¡Color!

La llegada de la película fotosensible en ¡color! marcó un antes y un después en la historia de la fotografía, pero ningún gran descubrimiento nace sin antepasados. Estos son los principios del color, en la época en que pensábamos que todos veían en blanco y negro.

La primera película diapositiva moderna en color fue introducida por la marca Kodak en 1935. Su nombre, Kodachrome aún resuena en la memoria como la más conocida y espectacular emulsión fotográfica en color.

Sin embargo, en los inicios del siglo XX encontramos los primeros documentos fotográficos en color, de la mano de los hermanos Lumière.

Las placas autocromas se patentaron en 1903 y se comercializaron con gran éxito, a partir de 1907, bajo el nombre de autocromas Lumière. Fabricadas en vidrio con una capa de pequeños granos de almidón que se obtenían de la fécula de patata, eran teñidsa con los tres colores primarios, sobre una base de emulsión fotográfica en blanco y negro. Al tomar la fotografía, estos granos de almidón actuaban como filtros en la película. Esta se sometía luego a un revelado inverso, con lo que las imágenes presentaban unos característicos tonos pastel, como el fotografía sobre estas líneas.

Serguéi Prokudin-Gorski también centró todos sus esfuerzos en la fotografía en color a principios del siglo XX, siguiendo una línea de investigación diferente a la de los hermanos Lumière, que le llevó a fabricar una cámara que realizaba tres fotografías monocromáticas, en una placa de vidrio de 8 x 24 cm. En cada uno de los disparos aplicaba un filtro de color: Uno rojo, otro verde y otro azul. El resultado eran unos negativos en escala de grises, basados en tres colores diferentes. Estos eran proyectados con un dispositivo especial que el mismo Prokudin-Gorski inventó, de tres objetivos, que superponía las tres imágenes en un mismo plano creando una imagen en color, puesto que no disponía de ningún mecanismo para realizar impresiones de las fotos así obtenidas.

Gracias al interés del Zar Nicolás II en este novedoso invento, Prokudin-Gorski pudo documentar entre 1909 y 1915 el vasto imperio ruso y a sus habitantes.

No todo el interés por el color se centraba en la imagen estática. Kodak se guardaba un as en la manga y, en 1922, ya experimentaba con su emulsión Kodachrome lo que serían los principios del cine en color. Aún faltaban 13 años para el estreno de la primera película.