La edad dorada del cómic no fue ajena a la popularidad de la fotografía. Durante los años 40 del siglo XX, los héroes salvaban vidas y ganaban guerras con cámaras en mano.
La dulce edad de oro de los cómics estadounidenses, cuando aparecieron los primeros superhéroes y los tebeos se empezaron a tratar como una forma de arte convencional, fue el fértil terreno para que miles de publicaciones de temáticas variadas vieran la luz. Entre 1944 y 1946, la U.S. Camera Publishing Company publicaría nueve números de Camera Comics. Esta fue una publicación destinada a despertar el interés de niños y adolescentes por una creciente afición llamada fotografía.
Kodak había instaurado ya la democratización fotográfica, sus camaras amateurs y semi-profesionales consiguieron el objetivo de acercar la fotografía a todos los ciudadanos y a todos los bolsillos. Atrás quedaron los tiempos de las patentes cerradas de los primeros descubrimientos fotográficos, los productos y conocimientos químicos para poder realizar una foto. Su eslogan Pulse el botón, nosotros hacemos el resto abrió el camino para el nacimiento de la fotografía amateur.
Entre las páginas de Camera Comics encontramos historias y aventuras cortas protagonizadas por personajes con nombres tan carismáticos como Kid Click el chico periodista, Linda Lens la fotógrafa profesional que resuelve misterios o Jim Lane investigador de seguros, porque ¿quién no quiere ser de mayor investigador de seguros y seguir a la gente con su cámara?
Por otra parte, con Estados Unidos inmerso en la Segunda guerra mundial, Camera Comics ensalzaba la figura de los soldados y relataba sus hazañas convirtiendo a las cámaras fotográficas en pieza clave de sus victorias.
Sus entregas, además, trataban de mostrar las vidas ilustradas de los grandes personajes de la fotografía y la óptica, como Henry Fox Talbot, Bausch & Lomb o George Eastman, fundador de Kodak.
También entre sus páginas se podían encontrar consejos fotográficos, documentación técnica, instrucciones para construir accesorios y publicidad de las últimas cámaras de fotos que salían al mercado.
Las aventuras de nuestros héroes fotógrafos duró apenas 9 números y, como tantas y tantas viñetas de los centenares de cómics de la época de las pequeñas compañías, un modo natural y discreto, pasaron al olvido.
Gracias a la plataforma Internet Archive, organización sin ánimo de lucro destinada a la preservación de historiales Web y recursos multimedia, podemos explorar las páginas de esta curiosa publicación, Camera Comics, que, sin gran relevancia para la historia de la fotografía, sí que conseguirá sacarnos una sonrisa.
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