Birretes, chisteras, casquetes y todo tipo de estructuras sombreriles se han dejado ver en Ascot, el evento que rinde pleitesía al exceso de frente para arriba. Como emergidas de la pesadilla del Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas, muchas de las invitadas a las carreras de Ascot (Inglaterra) llegaron tocadas con diseños imposibles, fantasías estrambóticas y horteradas estratosféricas. Con lo dados al exceso que somos en estas latitudes, raro es que no importemos esta celebración. Si miedo dan estas británicas de testa adornada, imaginad lo que pergeñarían las celebrities patrias…

Esta señora, vestida de constelación de Aries, podría reaprovechar su disfraz como placa solar de su chaletito de verano. Ya que ha hecho esta inversión en tejido reflectante, que la aproveche y que reduzca su huella de carbono.

Por si no le molaba el catering, esta invitada se trajo sus propias viandas e improvisó un picnic entre carrera y carrera.

Esta invitada, que ejerce de actriz suplente en el musical El Rey León, tiene un lema vital: Hakuna Matata.

Como estaba en un hipódromo, esta chica aplicó a su tocado su máxima favorita en la vida: Caballo grande, ande o no ande. Para vuestra tranquilidad, su fisioterapeuta ya le ha iniciado el tratamiento post-Ascot.

Suerte que esta invitada es pianista: si llega a ser ginecóloga no quiero ni imaginar lo que habría ocurrido.

¿Sabes cuando llega ese momento en la vida en el que ya no tienes edad para hacer determinadas payasadas? Pues el de este matrimonio llegó hace lustros y solo él parece consciente del ridículo.

Esta invitada confundió lo de tener “pájaros en la cabeza” con lo de sentir “mariposas en el estómago”.

Muchas asistentes parecían ir tocadas por maestros reposteros. Dos ejemplos: la reina Isabel, con una especie de remate de cupcake en la cabeza…

Ir de elegante y acabar pareciendo el muñeco del Monopoly, ejemplo gráfico. ¡Atentos a esas sandalias!

El premio al mejor tocado… ¡La partidaria del Sí a la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea! Tiene mérito que entre tanto esperpento esta chica tuviera la ocurrencia (y el acierto, porque feo del todo no es) de reivindicar simpáticamente su postura sobre el Brexit. You rule, girl!
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