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‘Let’s Stay Together’, el disco con el que Al Green encontró su voz

En Música 6 febrero, 2022

Sergio Ariza

Sergio Ariza

PERFIL

El 27 de enero de 1972 se publicaba Let’s Stay Together, el cuarto disco de Al Green y dos semanas después, el 12 de febrero, la canción que le daba título subía a lo más alto de las listas de sencillos de EEUU desbancando al “American Pie” de Don McLean. Ese fue el comienzo de 13 históricos meses en los que Green se iba a convertir en el faro de la música soul y en la mayor estrella de su país, entregando tres discos míticos y varios sencillos de éxito.

A Al Green le apasionaba la música desde niño, su padre era un devoto religioso para el que todo lo que no fuera góspel era pecaminoso, en cambio, para el pequeño Green, Mahalia Jackson estaba muy bien, pero los cantantes que le emocionaban eran los que gritaban y movían las caderas, siendo uno de sus primeros ídolos Elvis Presley. Su pasión por la música le terminó enfrentando a su padre que le echó de su casa siendo un adolescente por escuchar a Jackie Wilson.

Green terminó viviendo con una prostituta y viviendo al límite de la ley, pero su pasión por la música le sacó de las calles y le convirtió en cantante. Con 21 años grabó su disco de debut, Back Up Train, cuya canción titular fue un pequeño éxito en las listas R&B. Pero su carrera no llegó a despegar hasta que entró en contacto con Willie Mitchell, un trompetista, líder de una banda y productor que vio en la voz de Green un diamante sin pulir.

Rápidamente lo fichó para su sello Hi Records en Memphis y sacó al mercado su primer disco allí, Green Is Blues. Pero no sería hasta el siguiente, en concreto con la canción original de Green “Tired Of Being Alone” en la que encontraron la fórmula perfecta. Mitchell sabía que había un enorme mercado si conseguía mezclar los aires más pop de Motown con una voz con todo el sentimiento del soul de Memphis, con sabor Stax. Green era un apasionado de esta última y quería cantar dejándose las cuerdas vocales como Otis Redding o Sam Moore, de Sam & Dave, pero Mitchell le insistía en que suavizara el tono. La primera vez que lo intentaron fue con esa canción que se convirtió en su primer éxito, número 11 en las listas pop y 7 en las R&B.

A la mezcla se sumaba la increíble banda que rodeaba a Green en Hi, los tres hermanos Hodges, el organista Charles, el bajista Leroy y el guitarrista Mabon ‘Teenie’, junto a ellos el pianista Archie Turner, aunque en ocasiones también estaba Michael Allen, y el batería Howard Grimes, al que sustituía en muchas ocasiones un mito como Al Jackson Jr. de Booker T. & The MG’s, para poner la guinda al pastel estaba la mejor sección de vientos del mundo los Memphis Horns, que, como Jackson, venían de Stax.

Con esta banda se metieron en el estudio para perfeccionar su fórmula, Mitchell añadió unas aterciopeladas cuerdas y volvió a hablar con el cantante para lograr suavizar más su voz. Al Green no estaba del todo seguro, aquello no le sonaba muy varonil, pero el éxito de “Tired Of Being Alone” le hizo aceptar el consejo. El cantante, el productor y el batería habían escrito una canción llamada “Let’s Stay Together” que era perfecta para ello. Green se puso al micrófono y comenzó a cantar, entonando las palabras como si se las estuviera murmurando a su amante al oído, no gritándolas para que las escuchara todo el mundo.

El resultado era pura perfección, los Memphis Horns habían tocado en canciones como “(Sittin’ On) The Dock of the Bay” o “Suspicious Minds”, y esta canción estaba a la altura de aquellas obras míticas. Todos vieron que allí había un filón, así que Mitchell se atrevió con otra petición que Al Green se tomó a risa, le puso el “How Can You Mend A Broken Heart” de los Bee Gees y le pidió que hiciera una versión. Green no lo veía, aquello le sonaba a country descafeinado, pero se fio del instinto de Mitchell y se puso a ello.

El resultado es una de las mejores versiones de la historia, Al Green le roba la canción a los hermanos Gibb y ni el mismísimo Barry se atrevería a decir que la toma de éste no es la definitiva. El cantante alcanza matices increíblemente delicados de sentimientos sólo con su voz; con un asombroso sentido del tiempo, del tono, del énfasis y del dramatismo. El resultado fue tan perfecto que en sus siguientes discos aparecieron versiones de Kris Kristoferson, Willie Nelson o Hank Williams, Green bien podría haber emulado a Ray Charles y haber sacado su propio Modern Sounds In Country & Western Music.

Es en esas dos maravillas, aunque increíblemente la versión no fue utilizada como sencillo, donde se ve que Green se ha encontrado como cantante, siendo el nexo de unión entre el cavernoso y primal sonido del soul de Memphis y el estilizado sonido Filadelfia que se impondría a mediados de los 70.

