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Valencia Delirious City de Antonio Girbés

En Cultura domingo, 29 de octubre de 2017

Marisol Salanova

Marisol Salanova

PERFIL

Delirio viene del latín delirare: salirse del surco, implica exceso y cierta rebeldía o pulsión por salir de la colectividad, diferenciándose. El delirio nada tiene que ver con la irracionalidad, como a menudo se piensa, sin embargo sí es un concepto que transforma lo aparentemente objetivo y estira los límites de la realidad hasta extremos insospechados. Creando un vínculo con esos extremos a base de divisiones, repeticiones y juegos de espejos, intrigar al público y mostrarle el lado más delirante de la ciudad en que se encuentra son algunos de los objetivos del artista Antonio Girbés, que muestra su trabajo más reciente hasta el 18 de noviembre en la Galería Shiras de Valencia.

La exposición Delirious City de Girbés reúne alrededor de 20 fotografías, dos cajas de luz y un tapiz del autor. Es un proceso de inmersión en la Valencia más conocida y desconocida a la vez, el público verá desde una perspectiva nunca antes experimentada una serie de imágenes representativas de la ciudad interpretada por el artista. La monumentalidad está presente y tres columnas de la sala principal de la galería de arte, sita en la céntrica calle Vilaragut, se encuentran recubiertas por fotografías de columnas de La Lonja a escala, de manera tal que producen un efecto óptico abrumador que transporta el monumento a la estancia.

Antonio Girbes

Conviviendo con ellas, hay otras obras a pared que retratan desde un lugar popular y colorido, como es el Mercado de Ruzafa, hasta el campo de fútbol de Mestalla, la recién restaurada iglesia de San Nicolás, la magnífica sala Ferreres del Centre del Carme, el mítico edificio Rialto, la Facultad de Filosofía, el Oceanográfico o el edificio Veles e Vents junto a la playa. Girbés se apropia de diferentes partes arquitectónicas de algunos edificios que le llaman la atención, y a los que dedica meses de trabajo lento y detallista. El artista nos regala imágenes en las que los edificios y los elementos arquitectónicos se deforman y se cubren de misterio.

Recomendamos recorrer la exposición con calma, disfrutando de la profundidad de cada imagen y su juego geométrico. Geometrías planas o juegos de perspectiva otorgan dicha profundidad y un elaborado trabajo con puntos de fuga. El artista, apodado en Italia -en los círculos artísticos- “El orfebre del píxel”, trabaja cada imagen digitalmente con la minuciosidad de un pintor, estudia la composición y revuelve cada fotografía con pulcritud resultando una obra intrigante, plagada de trampantojos como un laberinto.

Antonio Girbes

Entre 2015 y 2016, Girbés expuso su penúltima obra, titulada Refugios, en el Almudín de Valencia y en Venecia en la Abadía de San Giorgio Maggiore. Aquellas piezas del artista valenciano remitían a la arquitectura como espectacular refugio que, a fuerza de duplicarse sobre sí misma, convertía los interiores de edificios situados por todo del mundo en contenedores dotados de una especie de cielo protector. Al tiempo, sus bosques y naturalezas se tornaban continentes, catedrales de estructura orgánica.

En el sótano de Shiras se ubica la Sala Refugio y en ella hallamos dos cajas de luz fascinantes que son como vidrieras rodeando un tapiz situado en el suelo cual escultura. El tapiz azul marino con formas diseñadas por el artista, y factura finalizada por un artesano iraní, es de extraordinaria belleza y consta de una serie limitada de ejemplares. La sala, sin ventanas, contribuye a ambientar las piezas con una iluminación sutil, cálida e intrigante. Es el toque final del recorrido expositivo que supone un auténtico viaje, el que el artista nos propone para indagar en los recovecos de un ciudad mágica que no deja de sorprendernos.

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