Aunque el título, Ex maridos (1923), recuerda al clásico de John Cassavetes de 1970 y la imagen que encabeza esta entrevista parece sacada de una escena protagonizada por Ben Gazzara, Peter Falk y el propio director, la película dirigida por Noah Pritzker lleva el sello de nuestros tiempos y poco tiene que ver con las tribulaciones de entonces. Griffin Dunne protagoniza junto a James Norton, Miles Heizer, Richard Benjamin y Rosanna Arquette una tragicomedia con bodas, divorcios y un funeral, que explora cuestiones existenciales desde una perspectiva muy contemporánea y madura. En Ex maridos, Peter Pearce viaja a Tulum, donde su hijo mayor, Nick, celebra su despedida de soltero. Aunque no es bienvenido, se une al grupo y, al mismo tiempo, tiene pendiente firmar los papeles del divorcio en su habitación. Su padre se divorció en la madurez y vive ahora en una residencia de ancianos, donde va a visitarle, aunque ha perdido la memoria. Ex maridos trata del apego, los nuevos comienzos y el aprendizaje, con un sutil sentido del humor.
En esta entrevista, el director y el actor hablan sobre la realización de la película, el nivel de implicación personal que supuso, y su cooperación. Además, descubrimos el último proyecto de Griffin Dunne, que no es exactamente una película.Ver la entrada
EVA PEYDRÓ: Mi primera pregunta es para el Sr. Pritzker. Han pasado siete años desde su anterior película, ¿significa eso que ha pasado todo el tiempo trabajando en el mismo proyecto y el mismo guion?
NOAH PRITZKER: Pasé mucho tiempo trabajando en este proyecto y en el guion, pero había alguno más que iba y venía y quizá volviera en otro momento. Pero yo diría que, antes de la COVID, parecía que íbamos a hacer esta película, y entonces llegó la pandemia, y mi atención se desvió hacia otras cosas. Cuando sentí que tal vez la gente empezaría a hacer películas de nuevo, volví al guion. Durante la COVID Griffin y yo habíamos mantenido el contacto y nos hicimos amigos y sentí que si realmente me empeñaba podría hacer esta película con Griffin, por lo que era una especie de luz al final del túnel de la cuarentena, y aquí estamos.
E.P.: ¿Hay algo autobiográfico en su película?
N.P.: Sí, hay mucho de biográfico en la película. Creo que la principal inspiración para la película fueron varias cosas de mi propia vida: el divorcio de mis padres, pensar en casarme, estar en la periferia de la boda de mi hermano, ver a amigos casarse y divorciarse, y todas esas cosas que pasan en la vida. Y, de todo eso, no sé muy bien cómo, pero surgió este personaje de Peter Pierce. No estoy en mis 60s y no me he divorciado, pero por alguna razón, ese personaje se convirtió en este contenedor para todo lo que estaba pensando y todas las preguntas a las que había estado dando vueltas. Y, conocer a Griffin y la voluntad de Griffin para asumir su papel trajo una dimensión completamente nueva para el proyecto que nunca podría haber existido solo en el papel.
E.P.: ¿Eso significa que hubo modificaciones en el guion tras los ensayos? ¿Los actores aportaron algo nuevo?
N.P.: Sí, mucho. Bueno, Griffin había estado involucrado en este proyecto durante mucho tiempo. Le había mostrado los guiones antes de la COVID. Es difícil para mí recordar ahora cuánto cambió el guion entre la primera vez que lo leyó y cuando nos presentamos en el set. Pero creo que durante esos años me sentaba con el guion y lo reescribía con la voz y la cara de Griffin en mi mente. Y lo adaptaba a él, y hablábamos del guion, y parecía más fluido que cualquier tipo de notas en sí, más como hablar de la vida y los sentimientos y lo que nos gustaba del guion o lo que nos parecía que podría ser más atractivo para otros personajes y luego me sentaba de nuevo y le daba otro repaso. Me sentí como si evolucionara alrededor de Griffin bastante orgánicamente de esa manera.
E.P.: Sr. Dunne, ¿cuándo leyó el guion, resonó algo de la historia en su propia experiencia?
GRIFFIN DUNNE: Sí, desde luego. Peter, el personaje que interpreto, y yo tenemos muchas de las mismas experiencias vitales. Me he divorciado y he estado casado. Tengo un padre que falleció, que estaba divorciado de mi madre. Y tengo una hija que tiene la misma edad que Miles, que es mi hijo menor. No sé… pero la vida en el limbo, un aspecto de este personaje, me atraía. Nunca he llegado a los extremos de este personaje, pero me encanta interpretar a gente que está en un flujo emocional en momentos cruciales de su vida, y lidiar con ello con humor y neurosis, pueden volverse un poco locos… Simplemente tenía todos esos ingredientes.
