 30 y los 50, la sofisticación estilizada del fotógrafo, su belleza, su estilo de vida —que incluye el trío amoroso que formó durante años con el editor Monroe Wheeler y el escritor Glenway Wescott—, y su importante colaboración con el célebre Alfred Kinsey —cuyo Instituto en Indiana posee una de las mayores colecciones mundiales de desnudos masculinos— le convirtieron en una figura inigualable. De vuelta a Nueva York, tras su etapa californiana se apartó de la comercialidad, que entonces cultivaban Irving Penn o Richard Avedon, y poco antes de morir prematuramente se deshizo de gran parte de su colección, destruyéndola para siempre.

Hidden Master: The Legacy of George Platt Lynes (Sam Shahid, 2023).

Otra estrella con una trayectoria reivindicable es Anita Pallenberg, la modelo y actriz germano-italiana, cuya trayectoria ha quedado públicamente reducida a poco más que haber sido la musa de los Rolling Stones cuando en realidad fue una destacable y talentosa intérprete, con un estilo de vida tan propio de la wild side de su época, que la convirtió en leyenda. Catching Fire: The Story Of Anita Pallenberg, seleccionado en Open Horizons y dirigido por Alexis Bloom y Svetlana Zill es un documental respetuoso que trata con una escrupulosidad a prueba de sensacionalismo la vida y obra de quien fue pareja del bajista Brian Jones y mantuvo una larga relación tumultuosa con Keith Richards, el padre de sus hijos.

La energía y la pasión de Pallenberg, que ejercían un magnetismo irresistible sobre quienes la conocieron no solo sirvieron para alentar o inspirar a sus parejas, sino para atraer a grandes directores de cine como Roger Vadim (Barbarella, 1968) y Nicolas Roeg, que en Performance (1970), la emparejó con Mick Jagger y Edward Fox. En este sentido, Volker Schlöndorff, que le ofreció su primer papel en el cine, en Mord und Totschlag (1967) nos revela a una mujer dotada para la interpretación y poseedora de una energía creativa contagiosa.

Catching Fire: The Story of Anita Pallenberg (Svetlana Zill, Alexis Bloom, 2023).

La entrevista con el director alemán y las imágenes del estreno de la película en el Festival de Cannes transmiten una frescura y joie de vivre, que contrastará con otras de la abundante documentación basada en películas caseras, que muestran (a veces dolorosamente) un estilo de vida al límite y su lucha por mantener a su familia unida, a pesar del omnipresente influjo de las drogas. Catching Fire: The Story Of Anita Pallenberg es una narración que nos envuelve en un cromatismo psicodélico invadido por la imponente sonrisa de su protagonista, ahorrándonos la imposición excesiva de irritantes bustos parlantes, primando afortunadamente la potencia visual. El maximalismo vital de Pallenberg, que siguió trabajando casi hasta su muerte en 2017, es narrado en primera persona con la voz de Scarlett Johansson, gracias a sus diarios descubiertos. La película está producida por su hijo mayor, Marlon Richards.

The Real Superstar (2023) es, por otra parte, como una sesión continua de grindhouse, ese es el abordaje  tan bien entallado que dedica Cédric Dupire a la colosal figura del cine indio Amitabh Bachchan, cuya carrera a lo largo de medio siglo ha marcado a generaciones de espectadores. Gracias a su presencia en las pantallas, en cualquier tipo imaginable de publicidad, sus negocios y la política, Bachchan (y su familia) son la cumbre del Gotha bollywoodiense, y el homenaje de Dupire, sin palabras, es una pura orgía de montaje galopante, basándose en fragmentos de más de 200 películas en las que trabajó. Este trabajo de edición sin respiro, ni más soporte textual ni referencial que la pura acción, es pura vorágine de persecuciones e histrionismo, donde en orden cronológico, película tras película, vemos configurarse un mito.

The Real Superstar (Cédric Dupire. 2023).

