La fiebre amarilla

Pasa de la chaqueta de la que todo el mundo habla y haz caso de mis consejos para vestir de amarillo y no ir como todas.

Es el color de los buzones, el de la familia más famosa de Springfield y el de los emojis que nos enviamos continuamente por WhatsApp. El submarino de los Beatles estaba pintado de esta flamante tonalidad, Joni Mitchell le cantó a un taxi precisamente amarillo y hasta Chris Martin afirmaba verlo todo “yellow” en uno de sus primeros éxitos. Amarillos son Piolín, Pikachu, Bob Esponja y hasta el agüita que meaban los Toreros Muertos. Por culpa de Molière trae mal fario a los actores pero desde Jane Fonda a Kirsten Dunst muchas se han vestido sobre la alfombra roja del tercer color del arcoiris. Es una de las fichas del parchís, da nombre a la peor de las prensas y ahora, a los anales del amarillismo, se suma un icono más: la dichosita chaqueta de polipiel de Zara.

Resulta que la prenda, que vale apenas 40 euros, se ha vendido como churros, lo que ahora se llama “hacerse viral”, porque ya no se la copias a tu vecina sino a una “famosuela” a la que sigues por Instagram. Yo, que no quiero que vayas como todas, y que además estoy seguro de que no vas a saber cómo combinar semejante amarillo con el tono de tu piel, con el de tu pelo, con tu maquillaje y con tus complementos, te propongo tres alternativas bastante más molonas y que valen casi lo mismo. Si te gusta el amarillo, deja que la fiebre recorra tu cuerpo y vístete con él de pies a cabeza. Abre la página de tu market place favorito -yo he mirado en ASOS-, establece una horquilla de precios de entre 35 y 45 euros y busca la palabra clave “amarillo”. Los resultados te sorprenderán, mira:

Con este maxivestido plisado estarás guapísima: con sandalia de tacón y un bolso joya te vale hasta para ir de boda; con una babucha plana, una chaqueta vaquera y un capazo estarás reguapa para ir avanzando toques de verano en tus looks primaverales.

Con este vestido, de longitud midi y preciosa lazada en la espalda, estarás perfecta para una cita vespertina con el último incauto con el que Tinder te haya emparejado. Póntelo también para un picnic, para un brunch o para todos esos planes que harías un domingo por la mañana si no te levantaras con resaca.

La tercera alternativa a invertir 40 euros en la chaqueta que lleva hasta la más infecta de las blogueras es este vestido camisero requetemolón. Cuando empiece a hacer calor, podrás llevarlo incluso en la oficina. Cámbiale los accesorios y podrás lucirlo de noche y de día. Querida, yellow is the new black!

Ahora, ¿quién tiene ganas de pillarse la prenda de marras? Tú, ya no. De nada, guapa.