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Sorolla y sus jardines secretos

En Cultura jueves, 1 de febrero de 2018

Alejandro Serrano

Alejandro Serrano

PERFIL

Joaquín Sorolla (1863-1923) logró convertirse, a base de constancia, en el artista que nunca dejó de aprender a través de sus grandes mentores: Velázquez y Ribera. Fiel a la presencia de las cosas, atrapa el efecto de luz mediante su ojo fotográfico y su obsesión por lo casual. Esta perspectiva catapultó al valenciano como un representante de lo evanescente, de la rápida impresionabilidad, y al mismo tiempo, le dotaba de una particular sinceridad en su obra. Las costas de Levante y Valencia inspiraron algunas de sus mejores obras, dando lugar a esos cuadros repletos de luminosidad, de sol intensísimo y de mar azul Mediterráneo con los que alcanzó la fama mundial, y cuyo legado pictórico ha llegado muy lejos. Ahora, el artista valenciano vuelve al edificio que inauguró hace exactamente 10 años, y lo hace con una obra clave e inédita para entender su trayectoria: Sorolla. Un jardín para pintar.

Sorolla y sus jardines secretos

La muestra, que se podrá visitar en el centro cultural de la plaza Tetuán hasta el 19 de marzo de 2018, descubre al público una faceta poco conocida del artista valenciano y su pasión por los jardines a lo largo de 120 obras –algunas inéditas– entre óleos, bocetos realizados por el propio Sorolla de su jardín, dibujos, esculturas, azulejos y fotografías procedentes en su mayor parte del Museo Sorolla, pero también de otras colecciones como las de la Fundación Bancaja, el Museo de Bellas Artes de València, el Ayuntamiento de València, el Museo Carmen Thyssen de Málaga, la Hispanic Society of America así como colecciones particulares.

A lo largo de su vida, Sorolla siempre mantuvo un peculiar idilio con los jardines en general y el suyo en particular, hasta el punto de concebir éste como un refugio creativo. Por entonces, los jardines constituían uno de los temas fundamentales de diversos artistas pictóricos modernos, hasta el punto de posicionarse como símbolo de la esencia de la pintura, como se puede ver en la obra de Monet (París, 1840-1926) con el que Sorolla guarda numerosos paralelismos. La representación y decoración de estos entornos permitía que los artistas se inspiraran y expresaran libremente sus aspiraciones profesionales y personales. La exposición, comisariada por Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla, junto a María López y Ana Luengo, nos invita a conocer a un Sorolla más íntimo y maduro, que nos guía en profundidad a través de la influencia de los jardines andaluces en su producción artística, en el propio jardín al que dio forma en su residencia en Madrid o sus queridos jardines valencianos.

Sorolla y sus jardines secretos

Coorganizada por la Fundación Bancaja, la Obra Social la Caixa, el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, la muestra cuenta también con talleres de arte gratuitos específicos para personas mayores en centros de día o residenciales y se harán dos talleres de fin de semana para niños de 6 a 11 años en los que se realizará un recorrido con los sentidos por la exposición, que servirá para tomar conciencia de las intenciones del pintor y de las emociones que intenta transmitir a través de sus obras.

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