La ilustradora Laura Pérez ha organizado un Circuito de Ilustración con múltiples propuestas, creando un estupendo recorrido mediante exposiciones, para que todos puedan conocer a estos talentos; workshops profesionales de narración gráfica, entintado y acuarela; mesas redondas, cursos de encuadernación, dibujo del natural e incluso un mercadillo.
Tras el exitoso inicio del año pasado, Valencia se ha vuelto a llenar de dibujos e iniciativas que hacen más visible esta profesión y atraen a profesionales y público a múltiples actos, convirtiendo febrero en el mes ilustrado, aunque durante todo el año sigan existiendo muchas más actividades. Lo verdaderamente extraño es que esto no se le hubiera ocurrido antes a nadie, pues aunque se han celebrado congresos y exposiciones en torno a la ilustración, y además existe una importante asociación como APIV, que hace tiempo trabaja por dignificar esta profesión, con muchas actividades, tertulias, exposiciones y talleres, aún no existía una propuesta tan atractiva e imbuida en nuestro casco histórico.
Aunque el cometido del ilustrador es relacionar sus trabajos gráficos con textos, en el caso del Circuito los relaciona estrechamente con su ciudad, con sus locales culturales y comerciales, donde los dibujos se hacen visibles e interactúan con el público. La propuesta de Laura Pérez fue evitar que se solaparan las exposiciones y darles una temática clara y ligada a cada uno de los espacios donde se exponen las imágenes, donde las líneas lo llenan todo de poesía visual. Si el arte moderno genera cierto desconcierto y dificultad de comprensión al espectador, las ilustraciones son más fácilmente legibles. Las ilustraciones son creadas para acompañar textos y nos intentan narrar sintéticamente una historia. Esta claridad gráfica nos proporciona un efecto reconciliador con el arte. Por su poder gráfico y gran difusión, la ilustración es el arte del nuevo siglo, y coloniza nuestro ecosistem a través de las revistas, libros ilustrados, publicidad, películas… ¡todo está ilustrado!
En el Circuito, las imágenes se proclaman independientes, productos elegidos que destacan adquiriendo personalidad propia y convirtiéndose en una valiosa oferta visual en sí misma. Al visitar los locales entramos en un atractivo juego donde las ilustraciones y la decoración compiten por nuestra atención, como pasa en Madam Mim de Ruzafa, en Alas Espacio Creativo o Estudio 64 de Benimaclet. Así como hay decenas de artistas referentes en su profesión, la mayoría naturales de Valencia o residentes en la ciudad, también vamos a poder disfrutar múltiples propuestas, día a día, de muchos estilos, en las cuatro exposiciones programadas con personalidades referentes: Yuko Shimizu, Ricardo Cabolo, Guim Tió, Leo Espinosa, David Pintor, Sento, Benjamín Lacombe o Liniers.
El Circuito se inauguró con la exposición colectiva Imaginarius, en Las Naves, (Elena Odriozola, Julio Antonio Blasco, Roger Olmos, etc), siguiendo con la colectiva Cósmiko, sobre ciencia ficción. Hoy sábado 14, se inaugura la exposición Sin Valentín (io Bru, Jose Luís Ágreda, Steve Simpson, etc.). La exposición La ilustración por el cambio clausurará el CIV con el mensaje de que la ilustración puede ser un arma, una conversación, una llave para cambiar pensamientos, un discurso, algo más que un dibujo.
También hay eventos asociados al Circuito de Ilustración como las exposiciones Lovers y Familias de cine y, sobre todo, la colectiva Tú la llevas, en Alas, un curioso experimento gráfico en que los dibujantes reinterpretan, continúan o deconstruyen libremente la ilustración del dibujante anterior, creando una secuencia absurda o bella (Carlos Ortín, Ada Díez, Aurora Ruá, Jaume Pallardó, Cris de Cos-Estrada, Baltasar Alagarda, etc.). La ilustración se ha transformado en el tiempo redefiniendo sus vínculos con nuestra vida, y mantiene abierto el debate de su relación con la realidad, reelaborando sus propios códigos de representación a través de símbolos e instrumentos culturales nuevos.
Con este Circuito Ilustrado se educa a la ciudadanía, librándola del analfabetismo estético y, en cada itinerario, descubrimos a un nuevo creador. La cultura vence así a la desidia, con esta propuesta festiva para el conocimiento de una profesión. Nuestra ciudad se ha levantado al fin en armas dibujísticas al salir los lápices a las calles, como lo ocurrido con los humoristas gráficos en Francia y su reivindicativo lema Je Suis Charlie, aunque aquí el lema sería otro: ¡Valencia es Ilustración! Espero que esta atractiva propuesta, que suma los esfuerzos de muchos profesionales, siga regalándonos bellas imágenes en la gran fiesta de la Ilustración Valenciana.
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