¿Dónde están los límites de la fotografía estenopeica? Donde llegue la creatividad y la imaginación humana. Accesible, permeable e íntima, se convierte en una herramienta de expresión fotográfica personal válida para nuestro tiempo. Del terreno artístico saltamos al personal, trabajar sobre el material de la imagen, personalizar la fotografía hasta mostrar tus señas de identidad.
Las posibilidades son tantas como personalidades existen en el mundo. En ello reside la grandeza de la fotografía. Traspasamos el concepto de la imagen creada dentro de una cámara. La utilizamos como soporte de la misma imagen y presentamos el objeto.
El trabajo de Francesco Capponi va más allá de el de un habilidoso crafter. Existe verdad en su fotografía y su propuesta. Francesco establece un vínculo entre el objeto convertido en cámara y lo que esta va a fotografiar. Sombreros de copa que fotografían conejos, latas de caramelos que esconden personas soñando, un peón de ajedrez que registra su visión dentro de una partida de ajedrez. Un auténtico gabinete de curiosidades estenopeico.
La fragilidad de una cáscara de huevo, un íntimo espacio cargado de simbología, impregnado de emulsión fotográfica se convierte en una cámara que alberga la parte del artista que no quiere crecer.
Un piano que captura el tiempo. Cada una de las 37 teclas está conectada a una válvula que abre un pequeño agujero y registra al músico. Cuanto más se utiliza una nota, más lúcida será la imagen que se quede registrada. La imagen final (fotofonía) será una pequeña serie panorámica de retratos de la persona que toca el piano, vinculada directamente a la música que se reproduce. El tiempo hace de conector entre la música y la fotografía.
Que la fotografía contemporánea utilice exclusivamente una serie de herramientas rodeadas de precisión y tecnología, no es mas que un espejismo. La necesidad de comunicar a través de la imagen, de un modo personal y único, abre nuestra mente y nuestra visión a perspectivas artísticas que, como decíamos, pretenden desmontar la armadura que todos nos construimos, para conquistar nuestros verdaderos sentimientos y emociones.
La fotografía estenopeica ofrece un amplio abanico de posibilidades expresivas. Sentir el tiempo, moldear las formas, proyectar. Proyectar desde algo tan pequeño, como el ojo de una aguja.
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