Alien, el octavo pasajero se estrenó en 1979 y cambió para siempre el cine fantástico. Su prodigiosa mezcla de ciencia ficción y terror partió de un par de clásicos de serie B, las seminales It! The Terror from Beyond Space y Terror en el espacio, patentando una fórmula que luego hemos visto repetida en el cine miles de veces.
Life (Vida) es el último ejemplo. Un Alien 2.0 con apariencia de blockbuster que en realidad es un alocado filme de horror galáctico. Aprovechamos su estreno en España para repasar otras cinco copias del clásico dirigido por Ridley Scott. Un repóquer de títulos ochenteros llenos de diversión y de efectos especiales de la vieja escuela.
Inseminoid (1981)
La entrada más psicotrónica de esta lista. Un exploit inglés urdido por el incombustible Norman J. Warren en el que un grupo de arqueólogos descubre las ruinas de una civilización extraterrestre en un planeta perdido en el espacio. El grupo de científicos, claro está, se topará con un bicho capaz de controlar sus mentes.
El punto álgido de esta locura sci-fi es la inseminación, por parte del monstruo, de una de las integrantes de la tripulación, en una de las secuencias más bizarras del cine de género de los años ochenta. Indescriptible.
Galaxia prohibida (1982)
Roger Corman, en parte padre honorífico del Alien de Ridley Scott al ser uno de los pioneros del cine de monstruos de los años cincuenta, no tardó en aprovechar el éxito del filme protagonizado por Sigourney Weaver. Corman produjo varias imitaciones, y Galaxia prohibida es una de las mejores. Altas dosis de erotismo y humor, buenos efectos especiales a cargo de John Carl Buechler, y una banda sonora alucinante de Susan Justin.
Ah! La película tiene una escena delirante en una ducha, que hemos podido ver replicada en el tráiler de Alien: Covenant.
Creature (1985)
¿Existe un exploit de Alien en el que aparezca Klaus Kinski? Pues sí, este Creature. Y ya solo por eso merece la pena verla. El actor alemán, que aquí hace de él mismo pero en el espacio, se pone en la piel de un astronauta excéntrico, machista y malcarado que poco o nada ayuda a la tripulación de una nave que llega a Titán, una de los satélites de Saturno. Ahí se encuentran, como no, con un xenomorfo de muy malas pulgas.
La cinta de William Malone destaca, entre el resto de imitaciones de Alien, al invocar directamente uno de sus referentes, Terror en el espacio.
Estrella de cristal (1986)
Este subproducto dirigido por Lance Lindsay tiene una conexión directa con Life (Vida). Parten de la misma premisa: una misión a Marte que se topa con una forma de vida desconocida para los humanos que irá acabando, uno por uno, con todos los miembros de la expedición. Ahora bien, aquí el delirio más absoluto se apodera de la función. El bicho extraterrestre, una especie de trasunto de E.T. que habla un perfecto inglés, carga con él una piedra mágica brillante que resulta ser un súper-ordenador alienígena (sic).
Creepozoides (1987)
Más una copia chusquera de Aliens el regreso que de Alien, se trata de una de las cimas trash de Empire Pictures, genial productora de serie b creada por el calavera de Charles Band. Aquí la acción se traslada a la Tierra: un Los Angeles post-apocalíptico al que van a parar cinco marines fugados del ejército. Los soldados se refugian en una nave industrial abandonada, que resulta ser un laboratorio en el que mora un monstruo muy parecido al ideado por H.R. Giger.
Creepozoides tiene un poco de todo: una scream queen en estado de gracia, Linnea Quigley, zombis, y un bebé monstruo de culto.
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