Venecia desde febrero y hasta mitad de mayo es escenario de dos exposiciones fotográficas de gran calibre dedicadas a dos fotógrafos, Sebastião Salgado y Franco Fontana. La forma de fotografiar de estos dos artistas, si bien muy distinta, se basa en una idea de la imagen basada en el fuerte impacto visual, algo forzado, y donde un exceso de sentido estético termina por ser a menudo prevalente sobre el contenido.
La exposición de Salgado – presentada en la Casa dei Tre Oci y preparada por la mujer del fotógrafo Lélia Wanick – se titula Génesis. Nos enseña un trabajo de nueve años que Salgado ha dedicado a explorar los cinco continentes en la búsqueda de imágenes que enseñen la belleza incontaminada de la naturaleza y de la vida del hombre todavía enraizado en ella.
Más de 200 fotografías espectaculares enseñan la selva tropical de la Amazonia, del Congo, de Indonesia y de Nueva Guinea, pero también los glaciares de la Antártida, de la taiga, de Alaska, los desiertos de América y de África, hasta llegar a las montañas de Chile y la llanuras de Siberia. Un viaje fotográfico sobre nuestro planeta de extraordinario impacto visual, pero que resulta al final algo cansino y redundante. A lo mejor también por un excesivo número de fotos.
Y es que tanta belleza (ostentada en un blanco y negro admirable, pero trabajado a menudo en exceso, llegado a ser casi patinado) termina por convertirse en algo del todo auto-referente dejando al visitante algo frío frente al mensaje que Salgado quiere mandar: preservar toda esta belleza para hacer sobrevivir la Tierra y su naturaleza. El trabajo de Salgado ha sido publicado en varias lenguas por la casa editora Tachen en un libro muy bien editado e impreso de forma impecable.
La redundancia caracteriza también la exposición Full Color del fotógrafo de Módena Franco Fontana, con el comisariado de Denis Curti en el Palacio Franchetti, frente al Gran Canal. Sus fotos se caracterizan por unos colores impactantes y brillantes que transfiguran los paisajes y las formas llevando la imagen al borde de abstractismo.
La proporciones a menudo engañan, ya que no hay casi espacio para el hombre sino como figura sublimada y ausente de realismo. Lo que llega al ojo es así una presencia-ausencia donde los cuerpos se transforman en paisajes, los objetos en formas puras y las colinas y los campos en líneas de colores que se funden en un mundo casi imaginario y de calado metafísico.
El impacto de las fotos de Franco Fontana es un primer momento muy fuerte y captura al visitante, que parece perderse en este universo de colores, pero, como en Salgado, después de un rato todo resulta una repetición anodina de lo mismo y nos damos cuenta de una excesiva redundancia temática en la obra de este importante fotógrafo.
Dos exposiciones que de todas formas, pese a lo comentado, merece la pena visitar si se hace un viaje a la Serenissima.
GENESI – Fotografías de Sebastião Salgado – Venecia, Casa dei Tre Oci, 1 de febero | 11 de mayo 2014
FRANCO FONTANA. FULL COLOR – Venecia, Palazzo Franchetti, 15 de feberero | 18 de mayo 2014
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