Debbie Wiseman es una de las pocas mujeres compositoras que encontramos en el panorama cinematográfico mundial. Con cincuenta y un años, posee una extensa trayectoria en trabajos para cine y televisión. Más de 120 bandas sonoras nos han proporcionado bellísimas obras, de las que pueden ser una buena muestra sus composiciones para Wilde, Tom y Viv, Haunted o My Uncle Silas.
El carácter melódico de sus composiciones y la facilidad con la que consigue conectar con el oyente, hace que la música de la compositora británica resulte especialmente cercana y atractiva, independientemente de conocer o no la película para la que la obra ha sido creada.
A Poet in New York es una película de televisión que tiene a Tom Hollander como protagonista, en el papel del poeta galés Dylan Thomas. El viaje que realizó en 1953 a Nueva York para encontrarse con Ígor Stravinsky, se convirtió en la última etapa de una vida complicada, en la que la adicción a la bebida le llevó a una muerte prematura.
Para ilustrarla, Debbie Wiseman ha creado una partitura melódica, con un tema principal para guitarra y orquesta, que posee una calidez y una belleza que solo son capaces de transmitir las grandes composiciones. Un pequeño apunte melancólico completa el carácter de este tema central de la partitura, que vamos a encontrar con distintas variaciones en distintos pasajes de la banda sonora.
Un segunda línea, más rítmica y situada en terrenos cercanos al jazz y al pop sinfónicos, nos proporciona un recorrido musical complementario y muestra la variedad de modelos musicales que encontramos en A Poet in New York. La podemos escuchar en temas como Fabulous filthy city o Anything you need, en las que el saxo se hace cargo de la parte solista.
La influencia de la música tradicional celta se deja sentir en otros temas, en este caso como referencia a la procedencia irlandesa de Caitlin, la esposa del poeta. Una flauta, interpretada por Helen Keen, se une al sonido de la orquesta para proporcionarnos una música cálida y un tanto triste, que define la relación que mantuvieron el poeta y su esposa.
La edición discográfica incluye dos poemas de Dylan Thomas, recitados por Hollander, sobre la bella música de Debbie Wiseman. Completan uno de esos discos preciosos, en este caso combinando una música extraordinaria con poemas como Fern Hill, que comienza con aquel bello y melancólico verso que dice:
Now as I was young and easy under the apple boughs…
(Cuando era joven y libre bajo las ramas del manzano…)
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