E.P.: La muerte del padre es un episodio que nos marca la vida. Mi abuelo decía que cuando murió su padre y se perdió ese eslabón de la cadena, se sintió de golpe en la primera fila. Esa es una expresión que usamos a menudo en nuestra familia para referirnos a ese cambio de perspectiva.
G.D.: Sí, es una frase maravillosa. Sabes, hay un libro que había leído casualmente en el que me di cuenta que pensé mucho durante esta película. Philip Roth escribió un libro llamado Patrimonio sobre la pérdida de su padre y hablaba de ese mismo aspecto. Y aunque no decía en primera fila, gran parte de lo que Philip Roth (uno de mis escritores favoritos) afrontaba era tener que sentarse en primera fila y lo que todo eso significaba. Así que pensé en eso mismo cuando estaba haciendo la película.
Vi que era perfecto para ese tipo de personaje que he sido, ya sabes, en un nivel u otro, un personaje chejoviano sin saberlo nunca, trágico y divertido, ridículo, pero muy, muy humano, sintiendo mucho, y simplemente siendo capaz de girar mis emociones para que pasen de una cosa a otra y, y reaccionar de manera diferente y de maneras inverosímiles.
Griffin Dunne
E.P.: ¿Qué parte de su papel fue más complicada de interpretar, la del padre o la del hijo?
G.D.: Los dos eran más o menos iguales. Nunca sentí que nada fuera particularmente difícil. Todo parecía muy, muy orgánico. Me encanta interpretar al hijo porque mi padre era Richard Benjamin, que fue una gran influencia para mí como joven actor en los años 70, cuando yo estaba empezando. Él interpretaba el tipo de personajes que, curiosamente, yo acabé haciendo, una especie de neurótico indeciso, inestable. Él perfeccionó ese personaje y también dirigió, se convirtió en director, cosa que yo también hice. Y yo nunca lo había conocido. Así que fue un honor y un placer trabajar con él. Y hablamos entre tomas todo el tiempo sobre películas, películas, películas.
E.P.: ¿Improvisó?
G.D.: Realmente no lo hice, no creo que lo hiciera. ¿Recuerdas que dijera algo que no escribieras y que me pegaras después? (dirigiéndose al director).
N.P.: No, en realidad. Creo que hubo momentos en los que, ya sabes, estábamos haciendo una escena y Griffin decía, siento que necesito tener una réplica aquí, no puedo dejar que este tipo tenga la última palabra. Hubo momentos en los que sí, pero no hubo escenas, no fue una película muy improvisada, pero tuvimos ensayos, tuvimos un par de días o una semana de ensayos en los que leíamos el guion y hacíamos algunos ajustes y, ya sabes, todos los actores aportaban, pero yo no diría que hubo una tonelada de improvisación.
E.P.: Sr. Pritzker, la película nos mete de lleno en la situación familiar con el único prólogo del divorcio de los padres y el encuentro entre Nick y Heather, y hay una enorme elipsis sobre el pasado de la pareja y la relación con sus hijos. Eso convierte a la película en una especie de iceberg familiar en el que solo se muestra una parte pequeña, pero muy significativa. ¿Cómo nos da tanta información sin darnos detalles? Porque creemos saberlo todo, pero sin que cuente casi nada.
N.P.: Creo que gran parte de ello se debe a que los actores son tan buenos que te crees que han vivido esas vidas, esos personajes. Y así, cuando conoces a alguien en el mundo antes de saber mucho sobre su biografía o cualquier otra cosa, tienes una idea de quiénes son y por lo que han pasado. Y sabía que necesitábamos ver a Nick en un momento un poco más feliz de su vida, cuando conoció a Heather. Y sentí que necesitábamos ver a Peter enterándose de que sus padres se estaban divorciando, así que esas fueron dos claves para entender la película que vino después. Pero sentí que podía salirme con la mía sólo con eso. A partir de ahí podríamos entrar en la historia.
E.P.: Sr. Dunne, su interpretación es la columna vertebral de la película, ¿cómo consigue esa sensación permanente de incomodidad, tensión y melancolía, pero al mismo tiempo mostrar tanto amor? Es súper realista.
