Escogemos 20 planos secuencia emblemáticos del cine moderno.
#1 Sed de mal (Touch of Evil, Orson Welles, 1958)
El ejemplo paradigmático. Tras construir su Ciudadano Kane (1941) a base de planos de larga duración en los que la profundidad de campo desempeñaba un cardinal papel expresivo y dramático, Welles comenzaba así una de sus más recordadas incursiones en el lado oscuro de la naturaleza humana.
#2 El verdugo (Luis García Berlanga, 1963)
Entre lo cómico y lo trágico. Una obra maestra de nuestra cinematografía que termina con un plano secuencia imposible de olvidar. El verdugo, descompuesto ante la obligación de cumplir con su labor, que necesita ser arrastrado por sus compañeros hacia su obligación mientras el reo se dirige apaciblemente hacia su muerte.
#3 Soy Cuba (Mikhail Kalatozov, 1964)
En 1962, Mikhail Kalatozov llegó a Cuba para realizar una película sobre la revolución que tuvo lugar tres años antes. El resultado: una mezcla del folklore cubano con una extasiada plasticidad fílmica por la que resulta imposible no acabar seducido.
#4 El reportero (Professione: reporter, Michelangelo Antonioni 1975)
Un modélico ejemplo del reivindicativo uso del fuera de campo por parte de la modernidad cinematográfica.
#5 El resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, 1980)
El mítico recorrido de Danny montado en su triciclo por los pasillos del Hotel Overlook filmado por Garrett Brown, inventor de la Steadicam.
#6 Tenebre (Dario Argento, 1982)
El préambulo del asesinato como espacio de delectación de la mirada espectatorial. Para la cámara de Dario Argento no existen los límites.
#7 Sacrificio (Offret, Andrei Tarkovsky, 1986)
El plano que cierra la filmografía de Tarkovsky resulta tan devastador como hipnótico. Como anécdota, la cámara falló durante la primera toma, por lo que la casa tuvo que volver a construirse para repetir la filmación semanas más tarde.
#8 Uno de los nuestros (Goodfellas, Martin Scorsese, 1990)
La legendaria entrada de Henry Hill (ese personaje que desde que pequeño quiso ser un gánster) en el Copacabana por la puerta de atrás nos permite ver el lado oculto del glamuroso local.
#9 El juego de Hollywood (The Player, Robert Altman, 1992)
Productores, guionistas y técnicos de los estudios de Hollywood bajo la mordaz mirada del insobornable Robert Altman
#10 Boogie Nights (Paul Thomas Anderson, 1997)
Pocos comienzos como el presente nos introducen y describen tan rápidamente la época en la que tiene lugar la acción, al mismo tiempo que la Steadicam nos presenta a los diversos protagonistas de la ficción.
#11 La eternidad y un día (Mia aioniotita kai mia mera, Theo Angelopoulos, 1998)
Presente y pasado se funden al final de la película que otorgó a Theo Angelopoulos (uno de los maestros del plano secuencia) la Palma de Oro del Festival de Cannes. De un desbordante lirismo.
#12 Armonías de Werckmeister (Werckmeister harmóniák, Béla Tarr, 2000)
Podríamos escoger infinitas secuencias de entre la obra del húngaro Béla Tarr, pero la puesta en escena de un eclipse mediante personajes, con la que se inicia uno de sus títulos más celebrados, nos parece harto representativa de su espléndido hacer tras la cámara.
#13 El arca rusa (Russkiy kovcheg, Aleksandr Sokurov, 2002)
Mágico recorrido por la Historia y la Cultura de toda una nación, rodado en una única toma de noventa minutos de duración, a lo largo de la que intervienen más de dos mil intérpretes y figurantes diseminados por las treinta y tres salas del Museo del Hermitage.
#14 Old Boy (Oldeuboi, Park Chan-wook, 2003)
Formalmente sencilla, la filmación sin cortes de la descarnada lucha transmite al espectador la fatiga de los combatientes y el dolor de cada golpe.
#15 Kill Bill, Vol. 1 (Quentin Tarantino, 2003)
Sobran las presentaciones: virtuosismo tarantiniano en su máxima formulación.
#16 Ojos de serpiente (Snake Eyes, Brian De Palma, 1998)
Brian De Palma iniciaba uno de sus títulos menos loados con un plano secuencia tan falso como el de Birdman (atención a los cortes durante los barridos en el vídeo) en el que subyacen las claves para resolver la trama de esta suerte de Rashomon (1950) postmoderno.
#17 Elephant (Gus van Sant, 2003)
Inspirado por el cine de Tarr, el autor de Drugstore Cowboy (1989) explora el microcosmos de un instituto norteamericano antes de que tenga lugar una matanza inspirada en la ocurrida en Columbine. Una fascinante experimentación con el tiempo y el espacio cinematográficos.
#18 Thai Dragon (Tom yum goong, Prachya Pinkaew, 2005)
Las artes marciales y la técnica cinematográfica como deslumbrante coreografía.
#19 Breaking News (Dai Si Gin, Johnnie To, 2004)
El maestro To comienza una de sus obras más (re)conocidas con uno de esos planos secuencia que nunca te cansas de ver.
#20 Hijos de los hombres (Children of Men, Alfonso Cuarón, 2006)
Antes de dejar a medio mundo boquiabierto con el plano secuencia inicial de Gravity (2013), Cuarón ya había entregado varios igualmente sorprendentes en su anterior filme. Aquí uno de los más sonados.
#21 BONUS: El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009)
Uno de los más impresionantes planos secuencia de los últimos años, aunque en su montaje se producen siete imperceptibles cortes.
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