El resto del disco también raya a gran altura, «La La For You» exuda pasión y erotismo, con un dominio vocal absolutamente increíble, mientras que “So You’re Leaving” contiene un brutal arreglo de vientos, que se puede considerar precursor de la funky «Here I Am (Come and Take Me)», en la que Al Green termina rindiendo tributo a Bo Diddley y a su «Who Do You Love?». Por su parte «What Is This Feeling» está construida sobre el humeante órgano de Charles Hodges y cuenta con apoyo vocal femenino, «Old Time Lovin'» también está cocinada a fuego lento, con Green doblando su voz varias voces y volviendo a esos susurros sexys que tan bien se le daban.

“I’ve Never Found A Girl” era uno de los temas más movidos del disco, con un sonido muy Stax, normal si tenemos en cuenta que es una versión de un tema de Eddie Floyd, aunque Green vuelve a enseñar ese nuevo enfoque vocal que le convertiría en leyenda. «Judy» tenía la difícil tarea de aparecer después de “How Can You Mend A Broken Heart”, pero, aun así, conseguía destacar con su brillante arreglo de cuerdas y, sobre todo, el falsete de Green. El disco lo cerraba la pieza más juguetona y cercana al funk del disco, “Ain’t No Fun For Me”, que demostraba que había otras facetas de Al Green, además del excelso baladista. El resultado era un disco sobresaliente y el que impuso la fórmula que seguirían con brillantes resultados los dos siguientes, los también fundamentales “I’m Still In Love With You” y “Call Me”.

El refinamiento puesto en marcha por Mitchell también se puede ver en sus apariciones televisivas, en octubre de 1971 aparece por primera vez haciendo un playback de “Tired Of Being Alone” en el mítico Soul Train, con el atuendo más escandaloso posible, una especie de chulo dispuesto a salir en una peli de Shaft, gorro ladeado, cadena de oro, camiseta de tirantes, short y botas de cuero. El 19 de febrero de 1972 vuelve, ahora se le puede ver y escuchar con un chaleco sin mangas, al mejor estilo James Brown, y el pelo natural a lo afro, cantando “Let’s Stay Together”, cuando aparece el 3 de marzo de 1973 para presentar Call Me, cantando “You Ought To Be With Me”, “For The Good Times» y «Love And Happiness» ya lo hace con traje de tres piezas, el pelo perfectamente cortado y hasta pajarita.

En marzo de 1972 Mitchell y Green ya estaban sacando partido a la nueva gallina de los huevos de oro con la aparición del sencillo de presentación del siguiente disco de Green, se trataba de “Look What You Done for Me” y adelantaba el también magistral I’m Still in Love with You, que también aparecería ese mismo año, en concreto un 23 de octubre. Para ese momento Green ya habría grabado la tercera maravilla que completa esta increíble trilogía, Call Me (que aparecería en abril del 73), y la estaría presentando con “You Ought to Be with Me”, siendo el cuarto sencillo del artista que se colaba entre los diez primeros de las listas de EEUU en 1972, convirtiéndole en el cantante del momento.

Para el final del año Al Green era el artista más importante de EEUU, las ventas combinadas de sus sencillos y sus discos superaban los diez millones, la Rolling Stone le coronaba como la estrella más importante del momento y Billboard, Cashbox y Record World le nombraban como el mejor vocalista del año. Aunque puede que el que mejor lo resumiera fuera Don Cornelius, el extravagante presentador de Soul Train que durante su presentación en marzo de 1973 declaraba: Decir que Al Green está de moda ya no suena adecuado, todo el mundo lo sabía tras su primer éxito, pero es que han sido cinco sencillos de éxito consecutivos desde entonces, en un solo año, y en ese mismo año, 1972, también ha tenido dos discos de oro. Señoras y señores Al Green no está de moda, el tipo está en órbita, y deberíamos dejar de referirnos a él como una estrella, hay muchas estrellas en el cielo, Al Green es la Luna, y solo hay una Luna y un solo Al Green…

Es una perfecta muestra del estatus alcanzado por Green y de la enorme influencia que tuvo en su momento y en el sonido soul de la década. Es evidente que Green es la principal fuente de influencia de futuras estrellas como Teddy Pendergrass o Luther Vandross, pero es que esa influencia también se ve en pesos pesados que ya llevaban muchos más años, como Marvin Gaye (resulta obvio que “Let’s Stay Together” fue la gran fuente de inspiración de Gaye para “Let’s Get It On”), o un David Bowie que le buscaba para hacerse fotos con él y cambiaba, una vez más, el rumbo de su música olvidándose del Glam y abrazando lo que él mismo llamó como ‘Plastic Soul’.

Y todo comenzó con esa obra maestra llamada “Let’s Stay Together”, una canción que era la favorita de Bowie e Iman, o de Barack y Michelle Obama, que dio paso a unos frenéticos meses en los que Al Green entregó sus tres mejores discos y varias de sus canciones más recordadas. Eso sí, el incierto futuro ya se vislumbraba en la canción que cerraba Call Me, “Jesus Is Waiting”, y es que la rutilante estrella que hizo del soul la música más tórrida y sensual estaba a punto de convertirse en pastor y en cambiar los gemidos sensuales por los aleluyas…

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