Repasamos algunos de los títulos fundamentales de la peculiar relación amor-odio entre las drogas y el cine, un arte tan adictivo como un estupefaciente.
#1 Tell Your Children (Reefer Madness, Louis J. Gasnier, 1936)
Filme exploitation que se escuda en un hipotético discurso aleccionador para mostrar en pantalla comportamientos sexuales y violentos que, de otro modo, resultarían intolerables en una película de su época. Tan tremendista como divertida, narra cómo varios jóvenes acaban enloqueciendo por fumar unos cuantos porros.
#2 El hombre del brazo de oro (The Man with the Golden Arm, Otto Preminger, 1955)
Pieza clave en el proceso de demolición de la férrea censura cinematográfica estadounidense del período clásico (el denominado “Código Hays”) firmada por uno de los grandes cineastas de Hollywood (Preminger ya había dirigido Laura, Cara de ángel o Río sin retorno) mediante la que el director de origen judeo-austríaco elaboraba una severa crítica de las condiciones socioeconómicas de la Norteamérica de mediados del siglo pasado. Atención a la secuencia del síndrome de abstinencia:
#3 The Trip (Roger Corman, 1967)
Un realizador de anuncios televisivos, que atraviesa una crisis personal tras ser abandonado por su pareja, se lanza a experimentar con el consumo de LSD. Osada tentativa de trasladar a celuloide las experiencias alucinógenas provocadas por la citada droga, The Trip fue un nuevo intento por parte del productor y cineasta Roger Corman de conectar con el público juvenil, esta vez a partir de un guión escrito por Jack Nicholson.
#4 Pánico en Needle Park (The Panic in Needle Park, Jerry Schatzberg, 1971)
Historia de amor entre dos adictos a la heroína que supuso el primer papel protagonista para Al Pacino, quien siempre guardó un especial afecto hacia el presente filme.
#5 Como humo se va (Up in Smoke, Lou Adler, Tommy Chong, 1978)
Película inaugural no sólo de su propia saga (el dúo cómico formado por Tommy Chong y Cheech Marin encarnando a Cheech y Chong generó diversas secuelas) sino también de un subgénero de comedia cinematográfica en el que los protagonistas son jóvenes adictos a la marihuana (Dos colgaos muy fumaos, ¿Colega dónde está mi coche? o Superfumados, entre otras).
#6 Arrebato (Iván Zulueta, 1979)
El cine como droga. El filme de mayor culto de nuestra cinematografía, indisolublemente ligado al contexto histórico de su producción (la Movida madrileña), en el que el finado Zulueta plasmó diversos apuntes autobiográficos.
#7 Chocolate (Gil Carretero, 1980)
Dos jóvenes de Vallecas viajan a Marruecos con la finalidad de comprar hachís para después venderlo en Madrid con la complicidad de la novia de uno de ellos. Clásico de nuestro prolífico cine quinqui.
#8 Viaje alucinante al fondo de la mente (Altered Status, Ken Russell, 1980)
Un científico convencido de la existencia de otros estados de conciencia experimenta con un alucinógeno de una tribu mexicana. Paddy Chayefsky adaptó su novela homónima y Ken Russell la ilustró como sólo él era capaz de hacer (para descontento del primero).
#9 Yo, Cristina F. (Christiane F., Uli Edel, 1981)
Una adolescente de catorce años se vuelve adicta a la heroína. Su drogodependencia la llevará a tener que prostituirse para poder pagar su droga. Basada en la célebre novela homónima (inspirada a su vez en hechos reales), el filme supone un sórdido retrato de los efectos de las drogas en la juventud.
#10 El pico (Eloy de la Iglesia, 1983)
Un comandante de la Guardia Civil y un dirigente abertzale han de unir sus fuerzas para intentar salvar a sus hijos de la adicción a la heroína. Droga, homosexualidad, terrorismo y política mezclados y agitados de la mano del experto Eloy de la Iglesia.
#11 Historia de un junkie (Story of a junkie, Lech Kowalski, 1987)
El director de este filme entre el documental y la ficción distribuido por la Troma se pasó cuatro meses ganándose la confianza de los drogodependientes del Lower East Side con la finalidad de poder filmarles en su hábitat. Un retrato mugriento y de gran dureza del lado oscuro de la deslumbrante Nueva York.
#12 Drugstore Cowboy (Gus Van Sant, 1989)
Uno de los títulos más célebres de la filmografía del autor de Elephant, basado en la novela autobiográfica de James Fogle, quien recorrió Estados Unidos atracando farmacias para poder obtener drogas. Pequeño papel para el experto en la materia William S. Burroughs (autor de novelas como Yonqui o El almuerzo desnudo).
#13 Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
“La gente se cree que esto no es más que miseria y desesperación y muerte y toda esa mierda que no hay que olvidar, pero lo que olvidan es el placer que supone. De lo contrario no lo haríamos. Después de todo no somos gilipollas, joder. Bueno, al menos no tan gilipollas. Coge el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca”. El efectismo y el realismo más sucio e hiriente se aúnan en este título fundamental del cine posmoderno.
#14 Miedo y asco en Las Vegas (Fear and Loathing in Las Vegas, Terry Gilliam, 1998)
Adaptación de la novela de Hunter S. Thompson en la que el creador del periodismo gonzo narraba su viaje a Las Vegas, para la que Terry Gilliam desplegó todo su potencial plástico y formal con la finalidad de sumergir al espectador en una especia de surrealismo alucinógeno. Tan excesiva como podría esperarse de la colisión entre ambos talentos creativos.
#15 Réquiem por un sueño (Requiem for a Dream, Darren Aronofsky, 2000)
Clásico moderno en torno a la más universal adicción de la sociedad estadounidense contemporánea: la adicción al sueño americano.
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