Con puesta en escena y coreografía de Sidi Larbi Cherkaoui, composición musical de Nicholas Lens y letras de Nick Cave, la ópera Shell Shock entra de lleno en el sufrimiento de todos aquellos que vivieron la Primera Guerra Mundial.
Aunque la idea original es del compositor, fue el mismo Lens quien llamó a Cherkaoui para que se ocupara de la parte escénica y coreográfica. Una decisión plena de sentido ya que el belga, de padre marroquí y madre flamenca, él mismo hijo de dos culturas diferentes y nacido en un país tan compartimentado como es Bélgica, con dos identidades tan unidas como distantes, es el coreógrafo que más barreras ha traspasado, cuyo nombre evoca cruce de culturas y ruptura de fronteras, un artista comprometido con la riqueza que aporta cada origen y, por tanto, opuesto a todo enfrentamiento o violencia provocado por oscuros intereses o rencillas territoriales.
Esto lo viene demostrando desde que comenzó su etapa de director y coreógrafo, en 1999, desde Les Ballets C de la B, colectivo del que fue miembro activo, primero como intérprete y después como creador de piezas como Rien de Rien o Foi. Cherkaoui ha llevado a escena obras en las han participado los monjes chinos de Saolin (Sutra), bailarinas de estilo kuchipudi, hindú, como Santhala Shivalingappa (Play), artistas flamencas como Maria Pagés (Dunas), bailarines argentinos de tango (M¡longa), y ha tocado universos creativos tan dispares como el del maestro del manga japonés Osamu Tezuka (TeZuKa).
Una de sus creaciones más premiadas, Babel (words), sube al escenario a una veintena de intérpretes que elevan una construcción entre lenguas y comportamientos diversos para reflexionar sobre conceptos como nacionalidad, identidad y religión. Entre los muchos premios recibidos, Sidi Larbi Cherkaoui consiguió en 2009 el Kairós, que otorga la Fundación Alfred Toepfer en reconocimiento a su filosofia artística y su búsqueda de diálogo cultural; en 2011 la Unesco le premiaba por su diálogo intercultural entre el mundo árabe y occidente.
Por eso su visión y participación está cargada de sentido en esta ópera sobre la Primera Guerra Mundial que se estrena el próximo día 24 de octubre en La Monnaie de Bruselas.
Como reza el encabezado de esta producción en la web de su formación, Eastman, “La guerra es solo la cobarde escapatoria de los problemas de la paz”, cita de Thomas Mann que toma prestada y que entra de lleno en la desgarradora miseria que provocan los interesados enfrentamientos bélicos mundiales.
En escena, 10 bailarines, la composición “Oratorio de Guerra” de Lens (quien creció cerca de los cementerios de Ypres, ciudad belga donde los alemanes utilizaron por primera vez gas químico venenoso en abril de 1915), la interpretación musical en directo y los descarnados textos de Nick Cave que evocan a soldados, madres, desertores, prisioneros, huérfanos y todos los que hace ahora cien años tuvieron que enfreantarse a la primera de las guerras modernas, la más mortífera de todas.
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