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Madonna no inventó el “voguing”

En Escenas lunes, 20 de marzo de 2017

Sara Esteller

Sara Esteller

PERFIL

El contoneo en pose de modelo, el brío de cadera en un desfile imaginario, el gesto altivo o el giro en estudiada contorsión. Todo ello es Voguing, el baile que en los 80 eclosionó en Nueva York pero que hunde sus raíces dos décadas antes, cuando las comunidades negra y latina, gay, transexual y pobre de Harlem simulaban en improvisadas fiestas todo el glamour de las fashion victims para ser estrellas por un día o, al menos, tener sus cinco minutos de fama. Identidad, género, moda, comportamiento y movimiento en populares sesiones de ballroom.

Madonna recreaba en el vídeo de Vogue este baile y ayudó a popularizarlo, a escala mundial, en el año de su lanzamiento. El mismo 1990, en que Jennie Livingstone presentaba Paris is burning, un documental que pone la cámara en la extensa comunidad de practicantes de voguing.

Trajal Harrell es un coreógrafo y bailarín estadounidense que en su pieza Twenty Looks or Paris is Burning at The Judson Church (s) plantea una curiosa confrontación: la del voguing de los 60 con la reformulación de la danza post moderna en la mítica Judson Church de Nueva York. Mientras los que de más baja escala social emulaban la vida alegre llena de estilo de los adinerados, aquellos bailarines y coreógrafos que querían romper los corsés de la danza trabajaban nuevos códigos que buscaban la autenticidad y la ruptura con el artificio al calor de un centro de vanguardia.

Harrell ha sido discípulo de Trisha Brown, una de los coreógrafas de la iglesia de Washington Square (junto a Merce Cunningham, Yvonne Rainer y otros muchos artistas de variadas disciplinas); ha terminado recientemente una residencia de dos años en el MOMA de Nueva York, donde ha desarrollado nuevas ideas y proyectos y es uno de los nombres de referencia cuando se habla de escena contemporánea.

Trajall Harrell

Trajall Harrell

Inspirado en el documental de Livinsgtone, el artista creó en 2009 este trabajo escénico, que ha recorrido medio mundo y que ahora llega a Barcelona. Harrell ha ido revisitando el solo original hasta componer un conjunto de cinco piezas que ha nombrado como las tallas de ropa, desde la XS a la XL. En la sala Hiroshima, se puede ver el día 19 el solo original, mientras que en el Mercat de les Flors se presenta los días 24 y 25 de marzo la M, también llamada (M)imosas. En esta, comparte escenario con Cecilia Begolea, quien ha trabajado con Alain Buffard o Mathilde Monier, François Chaignaud, creador inspirado por la opereta, la erótica o el cabaret, y Marlene Monteiro Feitas, formada en la escuela P.A.R.T.S de Bruselas y miembro del colectivo lisboeta Bomba Suicida, todos ellos destacados creadores e intérpretes de la escena contemporánea internacional.

Ambas representaciones forman parte del ciclo TRANSaccionesCiclo de acciones transgresoras sobre el cuerpo, que durante el mes de marzo propone trabajos de artistas que desde su lenguaje nos hablan de identidad, aportando diferentes miradas y posiciones en torno al cuerpo y su relación con lo social y con la acción. La Ribot, El Conde de Torrefiel o Sonia Gómez son otros de los nombres que han dado forma al ciclo.

Curiosa es una de las actividades paralelas del ciclo, el taller de Vogue-Chi de Carlos Maria Romero, una terapia de movimiento queer que utiliza herramientas como el formato de pasarela característico del Voguing o “la reapropiación del insulto” para aprender a manejar energía, incitando a sus participantes a encontrar nuevas versiones de sí mismos mientras se explora la belleza de lo no convencional.

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