El título clickbait de la película de Daphne Baiwir, La película pro-nazi de Hitchcock (2023), es lo menos adecuado de su empeño. Por otra parte, felizmente, traza un recorrido bien documentado y contextualizado de la historia de Náufragos (Lifeboat, 1944), que el británico dirigió en un momento histórico tan convulso que solo así se comprende la discrepancia de interpretaciones que el filme provocó, su dimensión política y social en plena Segunda Guerra Mundial. Partiendo del hito masivo que supuso la publicación de Las uvas de la ira y el éxito consiguiente de la película dirigida por John Ford en 1940 y protagonizada por Henry Fonda, Baiwir nos sitúa en una  época donde la conciencia política, la exaltación de los valores americanos y los derechos humanos pivotaban entre la propaganda, la militancia y las acusaciones de traición, como muestran los filmes de Capra, Ford, Huston, y el propio Hitchcock.

Náufragos (Alfred Hitchcock. 1944).

Tras varias películas en las que defendió la entrada de EE.UU. en guerra (violando la Neutrality Act), Hitchcock encargó a Steinbeck, que estaba comprometido con el esfuerzo bélico, la escritura del guion. Sin embargo, fueron tantos los cambios y las manos por las que pasó este —Alma Reville, MacKinlay Kantor, Patricia Collinge, Albert Mannheimer y Marian Spitzer, además de Ben Hecht, al que el director pidió que reescribiera el final— y las variaciones sustanciales sobre la extracción social de los protagonistas y el tratamiento estereotipado del personaje afroamericano, que Steinbeck solicitó que se eliminara su nombre de la promoción de Náufragos. A la accidentada producción y rodaje, siguió una inusitada polémica tras el estreno ¿ Y si resulta que en vez de un filme de propaganda anti-nazi, se está defendiendo la superioridad de los alemanes sobre los aliados?

The Andersson Brothers (Johanna Bernhardson, 2024), presentada en la sección Open Horizons, traza un retrato del cineasta sueco Roy Andersson y sus tres hermanos: Kjell, documentalista, Ronny, adicto a la metanfetamina que moriría tras una larga temporada viviendo en la calle, y Leif, el padre de la directora. Partiendo de su infancia en el seno de una familia trabajadora de Gotenburgo, con un padre comprometido políticamente que se ganaba la vida vendiendo patatas a domicilio, Johana Bernhardson dedica su primer largometraje a indagar en los orígenes de la desestructuración familiar, el alcoholismo y el peso del legado generacional. En un intento denodado por reunir a los cuatro hermanos, separados desde hace años por voluntad propia, la directora traza una crónica de sueños, éxitos y vidas truncadas. Las tragedias diversas que atraviesan The Andersson Brothers nos llevan hasta el final de la carrera del director de La comedia de la vida, en un impensable e inesperado giro del destino.

The Andersson Brothers (Johanna Bernhardson, 2024)

Arnaud Lambert y Vincent Sorrel se preguntan en Only Godard (2023) cómo elaborar un retrato de Jean-Luc Godard, de su metodología y universo, de su manera de construir o deconstruir el cine, que esté a la altura de su propia audacia y genio cinematográficos. La película, que compite en la sección Film Forward, nos muestra un inmenso almacén-archivo cinematográfico que se halla en el centro de Francia y alberga películas y documentos depositados por los distribuidores —donde desde 2010 también se encuentran todos los archivos conservados por Godard en Suiza—, y la creación de un doble del director, que asume el papel de nuestro guía en su mundo. Imitando su voz, un actor lee extractos de sus escritos y de un modo bastante repetitivo intenta indagar en su proceso creativo, en un ensayo cinematográfico en el que el excesivo recurso a este personaje lastra el interés del filme, en detrimento de un tesoro documental que, a pesar de ser tratado emulando los rasgos más característicos del cine de Godard en su última época, no se pone en valor adecuadamente.