Gana salud meditando

Sentarse y meditar puede tener efectos muy beneficiosos para aquel que lo practica; tanto a nivel corporal como cerebral se producen cambios que mejoran nuestra salud y nuestro estado de ánimo.

Dejar de lado el pasado y el futuro por un momento, y sentir el presente a través de la observación y de la respiración, es una de las decisiones que puede hacer que tu entorno cambie sin mover un dedo.

En algún momento, la meditación se ha relacionado con una cierta espiritualidad, con gente extraña de cabeza rapada y vestidos con ropa de color naranja más que con un ciudadano del siglo XXI con familia y trabajador social incansable. Actualmente es una práctica que mueve a infinidad de seres humanos por cuestiones de salud, donde la armonización de cuerpo y mente, nos ayuda a mejorar la salud física y el equilibrio emocional.

De toda la cantidad de información que se ha generado en los últimos tiempos sobre los beneficios de la meditación, me gustaría resaltar el que, entiendo, más tiene que ver con nuestro día a día: el aumento del córtex pre-frontal y la disminución de la amígdala. Según los estudios de la neurocientífica Sara Lazar: La atención, la concentración, la conciencia del presente y otras habilidades cognitivas afines se ejercen de manera distinta antes y después de haber hecho de la meditación un hábito sostenido.

Que se reduzca la amígdala supone una disminución de la percepción de las emociones como la angustia, el miedo y la tensión, lo que nos lleva a que nuestras decisiones serán mucho más reflexivas y menos mecánicas de lo que eran antes de la meditación.

La disminución de los síntomas del estrés y de la depresión nos permite sentirnos más serenos y con un estado de ánimo de mayor felicidad. De la misma manera, estar un mayor tiempo en el presente nos induce a actitudes positivas, ya que vivir con el peso de lo que ocurrió o con la incertidumbre de lo que sucederá suele producir una dosis de neurosis, en cierta forma, incontrolable.

Realizar esta práctica es muy sencillo. Siempre se puede encontrar a alguien dispuesto a enseñarnos alguna técnica de meditación para poder incorporarla a nuestro día a día. Algunos médicos ya la están recomendando a sus pacientes, algunos entrenadores las utilizan con sus deportistas para aumentar su rendimiento y si decides practicarla disfrutarás, a corto plazo, de una mayor paz interior y un bienestar generalizado.

Es una práctica que se puede realizar a cualquier edad y en cualquier condición, no hace falta sentarse a lo yogui ni romperse las rodillas con posturas extrañas, simplemente sentado en una silla con la espalda recta podemos hacer una buena práctica. Es gratis y no tiene ninguna contraindicación.