G.D.: Gracias. Bueno, todos esos adjetivos, la incomodidad y todo eso, ese es mi pan de cada día como actor, ya sabes, estar en situaciones incómodas y, la mayoría de las veces tratando de encontrar humor en ello. Hace un tiempo tomé una clase de interpretación, no lo había hecho en 30, 40 años, pero era un taller de Chéjov y todos los actores solo hicimos escenas de Chéjov y yo a mis 60 interpreté Tío Vania e hice de Ivanov y, y vi que yo era perfecto para ese tipo de personaje que he sido, Vaya, en un nivel u otro, un personaje chejoviano sin saberlo nunca, siendo trágico y divertido, ridículo, pero muy, muy humano, sintiendo mucho, y simplemente ser capaz de girar mis emociones para que vayan de una cosa a otra y, y reaccionar de manera diferente y de maneras improbables. Así que, no sé. Creo que esas cualidades y ser capaz de mostrar amor y compasión a través de todo es, supongo, algo que, tuve que vivir lo suficiente, para ser capaz de lograrlo.
E.P.: Eso es de verdad asombroso. Además, ha desarrollado stu trabajo en la producción, la dirección y la actuación. Ha dirigido uno de mis documentales favoritos, El centro cederá. ¿Qué prefiere de cada faceta del cine?
G.D.: Bueno, si soy la estrella y es una película realmente buena con un director realmente bueno, cosa que no ocurre muy a menudo, simplemente me encanta actuar. Pero si estoy en esa película de la que hablabas de Joan, de mi tía, creo que mi mayor orgullo es haber podido hacer esa película en vida de ella, que ella viera lo que muchos escritores no llegan a ver, a su público, lo que ella pudo ver cuando la proyectamos en el Festival de Cine de Nueva York, la ovación en pie que se prolongó más de lo que nunca había visto… Así que me gustan las dos, pero me encantaría dirigir un gran guion, y estoy desarrollando cosas como productor y espero dirigir, pero también ya que hablas inglés (no lo he hecho en absoluto para el junket)… También escribí un libro,
Va a salir en América en cinco días. Así que estoy promocionándolo, trata de mi familia y puede que convierta algún aspecto en una serie.E.P.: ¡Enhorabuena! Seguro que cuenta información muy valiosa. Ahora una pregunta para el Sr. Pritzker sobre la elección de los actores. ¿Tuvo siempre en mente a Griffin, Richard Benjamin y Rosanna?
N.P.: Cuando tuve la idea por primera vez…, en realidad es gracioso, se remonta al documental de Joan… mi mujer había ido a ver una proyección del documental sobre Joan Didion y yo había estado escribiendo el guion y tratando de averiguar quién sería el adecuado para el papel de Peter, y llegó a casa de la proyección en la que Griffin había presentado la película y me dijo: Acabo de ver a Griffin Dunn presentar su documental y creo que sería perfecto para el papel, para tu película, y se lo mencioné a mi productor, Bruce, que conoce a Griffin desde hace mucho tiempo. Y de una manera inusualmente fácil, los tres pudimos almorzar después de que Griffin leyera el guion y hablara de él. Sentí que eso eliminaba inmediatamente muchas de las cosas que suelen venir con un proceso de casting, gracias a que había una línea directa de comunicación. Y luego pasó mucho tiempo antes de que sintiéramos que íbamos a hacer este proyecto, y así, como he dicho antes, tuve que reescribir el guion alrededor de Griffin. Una vez que estuvo claro que íbamos a hacer la película, las cosas empezaron a encajar. Creo que Griffin y yo estábamos conmovidos y sorprendidos de que Richard Benjamin estuviera dispuesto a interpretar este pequeño papel.
Lo mismo pasó con Arquette, y luego creo que cuando James Norton firmó para interpretar a Nick, simplemente sentí que todo empezó a encajar de una manera que creo que sólo puede suceder una vez que el tren ha salido de la estación, que es lo que hace que hacer una película sea tan aterrador, es que creo que quieres que todo esté bien antes de que salga de la estación. Y no es así, al menos en mi caso, no es así como ha funcionado.
E.P.: Tengo que preguntar al Sr. Dunne sobre su relación con Rosanna Arquette, ya que han sido compañeros en varias películas.
G.D.: Bueno, la primera colaboración fue en 1980, y estábamos en Polonia cuando era un país satélite soviético. Las condiciones de esa película eran muy, muy duras. Y había un embargo contra el envío de alimentos … realmente se creó un lazo muy fuerte entre nosotros durante esa película. Y funcionó. He producido películas en las que ella ha estado y hemos actuado juntos a lo largo de los años. Y es realmente un placer muy raro, ya sabes, estar en tus sesenta. Y después de conocer a alguien cuando es de 1980, y vuelves a formar pareja de nuevo, supongo que es como estar en un largo matrimonio, como si hubiéramos tenido muchos hijos y tenemos un largo pasado y una larga historia, y nos quedamos en eso. Permanecimos en nuestra historia y nuestro pasado muy fácilmente. No era difícil imaginar que habíamos estado casados durante muchos, muchos años.
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